Hacía poco que había abandonado el mar del dragón oceánico, mi grifo parecía cansado pero no podía parar para descansar, coloque mis manos encima del grifo y le transmití mi energía para mantenerlo en el aire durante la travesía por la montaña del Wisiul. Los picos se alzaban majestuosos y nevados, eran tan altos que se veía que la montaña atravesaba varias nubes.