El Regreso de los Buscadores (Alby, Arwen Undomiel)

Había completado mi formación como mago blanco en la Escuela Blanca, dos años había tardado en aprender el conocimiento arcano de esta magia y tras haber superado los exámenes y las pruebas un nuevo futuro mágico y brillante se me abría.

Había viajado ahora a la capital elfica Erenh para visitar aquella increíble biblioteca que decían poseer, tras varios días de viaje por fin vislumbraba la capital elfica, ayudado de la etiqueta y la cortesía que me habían enseñado y adiestrado desde niño saludaba a los guardias y a los nobles o para cuando necesitaba preguntar alguna indicación.

Por fin tras caminar por pasillos formados por ramas de árboles y troncos llegaba a una sala donde las estanterías contenían libros de todo tipo, sería una lectura fascinante poder leer algún libro interesante de esta gran colección.

Caminaba por los pasillos que se formaban entre estanterías y estanterías repletas de libros, la verdad es que me sorprendía la arquitectura elfica, se fundía y armonizaba con las ramas de los árboles y demás plantas que crecían y se extendían.

Como todos los días, me escabullí del palacio para poder pasear un poco por la biblioteca de la ciudad. Mi familia se sentía orgullosa de que me apasionase el conocimiento, pero lo que no les entusiasmaba tanto era que yo apenas me dedicaba a otra cosa. Seguramente, ellos preferirían que me preparase para ser reina en un futuro, pero lo cierto era que el trono, de momento, no me interesaba. Faltaba mucho para que ocupase el lugar que mi padre ostentaba ahora.

Caminé entre las estanterías, tomando este o aquel libro entre mis brazos. Me gustaba la lectura, pues los libros nunca me faltaban cuando los necesitaba, al contrario que otras personas.

Crucé un pasillo cuando mis ojos captaron la imagen de un humano. Me sorprendió, pues no era habitual verlos por la ciudad.
-Vaya-dije acercándome-Un Humano por estos lares... no es muy común, que se diga.

Tras avanzar por algún camino con estanterías, observaba las estanterías viendo los lomos de los diferentes libros, algunos tenían cuero, otros, piel, tela, hojas, piedra… entonces fue cuando me cruce con una elfa que parecía de alta nobleza, en su rostro se veía la extrañeza de ver a uno de mi raza en este lugar del reino elfico.

Entonces ella me hablo diciendo que no era muy común ver a un humano por estos lares, a lo que yo respondí con una reverencia: Su señoría, mi nombre es Alby de los Rocnus, mi apellido es Rocnus, no sé si usted lo conoce pero aunque no me guste mucho soy miembro de la nobleza y he venido aquí tras mi instrucción en la magia blanca, el arte de nuestro señor el Dios Blanco, para estudiar y aprenden sobre la historia, debo admitir que la biblioteca de su raza es más extensa de lo que me había imaginado en un principio.

Después de eso me reincorpore de la reverencia, la verdad es que la elfa parecía de la nobleza, tal vez incluso de la familia monárquica, aunque claro, no había conocido a muchos elfos nobles y no podía asegurarlo.

Solté una leve risa, mientras que observaba el trato que me daba el Humano, de gran respeto. ¿Era cosa mía o llevaba escrita la palabra "princesa" en la frente, viendo como me trataban todos? Nadie hasta la fecha me había dado el trato de a una igual; siempre había sido considerada como alguien diferente. Y eso me ponía siempre de los nervios.

-Un placer, Alby Rocnus-repuse alzando levemente las cejas-Yo soy Arwen Undomiel, heredera del trono élfico. Y sí, me enorgullece decir que nuestra raza posee una de las mayores bibliotecas de todo este mundo; mi familia trabajó mucho para poder reunir todos estos libros. En mi opinión, todo conocimiento es poco.

Observe como soltaba una leve risa mientras le mostraba el trato de cortesía que yo solía usar con cualquier persona de alta nobleza y baja nobleza, entonces ella respondió que era Arwen Undomiel, heredera del trono élfico, le enorgullecía decir que su raza poseía una de las mayores bibliotecas de este mundo, entonces añadió que su familia trabajo para reunir todo este conocimiento, en su opinión todo conocimiento es poco.

Yo volví a reverenciarme pues estaba ante la que un día seria la reina de los elfos, como invitado en su tierra debía de mostrar respeto ante aquella persona a menos que esta no quisiera, entonces tras reincorporarme escuche lo que parecían unos niños jugando, entonces la estantería se agito un poco, casi imperceptible pero de pronto de la parte más alta cayó un extraño libro amarillento, con tapa de cuero amarrada por una cuerda.

