La primera aventura

Llevaba ya un rato caminando, hacia poco tiempo (menos de una hora), que estaba caminando por el paso del este. Un lugar muy bonito, la carretera era de tierra rodeada de un bonito bosque con una vegetación en la que predominan los árboles y arbustos pequeños.
Tras caminar una hora aproximada, decidí descansar en una roca, esta se encontraba fuera del camino, debajo de un árbol, su sombra era muy fresquita. Puse el arco al lado de la roca y a su lado el carcaj con sus flechas.
-que día tan hermoso, ojala todo fueran así (pienso mientras miro al cielo)-
Se podía escuchar el sonido de pequeños roedores merodeando, y el crujir de la maleza seca que se hallaba en los caminos, esto solo cuando pasaba algún que otro carro lleno de mercancía.
Me tumbe en la roca y me perdí en mis pensamientos, mientras que imaginaba cual podría ser mi próxima aventura interesante, yo recordaba que primero debía de encontrar a un maestro para que me instruyera como paladín.



post-data: los siguientes post los haré mas largos. marrón: narro naranja: pienso rojo: hablo

cyan: recuerdo

El día había se había tornado ocupado y bastante frenético, apenas había terminado de saciar su apetito se había visto obligada a ir a prisa hacia aquel paso, lo llamaban paso del este y para su suerte esta poblado de árboles que daban una buena sombra y gracias a ella estaba protegida de la luz del sol. Hacía poco que había llegado y el amanecer casi le había pillado desprevenida, principalmente porque le había llevado demasiado tiempo convencer a ese testarudo mercader de que no era nadie extraño y solo se había perdido en la noche intentando encontrar la cuidad.
Agh, estúpido mercader, no mas que estúpido, cabezota y cabeza hueca, desde luego no pensaba hacer aquello otra vez, no haría que se había perdido, esos se piensas que les vas a robar y no se fían ni de su propia madre. Bueno, en realidad si que le iba a robar, pero no su mercancía, eso se la traía al fresco, lo que quería era su preciado líquido rojizo. Le daban muy poca importancia y eso le gustaba, se había hecho un pequeño corte y eso para el sensible olfato de un vampiro era muy tentador, mas siendo de noche y en un camino muy poco transitado.
Mientras tanto iba caminando entre las sombras que le proporcionaban los árboles fuera del camino, suspirando evitó un pequeño haz de luz que se colaba por las rendijas de los árboles y se internó un poco mas agudizando todo lo que pudo el oído para ver si encontraba algo de interés, estaba soberanamente aburrida. En realidad no era nada extraño, por el día se aburría mortalmente al no poder salir a la luz, iba pensando en que podría ser su próxima comida, algún descuidado que se alejase de los caminos y evitase la luz del día.
Por cierto hablando del rey de roma allí a escasos metros hay alguien tumbado junto a una roca cubierto por la bendita sobra que daban aquellos árboles, a su lado había un carcaj con sus respectivas flechas, una sonrisa ladina afloró en el rosto de la chica, perecía no estar muy atento, así que solo tendría que alejar esas armas del él y sería pan comido
Se subió al árbol que cubría al joven y se dispuso a colgase por la piernas para coger las armas, cosa que no salió como esperaba ya que se estiró demasiado cayendo al suelo-Genial, acabo de desaprovechar una gran oportunidad-dijo sin darse cuanta en voz alta, estando al lado de ese chico era imposible que no se diese cuanta de que ella estaba allí.

Llevaba ya mucho tiempo descansando, y pronto tendría que volver al camino para proseguir mi misión. El día seguía tranquilo pero de repente un ruido, que sonaba cercano me molesto. Las hojas del árbol que estaba encima de mí se agitaban no muy violenta mente, y una chica apareció colgada de pierna y se estiraba así…. Me di cuenta hacia mis armas pero por suerte se cayó y dijo: -Genial, acabo de desaprovechar una gran oportunidad- yo estire mi mano izquierda hacia mi arco, mientras que con mis piernas me impulsaba para dar una rueda cogiendo así una flecha y poniéndola en el arco. Ya de pie y apuntando a la chica al pecho le digo:- que estabas asiendo, te recomendaría que te identificaras, si te mueves te clavare esta flecha en tu pecho, y créeme no será agradable.- por la mente en ese momento se me pasaban muchas cosas, la brisa fresca es como si se hubiera detenido los ruidos de animales cesaron el ambiente se volvió frió y tétrica como advirtiendo de un peligro inminente - como que genial ¿Qué habrá querido decir con eso de de desaprovechar una gran oportunidad? Me querría matar, atrapar o solo quería conseguir munición y un arma… esto es muy raro será mejor que me ande con mucho cuidado cuando trate con ella, no la perderé de vista y si hace un movimiento en falso le lanzare una flecha-

