Asesinatos a sueldo:

Bueno, soy un nuevo asesino y quiero pues eso, asesinar a gente xDYa que nadie me da un objetivo, lo mataré yo mismo...

Objetivo: Defender a Alberto Di Castre y matar a su Sucesor, Worlaf
Donde: En la gran ciudad Rosbasha.
Datos: Worlaf quiere asesinar a Alberto para cobrar el dinero.
Debes impedirselo.

Bueno, llegué a la gran ciudad, estaba todo demasiado oscuro... casi nadie por la calle, solo borrachos, mendigos... lo normal...
Me acogí en un bar, desde hace rato que estaba siguiendo a Wolfag, entonces el ya estaba bastante borracho, y oí decir al camarero:
- Vamos Wolfag, mañano nos cargamos a ese imbécil y le robamos la pasta. Vete a dormir - dijo bien confiado.
- Callate idiota! Ponme otra! OTRA!

- Vete a casa... te lo pido por favor... si quieres luego te acompaño...
El se fué junto al camarero que ya cerró el bar, les seguí desde la calle, con mi rosa...
Lleguemos a una de las calles mas conocidas de Rosbasha, en eso que el camarero lo dejo en su portal, llegué yo i me puse a conversar con el:
- Disculpe señor, me podría decir que hora es? - dije acercándome a él.
- Largate de aquí idiota! - gritó.
De repente, al decir eso, un vecino, nos vio por la ventana y llamó a sus guardias.
Me vieron e intentaron atacarme.
Yo dije:
- MIERDA! Me pillaron!
Wolfag se rió y le pegué un puñetazo y lo tiré al suelo.
Los guardias me vinieron con las lanzas y yo al primero le salté por encima que le clavé una espina de mi rosa en el nervio del cuello. Cayó al suelo y se desangró al otro empuñé mi gran espada pero no me dio tiempo a cubrirme su ataque con la lanza.
Me rascó el brazo y me empezó a sangrar.
Le pegué una patada circular y le desarmé. Saqué mi gran espada y le golpeé, lo mandé al quinto pino.
Luego Wolfag escapó, pero mientras corría, lancé una espina y murió rapidamente.
Todo el mundo dio alarma de asesinato. Todos sus guardias fueron a por mi, pero escapé por los pelos.
Me fuí de la ciudad y volví.
Alberto me recompensó con 10 monedas.
Me dio las gracias y me fuí.

Un nuevo asesinato tenia a cargo del Conde Riokyu:

Snake, el asesino mas habil con Kunai, me ayudó en el asesinato...

Nuestro destino era acabar con los guardias del palacio de Hade, entrar en el palacio habilmente, acabar con los guardias de dentro i acabar con el gran Conde de Hade, Aday Greek.
Para ello, compré las nuevas armas, un par de kunais normales y corrientes, y una gran espada con aliento de fuego. En definitiva, comienza el asesinato:

Me reuní con snake tal y como acordamos en el puente de la calle Rak. Encontremos a los guardias de la primera puerta y lo primero que hizo Snake fué lanzar los Kunai. Uno a cada uno en el pecho. Un guarda arquero tocó la campana, pero escalé rapidamente en muro y salté encima suyo clavandole una espina de mi rosa. Snake se quedó escondido detras de la puerta y vinieron 2 guardias mas. Desde arriba lanze los Kunais y los maté.
Snake me ayudó a bajar de la torre.
Siguimos adelante pero un grupo de lanceros (5 o 6) se acercó a nosotros y dijeron:
Malditos asesinos, estais pillados!! Jajajaja!!! Ultimas palabras?!¿
Snake dió la señal y yo empezé a correr, 3 me persigueron.
El caballo de Snake los pisó y acabó con ellos. Yo me subí al caballo y monté en él.
Cojí a Snake y fuimos hacia la segunda puerta. Snake se puso de pié en el caballo y saltó a una barandilla de arriba que habia por ahí cerca.
Yo me paré y le dije:
Pero que haces insensato?!¿!? Ese no era el plan!!
Entonces llegaron los lanceros de antes. Ahora eran unos 20!
Me dijo Snake:
Corre Raven, CORRE!!!
Asustado, le dije sisi... corrí con el caballo hacia las puertas mientras el se quedó masacrando a los lanceros, pero apareció el Segundón de Aday,
Graant Hoont, el mayor arquero nunca visto.
Meintras Snake los acuchillaba le empezó a tirar flechas, pero Snake siguió matandolos, con valor y fuerza.
Despues de 3 flechas, Snake... Falleció...
Yo seguí mi camino y corrí hacia la puerta de Aday. La abrí con el caballo a golpe de patadones.
Aday ya se estaba preparando. En cuanto abrí la puerta, lo ví con su gran alabarda ya preparado.
Le dije:
Estas preparado?
No me contestó pero pronunció un grito y me atacó con la alabarda.
Lo esquivé con facilidad.
Entonces saqué el arma recien comprada y pronuncié las palabras malditas:
Enrok-vitao-vi-han tumai, Dracosteen yet ugbet Raokan
El arma se calentó y empezaron a salir llamas del arma...
Asustado me intentó atacar, pero fue inutil, se quemó el brazo de la misma fuerza ígnea. Se hechó hacia atrás y dijo:
Vale vale, haré y te daré todo lo que quieras! Pero por favor... no me mates!!!
Suplicó de rodillas...
Le dije:
Lo siento...es mi trabajo...
Lo desintegré con mi gran arma.
La guardé y se quitaron las llamas.
Salí de ahí y me reuní con Riokyu en el bar mas cercano que encontré y me dió 10 monedas.

