Rol colectivo: Travesía por el desierto.

La cabeza me daba vueltas. Me encontraba sobre algo rasposo... abrí los ojos y me encontré tirada sobre la arena. Me incorporé trabajosamente y me encontré con una escena horrorosa. Shizuka había desenvainado su katana y se disponía a atacar a Valeria. Me levanté del suelo como pude y me interpuse entre las dos.
-¡No!¡No dejaré que le hagas daño a Valeria! -le grité a Shizuka.

Cole por fin volvio a la realidad pero parecia que no sabia nada de lo que habia pasado... Yo me intente poner el turbante para que no se me vieran las marcas...aunque un trozo asomaba por encima del turbante. Alby me dijo que le prometiera que estaria bien,y asi hice. El se ue de nuevo tras la tormenta de arena y yo intente ver si habia alguien o algo mas entre la tormenta de arena...pero no veia nada,asi que decidi olvidarlo por el momento. Me volvi hacia Cole. Estabas en el limbo... -le digo alzando una ceja y una sonrisa ladeada... miro hacia el frente entonces. El camino se me esta haciendo eterno...

Ahora todo adquiría sentido para mí, el desprecio de la mujer con la katana en mano emanado hacia Valeria, Nawin en medio...
—Ya veo, Valeria tiene su propio adversario y parece ser algo personal ¿Quién será esa pálida espadachín? ¿qué tiene que ver esa tal Nawin en todo ésto? ... Jhuj, al fin se derramarán vidas, sólo espero que el licántropo no interfiera, arruinará mi diversión y justo ahora que vengo entendiendo la situación.
Mientras pensaba y el viento protagonizaba en el suspenso previo a la tormenta que desatarían las contrincantes, no podía esperar a quedar pasmado.

Entonces la mujer que convirtió a Nawin se apareció ante mí, tenía una katana y estaba dispuesta a atacarme, me reí por lo bajo, entonces Nawin cayó al suelo,me asusté, pero vi que poco a poco se fue recuperando, y acto seguido se interpuso entre la mujer y yo, miré a mi alrededor, Morgos, Alby y Piro estaban obsevando la escena, luego miré a Nawin. - Está bien, no merece la pena matar a un ser como esa mujer, solo es una ser insignificante, llena de odio por lo que puedo ver. - Le dije a Nawin, luego miré a la mujer. - Creo que deberíamos posponer esta pelea en un lugar un poco más... Privado, ¿no crees? O deseas quedar en ridículo delante de tantas personas? - Le dije con tono bromista, me volví, dispuesta a seguir mi camino, mis ojos volvieron a ser normales, ya estaba más calmada, pero antes me dirigí hacia ella. - Si vuelves a hacer daño a alguien, no tendré piedad. - Le dije, y me fui con el grupo, le hice una seña a Nawin para que viniera conmigo, pues no deseaba dejarla sola ante aquella mujer.

Me fui con Valeria, pero no le quité el ojo de encima a Shizuka. No me daba buena espina... para que se hubiera mostrado y salido de su plan debia estar muy alterada... ¿por qué ahora no atacaba? Creía conocer más o menos la condición de mi maestra... bueno... ¿seguía siendo mi maestra? Le dije que sería su pupila bajo la condición de que no atacara a mis amigos, y ella había atacado a Valeria. Entonces ¿ya no era su aprendiz? Consideré la respuesta... No, ya no lo era. Ahora era una vampiresa libre, y según Valeria, podía llegar a ser más poderosa que Shizuka... Acabé volviendo la mirada hacia el frente, caminan do junto a Valeria, dejando a Shizuka entre las arenas del desierto...