Ouch... mira que tiene mala leche la diosa de la fortuna, hace un momento se estaba regocijando por el botín que había conseguido y ahora resulta que esta tirada en el suelo de una especie de bosque con una postura bastante graciosa y tiene una de las flechas que pensaba coger apuntado a su pecho. Se preguntaba si en efecto clavaba aquella flecha en su pecho le pasaría algo, veamos, las leyendas decían sobre estacas de madera en el corazón, nada de flechas de un pobre metal en el pecho, de todas formas no quería probar que sucedería si al chico se le ocurría dispara esa flecha.
En fin, ahora que se había metido en aquel fregado ella sola, pues ella solita debería salir por su propio pie de aquella embarazosa situación, ni con 200 años de experiencia le valía para no cometer errores de principiante como esos. Tenía dos opciones, solucionar aquellos por las malas arriesgándose a recibir el impacto de esa flecha o bien podía tirar de inocencia y probar que clase de persona era aquel chico que estaba apuntándola. La decisión era sencilla no le apetecía para nada luchar con un, espera ¿que es exactamente ese chico?, se fijó un poco mejor e intentó captar el olor de su sangre, porque le sangre nunca miente. Um... debería de ser humano, o al menos eso le estaba pareciendo, entonces estaba bien, no había ningún problema en poner en acción el plan parecer desvalida para ver como reacciona.
Scarlet miró al chico a los ojos y puso expresión de culpa con ojitos de cordero degollado y se encogió sobre si misma en un acto de dar a ver que la delicadeza que aparentaba era real mas allá de su apariencia-Yo...yo solo quería el arma-hizo cambiar su expresión por la de asustada--Es que...es que allí había un...uno muy grande y venía a por mí, pero luego se fue y...y tenía miedo
Se movió un poco hacia un lado para evitar clavarse la flecha y se echó hacia adelante para llegar a abrazarse a la pierna de joven, cualquier jovencita delicada y asustado haría una cosa muy parecida, solo que ella era incapaz de hacer salir unas pocas lágrimas, pero debería de bastar con aquella expresión de terror, sinotendría que buscar cualquier otra cosa, se abrazó fuerte, pero sin dejas que notase su gran fuerza, eso no sería mas que un problema en esos momentos-Lo siento, yo solo quería eso, no pretendía asustarle tanto-susurró intentado parecer arrepentida, pero no demasiado para que no pareciese que aquello de tenermiedo ya había pasado, las impresiones fuertes duran su tiempo, de otra manera levantaría demasiadas sospechas.

Una leve brisa soplo par apagarse fríamente cuando la chica se agarro a mi pierna, parecía sincera en sus palabras y yo que soy un caballero no pude evitar decir mientras ponía mi mano en su cabeza y tiraba el arco a mi derecha para dejarla ver que no era una amenaza para ella y no le aria daño: -todo está bien, no te preocupes dime donde esta que yo matare a esa cosa que te asusto – fiel a mi código de honor, la ética que me enseño mi abuelo le dije esas palabras aun pensando que, no debería bajar la guardia pues hay que ser caballeroso, mas no idiota y yo había soltado mi arma, mi única arma, aun así me veía obligado a ayudar a aquella joven en peligro pues si le pasara algo no me lo podría perdonar, entonces la mire a los ojos y le dije: levanta y llévame hasta allí.
La brisa y el sonido de el bosque seguían apagados lo cual no era muy relajante tras ver el rostro de esa dulce chica, además de que en ese momento no parecía haber ningún mercader cerca o cualquier signo de vida, para ser mas exactos nos encontrábamos solos, y si ella me hubiese mentido yo en un apuro.

