Llevaba viajando con mi tribu por estos lares desde hacía 1 día, en el que llegamos a la colina del Ent ,lugar donde nací y perdí a mis padres.... la tristeza me invadía, aunque no la mostraba ante la tribu...
La colina del Ent era un buen lugar, había mucha comida y abundante agua...
Pero nuestro camino debía proseguir, eramos una tribu errante, y nos nos quedábamos en el mismo sitio más de una semana.
Mientras levantábamos el campamento, dispuestos a irnos, un rugido parecido salir de el mismo infierno nos heló la sangre. Todos dirigimos las miradas hacia lo que era una gigantesca sombra. Cuando la luz de la luna, impactó en esta sombra, pudimos ver como un gigantesco Ent de unos ojos rojos como rubíes entraba en cólera sin razón alguna y empezaba a destruir el campamento. La tribu no podía enfrentarse a este ser, no quedó otra que huir.
Pero el Ent nos perseguía, y aunque nosotros eramos una de las razas más ágiles de Gold, sus zancadas eran de unos 4 metros por lo que cada vez se nos acercaba más...
En un momento de despiste, perdí de vista a mi tribu, aunque parecía ser que no de la vista del Ent furioso, así que no me quedaba otra que seguir corriendo y buscar un sitio donde guarecerme...