Piros se había cabreado y nos amenazaba, pero entonces entre la vampiresa y Valeria se interpuso Nawin, diciendo que no permitiría hacer daño a Valeria, entonces Nawin y Valeria se marcharon tras unas breves palabras de Valeria, ya podíamos seguir con el viaje pero no le quitaría ojo a la vampiresa. Aunque ahora había un problema más grave, me di cuenta de que estaba envuelto en un pelaje eléctrico, generaba electricidad. ¿Cuántos mas sobresaltos me puedo llevar?-pensé mientras me adentraba en la inmensa tormenta buscando el rastro de Aira, cuando lo encontré continúe la travesia a su lado, ahora no podía volver a mi forma humana y estaba completamente electrificado, ¿Cuántos secretos mas escondía mi forma lobuna? Aunque ahora que lo pensaba, era una criatura que se parecía en algo a Aira y eso me hacia feliz.

avia muchos porblemas cada ves mas cuanto mas nos adentravamos mas paresia que nos sumergiamos en un mundo frio li oscuro que depararia el futuro pensava.

No había soltado la mano a Morgos cuando se acercó para enterarse mejor de lo que pasaba, quizás para que tuviese prudencia, quizás por otra razón, la cuestión es que la tormenta seguía y algunos habían empezado a caminar de nuevo después de lo ocurrido con las vampiresas.
Así que empecé, al igual que habían hecho mis compañeros, a andar hacia nuestro destino.

Parecía que la tormenta no iba a para nunca, parecía tener vida propia, como si el mismísimo desierto quisiera detener a nuestro grupo de aventureros, una gran cantidad de magia se percibía en la tormenta. Pero el final de la tormenta se acercaba, tras horas caminando por esta nuestros aventureros abandonaron la tormenta que era un anillo que cubría la inmensa fortaleza, un modo de que no se acercaran los viajeros a este lugar que eran las ruinas de algo poderoso.
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Posteareis como mínimo 2 veces y también como máximo, en uno debéis describir los acontecimientos antes de abandonar la tormenta y en el otro como os adentráis en la fortaleza, podéis describir su exterior pero su interior es cosa nuestra. Una vez posteen todos los miembros de este rol dos veces se cerrara y se desvelara una nueva sección en el desierto, en esta continuara en el post que abramos allí.

La tormenta no me había permitido dialogar o interactuar, la arena era molesta y el viento muy fuerte, me limité a sostenerme junto a Aliwen en quien mas confiaba luego de tantas cosas ocurridas. Por fin finado ese molesto clima solté cordial la mano de la joven con una sonrisa de azaro que no impedí aflorar.
—Por los Dioses... ¿Enserio decidió acabar esta maldita tormenta? Me sacuió hasta las ganas de vivir y sin siquiera invitarme a tomar algo, ¡Y ahra se va, claro!— con sarcasmo pronuncié en un sobresalto como rompiendo el hielo entre los presentes luego de un abrumador camino. Tal vez sería gracioso... o sino otra cosa de la cual arrepentirme por dejar salir tan imprudente.

Y la ví... una inmensa fortaleza. Mi aire bromista se extinguió al tanto mis ojos absorvieron ese extraño aura que emanaba la gloriosa edificación. —Hora de la función— me mentalicé.

Estaba pensando en todo lo que había ocurrido, mientras la tormenta azotaba mi cara, entonces sentí que la tormenta cesó, vi a lo lejos una inmensa fortaleza. Su belleza y elegancia no tenían comparación. - Vaya... Al menos parece que estaremos resguardados. - Les dije a los del grupo con una pequeña sonrisa.

La tormenta me azotaba la cara, y me movía el pelo, era molesto, pero al final me acostumbré, pero... Sí, aún molestaba, parecía que nunca acabaría, pero de pronto la arena se estampaba menos contra mi cara, y así acabó por cesar completamente, y al terminar contemplé sobrecogido la maravilla que se alzaba ante mí.
Una fortaleza que se alzaba entre las dunas, y relucía a la luz del sol. Su gloria, majestuosidad, belleza y porte no podian ser igualados.

Infinita… la tormenta parecía infinita, la arena golpeaba mi pelaje eléctrico y producía ligeras chispas sobre mi cuerpo, para evitar que Aira sufriera por mi culpa me mantuve a unos metros de ella, no quería que ahora que había descubierto que era un lobo eléctrico sufriera por mi culpa. Por fin empezaba a amainar y cuando salí de la tormenta mi pelaje volvió a su estado normal, de algún modo la tormenta había hecho que no pudiera des electrificarme, entonces volví a mi forma humana y tras escudriñar los alrededores me fije en la imponente fortificación que se alzaba ante nosotros, sus murallas eran enormes y estaban semienterradas en la arena, era como si hacía mucho tiempo que nadie habitaba ese sitio, pero seguía poseyendo una majestuosidad increíble, busque con mi mano la de Aira para agarrarla mientras contemplaba la fortaleza. Nuestra misión acaba de empezar, esposa mía-dije mirando a los ojos a Aira.