No todos los días tengo la suerte de encontrarme con un chico joven humano en medio de un bosque en el que hay un extensa y perfecta sombra para pasar el día y para terminar de completar la situación resulta que se trata de todo un caballero, es decir, que cualquier habría ayudado a una chica en un momento así, pero no creo que hubiese tirado el único arma que parecía tener. SI antes parecía ser ella amenaza ahora las cosas habían cambiado por completo, pero claro eso ese chico no lo sabía, pero tampoco era plan de destrozar aquella actuación tan lograda ahora.
El problema era que le había pedido que le guiase hasta lo que fuese que le había asustado, ¿y ahora que?, bueno, siempre podría llevarle dando vueltas por el bosque hasta encontrar cualquier tipo de bicho que sirviese para su propósito, de todas formas cualquier animal de bosque de un tamaño mediano valía para el propósito. Tsk... no podía haber puesto otra escusa, no se, que estaba perdida y quería el arma para protegerse o para venderla y sacar algo de dinero, pues no solo se te había ocurrido decir que un bicho del bosque la había asustado y quería quedarse con su arco para protegerse.
-Gracias, creo que era por allí-dijo mientras señalaba la zona por la que ella misma había ido sin encontrarse nada, mientras fuesen por allí debería de pensar que hacer con el chico cuando se diese cuenta de que en realidad no era verdad lo que había dicho, y si llegaba a pensar que no era tan delicada como parecía estaría bastante arruinada su intención y tendría que pasar al plan B, que por cierto es el que tenía que pensar a partir de ya-Creo que era de tamaño mediano, pero no se, porque estaba detrás de mí y no veo por atrás
Mientras se levantó a paso lento limpiándose un poco las rodillas que se habían manchado con algunas briznas de hierba, tsk... de un tiempo a esta parte tenía que hacer cosas insospechadas para tomas un número regular de comidas, que descortesía, todavía era joven y quería mantener su régimen de comidas, al menos tres al día. Y se tendrían que sentir agradecidos, por que no mataba a ninguna de esas comidas suyas a no ser que fuese a acusarla de vampiro a alguna población cercana, era cuestión de supervivencia.

Mientras se levantaba y se sacudía me acerque al carcaj y me lo puse a la espalda agarre el arco y metí la flecha que se había caído, la mire y dije: vamos, tienes que guiarme hacia esa cosa, que por cierto ¿qué es? Porque para asustar muy bonito no debe de ser. Mientras recogía mi arma por la cabeza se me paso que tipo de monstruo podría ser, y si era más fuerte que yo y si no podía vencerlo y si me matara o a ella, que se supondría que haría cuando lo encontrase… después de decirle lo de que nos fuéramos ya me quede quito esperando para que ella fuera primero indicándome el camino, yo estaba muy inquieto aun que por fuera no se notara y no era solo por el monstruo la naturaleza entera parecía predicar un mal presagio.
Una leve brisa soplo moviendo las copas de los arboles, que en conjunto con el movimiento de los animales sonaba como una melodía calmada pero seso de golpe otra vez, siendo esa situación a un mas terrorífica de lo que ya me resultaba. Por alguna extraña razón no me encontraba seguro cerca de aquella bella chica

Eso te pasa por no haberlo hecho adecuadamente, si solo te hubieses acercado en silencio y hubieses tomado un poco silenciosamente, después te hubieses ido por donde había llegado y todo solucionado, tu tenía lo que querías y ese chico ni se hubiese enterado, o si lo hubiese hecho no hubiese pasado nada por que le bastaría con esta vivo. Ves en esa situación todo el mundo se quedaba contento, tu tenías comida y el chico conservaba su vida, pero no tenía que haber sido mas sofisticada y haber metido la pata, y a continuación volverla a meterla todavía mas con aquello.
Soltó un pequeño suspiro y se lo pregunta ella que no tiene la más mínima idea de los bichos que campan a sus anchas por estos bosques, por lo que mas quieras que aparezca un bicho que case con su descripción y le salve el pellejo por el momento, normalmente se lo salva ella misma, pero la situación requiere de un pequeño golpe de suerte, o mejor dicho de bicho de bosque. Le seguía dando vueltas a que animal podía ser el que le pudiese decir aunque claramente no lo fuese a encontrar no se podría quedar callada.
Pero al parecer ahora la diosa de la fortuna se había compadecido de ella un poco, porque empezó a escuchar un leve zumbido, no es que estuviese seguro, por que a pesar de tener unos sentidos mas desarrollados que un humano todo tiene sus límites, pero era justo lo que necesitaba, podía ser un insecto de tamaño medio y si era un insecto era feo seguro, perfecto. Eso era suerte y lo demás tonterías, por el frente empezaron a aparecer un par de bichos de dimensiones algo mayores de las esperadas, pero era genial, le acababan de salvar el pellejo.
-Allí, está, allí pero ahora hay dos-estiró el brazo para señalar los insectos gigantes que había allí y justo después se fue poniendo cada vez mas en la espalda del chico, de esta manera hacia parecer que de verdad les tenía miedo-Es ese bicho el que estaba antes, da bastante miedo y.. y mucho asco- en realidad mas bien solo le daba asco, porque que sería de una señorita vampiresa como ella si le temiese realmente a un par de insectos asquerosos de bosque. Que humillante tener que hacer eso por un poco de sangre, lo que pasaba era que la humana era la de mejor calidad y era mucho mas tentadora si era de alguien joven ya que tenía mas vitalidad.

