Después de luchar contra la muerte conseguí volver gracias a alguna ayuda prestada por mis compañeros en la Fortaleza de cristal. Fui llevado a mi pueblo natal y allí descanse. Después de varios días empecé mi viaje otra vez... Pero con un inconveniente... ¡Mi aspecto físico había cambiado por completo! Podría ser un mecanismo de defensa de los dragones para seguir rejuvenecidos y vivir más, o un fallo en mi resurrección.
-¡Ahora tendré que volver a empezar todo!, nadie me reconocerá en esta forma y tendré que perfeccionar este cuerpo- grité poniéndome las manos en la cabeza, después analice mi situación y con un suspiro ande con la cabeza agachada.
Observe la marca que me había traído conmigo desde el infierno y intente imaginarme si tendría algún significado o si era una simple marca de aviso, todo era posible, la vida y la muerte era un acto muy complejo que todo podía significar.