Parecía extremadamente antiguo, me agache a recogerlo con cuidado y con la mano frote un poco la tapa para quitar el polvo acumulado, runas antiguas estaban escritas en el cuero, casi me costaba mucho entender los caracteres escritos, este libro parecía que hacía siglos no era buscado, tal vez estaba ahí y se olvidaron de él.

Los… Buscadores… de la… Luz-fui leyendo el nombre como podía, entonces dirigí mi mirada hacia Arwen- ¿vos conocía de la existencia de este libro, alteza?

Mis ojos se clavaron con insistencia en el volumen que el Humano sostenía. Creía haberlo dado por perdido, pues en una ocasión lo había hojeado por encima. No había obtenido mucha información de aquel mamotreto en aquella vez, y lo cierto es que cuando pasó el tiempo y quise volver a consultarlo, no pude dar con él. Era como si la biblioteca se lo hubiera tragado, y ahora nos lo devolvía por un azar del destino.

El Humano me preguntó si conocía de su existencia, pero estaba demasiado ocupada observándolo con curiosidad renovada. Ahora sentía mis dedos ávidos por recorrer aquellas páginas, pero me contuve, pues no habría sido de buena educación por mi parte.

-Sí, lo vi hace varios años, cuando apenas era una jovencita soñadora. Lo leí por encima, creo recordar que hablaba sobre un antiguo clan que existió en tiempos pasados, los cuales eran guardianes del conocimiento.

Tras preguntarle a la princesa Arwen que si conocía este libro vi en su mirada que observaba el libro con curiosidad, casi con ganas de ojearlo de nuevo, entonces ella me dijo que lo había leído por encima, cuando era una jovencita soñadora, el libro hablaba de un clan que eran guardianes del conocimiento.

Parecía una lectura fascinante, abrí el libro que en su interior había paginas rotas, alguna quemada y amarillenta, otras con las letras borradas, empecé a leer por lo primero, pasaba de capitulo en capitulo, con cada página que descifraba me daba cuenta de que ese libro parecía ser un diario de los líderes del clan, parecía que el líder entregaba su sucesor este diario para continuar el conocimiento.

Vaya, que interesante, al parecer este es el diario de los líderes del clan… Su alteza, Arwen, desconozco el lenguaje de este diario ¿Usted podría ayudarme a descifrar este libro por favor?-dije con una reverencia en señal de respeto, como princesa de los elfos tal vez conocía a algún sabio que conociera la escritura escrita aquí. Tal vez como era un desconocido no quisiera ayudarme, eso seria un problema pues este libro era bastante interesante y me hubiera gustado descifrarlo.

Tomé el libro con cierta reverencia, mientras que pasaba las páginas con cuidado, pues al ser tan antiguo era posible que cualquier contacto las quebrase; muchas de las páginas se encontraban ya en un estado lamentable, haciendo de su lectura algo imposible.

-Está en élfico-señalé mientras elegía un capítulo al azar y comenzaba a leer por encima-Habla de casi los inicios de la civilización en Gold... ¡es un archivo muy valioso! Aparecen las guerras, la creación de la monarquía...

off: perdón porque sea tan corto, pero es que me tenía que ir ya.

Tras entregarle el libro a Arwen ella lo trato con una delicadeza bastante grande, temía de que el libro se fuera romper en un solo paso de una página a otra, entonces pasado un tiempo me comento que estaba escrito en élfico, era muy antiguo pues acababa de decir que relataba los comienzos de la civilización en Gold, los comienzos de la monarquía, ella dijo que era un archivo muy valioso.

Observe el libro con curiosidad, ese libro debía tener milenios como poco, a simple vista se podría decir que era un libro del siglo pasado pero en realidad era tan viejo como la civilización, entonces amablemente le pedí a Arwen que me lo devolviera, otra vez en mi poder fui junto a Arwen a una de las mesas donde se sentaba la gente para leer, ahora estaba completamente vacía lo que agradecí.