Me tapé aun más si cabe la cabeza con las telas, y entrecerré los párpados para que la arena no me entrase en los ojos. La tormenta parecía interminable... hasta que la imponente sombra de la fortaleza nos cubrió. La arena dejó de azotarnos. Me quité las telas de la cabeza y las sacudí para quitarles la arena. Me las volví a colocar, pero más bien ya sobre los hombros, dejando al descubierto la cabeza y la cara. Observé sobrecogida la silueta del edificio.

Seguimos andando un poco mas hasta que, casi de golpe, salimos de la tormenta.
Morgos me solto la mano con una sonrisa y comentó algo, yo aproveché y me quité las ropas que nos habian dado al principio de aqulla aventur, para quedar como solia vestir: pechera roja y falda negra. Sacudí las telas y las guardé.
Después de eso, finalmente alcé la vista a la fortaleza, era un edificio enorme e impresionante, y construir eso bajo el sol del desierto debia ser una trabajera.

Seguia ajena a todo el lio que se estaba montando a mis espaldas y caminaba el silencio con el baculo desenfundado y deseando salir de la tormenta ya. Alby se acerco de nuevo y yo lo recibi con una sonrisa,viendo algo extralada que ahora era de un color blanco y lanzaba chispas. Me gustaba esto aunque se tuvo que quedar algo lejos de mi para no electrificarme. Por fin salimos de la tormenta y me quite toda esa molesta ropa del desierto y la guardo en la mochila. Alby se acerco a mi y me tomó de la mano mientras mirabamos la fortaleza. Lo que me dijo a continuacion me hizo sonreir. Allá vamos esposo querido... -le dije guiñandole el ojo como a broma observando yo tambien la fortaleza.

Avencé un poc hasta las puertas de la fortaleza. Eran enormes... Temrosa, alcé la mano para acariciar la superdicie, y la puerta se abrió con un grave chirrido. Me aparté, sobresaltada. Miré al interior oscuro. Volví la cabeza hacia atrás para ver si mis compañeros se acercaban o no. No me hacía gracia entrar allí la primera y sola.

Después de unos segundos allí parada empecé a andar, me puse junto a Nawin. - Bueno, alguien tendrá que entrar, ¿no? - Dije y acto seguido puse un pie en el interior de la fortaleza, entré a ella y miré a mis compañeros. - Aquí empieza la verdadera aventura. - Les dije a todos con una pequeña sonrisa.

Valeria dijo que alguien tendría que entrar, y se adelantó, y se puso junto a Nawin, yo no iba a ser menos, y con paso seguro avancé hacia ellas, dispuesto a explorar la fortaleza.

al yegar a la fortaleza le dije a rosa que esperara fuera,en tre en la fortaleza i dije en voz alta:no asido para tanto yegar a aqui busquemos lo que emos venido abuscar y marchemonos no tengo tiempo para estar a qui esto resulta aburrido.

Llegamos frente a la fortaleza,nuestros compañeros iban entrando...observe casi con admiracion la fachada de la fortaleza,sobria,sombria y que aguardaba expectante a que entraramos... puse un pie en la fortaleza...y traspasé sus puertas,en pos de otra aventura...

Llegamos a una enorme fortaleza de la cual yo entre el primero todo era increíble y mis compañeros por sus expreciones diria que pensaban lo mismo.

Después de dejar de mirar los ojos lilas, un tanto hipnotizantes, de Aira, los dos avanzamos hasta la entrada a inmensa fortaleza, un extraño lugar en una región tan mortal que era el desierto del pesar. Una vez traspasadas las puertas pensé, ya no hay vuelta a atrás, debíamos descubrir que secretos aguardan en la fortaleza….