No podía decir que no le había resultado un entretenido espectáculo para pasar un poco mas de tiempo en aquel bosque, veamos, después de tanto tiempo no había conocido un humano de esas características, dejemos claro algo no es que tenga un interés en ese chico pero a lo largo de muchas jornadas de pescar algo de comida siempre una servidora ha visto cantidad de personas diferentes y en especial chicos humanos. Por que seamos sinceros, no atrae lo mismo un chico joven que un señor mayor o un vejestorio y lo mismo pasa con las mujeres, si no hay otra opción pues bueno se hace, pero teniendo la posibilidad de elegir nunca tomaría otra opción que no fuese tan atractiva.
-Me suelen llamar chica o muchacha, pero si prefieres algo menos impersonal me puedes llamar Scarlet- sen encogió de hombros como si no importase mucho, después de todo con tanto tiempo de vida lo de menos siempre es el nombre ¿no?-Si lo pienso bien hace tiempo que nadie me llama así, aunque después de todo no es que sea algo que importe realmente. Se trata solo de un nombre
Se separó del árbol en el que estaba apoyada para no estar al alcance de esas feas y asquerosas abejas, en cierto modo le molestaba la cercanía de un cuerpo ajeno del cual no se había alimentado nunca, de todas formas es normal, si supiese que es un vampiresa no se habría acercado, es más en ese momento antes el sin duda le habría disparado de saber la verdad. Es esa la razón de que siempre se haga pasar por una linda joven humana desvalida, si sabes defenderte no te protegen y si eres un peligro te evitan o te atacan, así que para atacar es necesario no cumplir ninguno de esos dos requisitos, y es algo que por desgracia le resulta bastante cansado y después de un tiempo molesta ya que odia a los lloricas y a los que van quejándose de su vida.
Ella tiene mucho mas de lo que quejarse y no lo hace, no tiene por que mientras vaya viviendo, reparó en que le había preguntado que hacia donde se dirigía, miró hacia donde se suponía que se encontraba el camino-En realidad iba a la ciudad, pero tampoco es que tuviese mucha prisa así que decidí ver fuera del camino y luego sucedió eso de los bichos y el intento fallido de llevarme tu arco y esto ahora- ya hablaba normal, sin pausas inseguras, pero no había quitado ese tono inocente, solo un poco mas i podría dejarlo y conseguir su botín-Oh, es cierto, y ¿tu quien eres?, señor caballeroso.

Scarlat un nombre muy bonito pensé, para luego decirlo en voz alta. Me puse a recoger las flechas de las buges ya muertas después de que me dijera que se iba hacia la ciudad y de que me preguntara mi nombre yo respondí Ishida, Uryū Ishida para servirle. La acompañare, pues no sería de mi gratitud dejar marchar a una joven tan bella sola por estos sitios tan peligrosos, pero de primero regresemos al camino y orientémonos. El ruido del bosque se había vuelto normal el mal aura había desaparecido de ese lugar, aun así yo sentía que no estaba seguro al lado de aquella hermosa y enigmática dama, un aire de misterio y temor asechaba, lo que la hacía más interesante estar cerca de ella….