Me senté en una de las sillas y volví a abrir el libro con ganas renovadas, empecé en la primera página, parecía que habían arrancado alguna de las primeras páginas. Mi hermano y yo hemos encontrado un extraño libro en una cueva, yo le decía que sería peligroso pero él no me hizo caso y ahora aquí estamos… el libro ponía en las primeras páginas que tratáramos el libro como un diario y cuando lo leyéramos recordar el pasado… ¿Quién se supone que escribió este libro?-fui leyendo en un tono bajo de manera que solo Arwen podía oírme, no me había costado mucho descifrar la primera pagina pues era caligrafía humana, entonces avance un par de paginas hasta encontrar algo inesperado- Ayer volví a leer las primeras páginas y me pareció ver en la pared el espejo que meses atrás habíamos roto jugando y habíamos tirado, creo que me sentó mal aquella cena…

De pronto al avanzar de pagina avanzó a la siguiente y a la siguiente y a la siguiente, de pronto aparte las manos del libro, las paginas pasaban solas cada vez más rápido hasta llegar a la ultima pagina y ahí leí: Era una noche oscura y sin luna, pero la luz de las miles de hogueras que se asentaban alrededor de nuestra biblioteca, esa noche no creí que íbamos a salir vivos, nos tenían cercados, atrancamos las puertas… pero ¿Por cuánto tiempo? No somos guerreros, temo por mis hermanos buscadores, la luz de las flechas incendiadas en el cielo eran presagio de muerte…

De pronto el libro tembló, se agitaba hasta que una nube negra empezó a salir del libro y lo cubrió todo, cuando desapareció, Arwen y yo nos encontrábamos en lo que parecía una biblioteca pero muy diferente, todo era de color sepia, marron y blanco, solo nosotros teníamos color, entonces vi a una persona colocando libros en una de las cientos de estanterías pegadas a las paredes, cuando fui a tocarle el hombro, lo atravesé. ¿Dónde estamos?-pregunte a mi nueva compañera Arwen.

La lectura que Alby inició consiguió que prácticamente me olvidase de todo lo que me rodeaba, para centrarme en lo que las letras nos estaban contando. Era fascinante, más incluso de lo que recordaba. Si por mí fuera, me llevaría aquel libro a palacio, donde lo leería de cabo a rabo sin importarme el tiempo que ello me llevase.

-Creo que lo fueron escribiendo los líderes del Clan-musité en voz baja, como respuesta a la pregunta del Humano, para luego añadir en élfico-Es más valioso de lo que en un principio pensé, en ese libro ha de estar prácticamente toda la historia de los pueblos de Gold... ¡debe de ser el único ejemplar!

La razón de que usase mi lengua era debido a mi nerviosismo; cuando me ponía agitada el idoma general se me olvidaba.
De repente, de buenas a primeras, me percaté de algo que no había imaginado: ante unas palabras leidas en voz alta por Alby, nos encontramos en una extraña biblioteca que no conocía de nada.

-¿Qué sortilegio es este?-inquirí mientras que observaba como el Humano atravesaba el hombro de una persona que deambulaba por el lugar. Ese simple gesto logró que se hiciera la luz en mi cabeza y supiese que tipo de lugar era aquel en el que ahora nos encontrábamos.

-¡Es el pasado!-exclamé-Estamos en las memorias del escritor del capítulo que leísteis... creía que esto solo sucedía en las canciones de mi pueblo, pero al parecer esas baladas tienen un trasfondo real.

Ella mientras leía el libro me comento que creía que el libro había sido escrito por los líderes del clan, eso por lo que había leído debía haber surgido algún cambio entre un diario de unos niños a ser el libro en el que se escribió, en alguna pagina debía de decir que era lo que paso.

Cuando acabamos en aquella sala tan extraña de colores marrones Arwen pregunto sobresaltada que, que sortilegio era este, entonces tras yo atravesar el hombro de una persona que se estaba encargando de ordenar la biblioteca, ella dijo que estábamos en el pasado, en las memorias del escritor del capítulo que leí, dijo que eso solo lo creía de las canciones de su pueblo pero al parecer esas baladas eran ciertas.

¿Me estás diciendo que estamos en el pasado? Eso quiere decir que estamos en el día en el que los buscadores fueron atacados, bueno, al menos no podremos resultar heridos ¿No? –dije mientras miraba a Arwen, en ese momento escuche a la persona de antes tambalearse y se me cayó un libro encima, pero en vez de atravesarme lo sentí- Ay… vale, creo que si podemos resultar heridos…

Me frote la cabeza dolorida, entonces note que el libro que estábamos estudiando seguía en mis manos, debíamos descubrir cómo salir de aquí y rápido pues según si de verdad estábamos en ese capítulo, este lugar seria atacado. ¿Se te ocurre alguna forma de salir de aquí?-pregunte a mi nueva compañera Arwen, me sentía culpable de haberla arrastrado aquí sin preguntarle primero aunque claro, yo no sabía que iba a ocurrir esto.