Mientras me daba las respuestas asentí con la cabeza. Cuando acabó de hablar, esgrimí una sonrisa de zorro y mis ojos brillaron, despertando más su color bermejo original.
-No está mal, nada mal... 3 de 4, justo las necesarías. Te equivocastes en la última, no es el amor, el amor no tiene porque haber sido un error... la respuesta era el remordimiento, algo que es normal que no conozcas ya que eres una criatura de la oscuridad. Puede que jamás lo conozcas, por que en este momento yo te otorgo el don de la magía oscura, para que con tu poder abrumes a los demás a tu paso y sientas la seguridad para no tener nunca remordimientos.- dicho esto, una espesa niebla negra empezó a rodear al aspirante, convirtiendole así en un mago oscuro de pleno derecho.