Otro asesinato se aproximaba a mi... decidí ir con el padre Abel VI.
El gran padre Abel me dijo que su hora estaba a punto de llegar...
Alexander, el hijo caprichoso y desobediente de Abel se iba a quedar con todo su dinero en cuanto muriera...
Abel no lo veía correcto, ya que su hijo le pegaba y le quitava el dinero...
A Abel no le importaria que acabara con su hijo... e incluso me dijo que me pagaría 10 monedas si lo hacia... Yo, sin pensarmelo 2 veces le dije que si...
En cuanto me dio informacion para como debia hacerlo, esa misma noche fuí a su busqueda...
Al parecer estaba bastante borracho ya que salió a beber, en eso aprobeché para decir:
- ¿Tan facil me lo ponen?
De repente ví que iba escoltado por 4 guardias lanceros y un General... el General Freid... Maestro arquero de gran puntería.
Entonces dije en mi cabeza "Buff... ahora si que me lo han puesto dificil..."
De repente me acordé de que en la tienda de Piros compré un Mini Wyvern... así que pronuncié las palabras para llamarlo, "¡Ulrick, Bat Nhem!".- Dije...
Rathalos, mi Mini Wyvern vino volando del cielo...
Los guardias dijeron:
- ¡Mirad! ¡Ahí esta ese maldito asesino! ¡Acabemos con él de una vez por todas! - Dijo uno de los soldados...
Me subi a Rathalos y golpeó con sus grandes garras a los soldados, apartandolos... pero el General Freid dijo:
- ¡GUARDIAS! ¡A ÉL!
Salieron unos 20 o 25 guardias armados... pero, Rathalos, los fue golpeando a todos y volando para acabar con ellos...
Mientras volaba vi que Freid estaba cargando su arco... y giré de un golpecito a Rathalos hacia Freid.
Él ya estaba apuntando y intenté ir rapidamente para acabar con él, pero lanzó la flecha justamente en el punto debil de Rathalos, en el sílex de una de las alas de Rathalos...
Le golpeó y caímos desde unos 5 o 6 metros al suelo...
Le dije a Rathalos que se fuera para que no lo acabara matando... Rathalos cogió y se marchó...
Quedabamos solamente unos 6 o 7 soldados, el General Freid, Alexander y yo.
Entonces dije:
- Aqui comienza realmente el duelo... - Mientras empezé a correr sacando los Kunais y acabando con la multitud de enemigos hasta que Freid me lanzó una flecha que me atravesó el brazo... herido, decidí seguir corriendo hasta él...
Avanzé pocos metros hasta que me volvió a golpear otra flecha en el pecho...
De rodillas, pensé que iba a llegar mi hora... y me dije:
"¿Que hice mal? Conseguí a llegar a ser el mejor asesino del mundo... ¿Y ahora un maldito general acabaría con mi vida? No..." Me dije a mi mismo...
En ese momento en el que Freid me apuntó en la cabeza con una flecha, se me pasaron muchas cosas en la cabeza... Pero vi como Rathalos, por detras lo cogió y acabó con él, estaba a punto de morirme, pero me acordé de que tenia una Hierba Élfica en el bolsillo derecho que compré... Me la tomé y se me curaron las heridas.
Alexander, empezó a correr por todo el pueblo mientras yo caminaba siniestramente hacia él con una espina de mi rosa en mi mano derecha hasta que lo arrinconé y le dije:
- Por fin... por fin acabaré contigo...
Me suplicó que no lo matara... pero sin pensarmelo 2 veces, le clavé una espina en el cuello...
Volví con el padre Abel para darle la noticia de que acabé el trabajo...
Me dió las 10 monedas prometidas y volví al pueblo.