Encuentro Ardiente [Eärendil, Piro y Alby]

Verdaderamente me sentía perdido, como si estuviera solo en mitad de un bosque desconocido, en una isla rodeado por agua, como si estuviera solo en el vacío. Por una parte, nadie me había comentado que durante un tiempo, uno de mis grandes compañeros de aventura estuviera muerto, eso explicaría el porqué de que no lo hubiese visto durante tanto tiempo, no sabía si entristecerme porque hubiera muerto o alegrarme pues decía que había resucitado. Estaba confuso.

Pero de pronto a mi hocico llegó un nuevo aroma, una quinta presencia, pero esta era diferente a la que emitía un humano pues eso era lo que aparentaba la nueva chica que había hecho acto de presencia. Su olor era bastante diferente, pocas veces había olido algo sí, era como el de un ave.

Entonces la chica avanzó hacia mí con actitud algo asustada, como si yo fuera a atacarla o si temiera que me abalanzara sobre ella, entonces realizó una pregunta que al menos a mi me pareció algo evidente.

Me preguntó que si era un licántropo a lo que yo respondí-No, soy un lobo después de haberme tragado tres jabalíes, no, soy un peluche de trapo gigante que habla y se mueve.
Dejando a un lado las pequeñas bromas, avancé hacia ella con cuidado de que no se asustara hasta situarme enfrente de ella y sentarme sobre mis patas traseras para después mirarla a la cara-Sí, soy un licántropo, discúlpeme si la broma de antes haya podido molestarla. ¿Por qué lo pregunta?

Sentía el corazón en un puño, latía cada vez más fuerte y más rápido,

Tras escuchar la historia de Piro me quedé estupefacta, pero poco tiempo tuve para reaccionar, al instante llegó Aslanyan que asustada al principio miraba a Alby con desconfianza, al instante pareció calmarse y le preguntó acerca de su tío, me acerqué a ella y le di un abrazo:

-¿Cómo te ha ido cielo? ¿y cómo vas con eso de volar? - me di cuenta de que no todos se conocían y la presenté- . Alby tu ya te has presentado por ti mismo, Piro, esta es Aslanyan una vieja amiga mía, Asly, él es Piro, un buen amigo- Les sonreí y esperé a que siguiesen ellos

La chica me contó que se llamaba Aslanyan, un nombre extraño, pertenecía a un internado de de ángeles y estaba buscando a un licántropo que había atacado al director de su internado, me sentí algo mal al desconocer si quiera que hubiera pasado algo así, no había podido hablar con muchos licántropos, el más cercano que tenia era mi hija pero como yo, no se enteraba de nada.

Siento tener que dar una respuesta negativa, pero ni siquiera sabía de aquel suceso, pero puedes contar conmigo para buscar toda la información que necesites. ¿Para qué si no sirve un Buscador de la luz?-propuse a la joven.

En ese momento nos explicó Alanna que ella era una de sus viejas amigas pero no hubo tiempo para más explicaciones pues Piro ya se había preparado una fogata para pasar la noche, el tiempo había pasado muy rápido y no me había dado cuenta de que había anochecido.

Por simple comodidad avancé hacia un lado y después de dar una o dos vueltas sobre un lugar me eché para descansar, si íbamos a hablar al menos yo estaría cómodo aunque lo mismo si nos íbamos a dormir. Hacía mucho que no dormía bajo mi otra forma y esta arropaba bastante más por su gran pelaje, aunque en algún momento estar siempre lleno de pelo podría ser una molestia.

Nos sentamos todos junto a la hoguera y al poco Asly empezó a quejarse y todos la miramos asustados, pero pronto vimos que simplemente se había clavado algunas hojas con pinchos, no pude evitar reírme y mientras me sentaba sobre las rodillas para ayudarla a quitarse los pinchos, le pregunté:

-Si luego te encuentras mejor ¿te vienes a buscar algo para comer?

Le sonreí viendo que le dolía cada vez que le sacaba un pincho:

-Venga no te preocupes que ya casi hemos terminado, ¿vale?

Cada uno se iba a dormir a un lugar aunque no todos dormían bien, por ejemplo, la nueva chica empezó a gritar pues al parecer las improvisadas mantas que se había hecho con unas hojas estaban llenas de pinchos o eso era lo que al menos decía. Es algo descuidado utilizar lo primero que encuentras sin antes comprobarlo-pensé.

Yo continuaba echado con los ojos cerrados mientras era bañado por el calor que aportaba la fogata al igual que mi pelaje, la verdad es que se estaba bastante a gusto así, la tranquilidad de la noche una vez se hubiese solucionado el problema de Aslanyan. Pero eso no quitaba que no hubiéramos comido nada, era realmente difícil dormir con el estomago vacio y ya las chicas se estaban proponiendo ir a cazar, era una de las ventajas de un licántropo, escuchar mejor de que lo escucharía un simple humano.

Abriendo mis ojos lentamente me reincorpore sobre mis cuatro patas y me acerqué lentamente a las chicas mientras comentaba- Si vais a ir a cazar yo os acompaño, me parece que os vendrán bien mis instintos lupinos para la cacería-reí un poco al tiempo que captaba un aroma extraño pero familiar.

Miré a todos lados pues ese olor debía de provenir de algún sitio, aquel olor era el mismo que había percibido cuando me encontraba con otros licántropos ¿Era mi propio olor o había otro por aquí?

No me fiaba del extraño que acababa de llegar y menos aún cuando después dijo de "entrentar". Pero alby accedió rápidamente y rápidamente comenzaron a luchar. Iba a hablar cuando algo, un ataque que se había desviado, me dio. Por suerte, era poco fuerte y solo me aturdió. Con solo, quiero decir que no me causó daños graves, pero caí tras un arbusto y me quedé insconsciente. Poderosa es la capacidad mental de los elfos, por tanto, ese aturdimiento fue solo físico, es decir, que no me podía mover ni hacer nada, pero veía, pensaba y escuchaba. Por eso, supe, que el combate duró hasta que se presentaron dos chicas y se pusieron a hablar. Después, encendieron una hoguera y hablaron de cazar algo de comer. Entonces, un lobo se acercó al grupo y lo sintieron. Poco a poco iba recuperando la conciencia y me podía mover más. Cuando me recuperé del todo, me puse en pie, me coloqué la ropa (eran trajes verdosos, con aire noble, pero viajero y casi no se apreciaban bien mis rasgos) y me acerqué al grupo.
- Es increíble lo fácilmente que se puede olvidar alguien de un elfo - dije sorprendiéndoles a todos - Me llamo Alderun - dije presentandome a las dos chicas y al que creía haber oido que se llamaba Piros - Antes de la pelea de estos dos, yo también estaba aquí, pero me quedé insconsciente y parece que se olvidaron de mi... - dije continuando mi presentación - A propósito, yo también me apunto a la cacería - sonreí.

FDR1: Gracias por esperarme, de verdad
FDR2: Si un rol es privado, nadie más puede entrar a no ser que sea invitado....
FDR3: Mi ordenador se ha roto :S ahora mismo estoy en casa de mi tía :S Me conectaré muy de poco en poco por ahora

Off rol: a Asly y a mi nos invitaron ^^

- Hola otra vez Eärendil, cómo has estado?-le pregunté sonriendo- bueno ya estamos todos los que vamos a cazar nos movemos? cuanto antes salgamos antes cenaremos. ¿Vamos?-pregunté iniciando la marcha y deteniendome a la entrada del bosque y girandome para ver si venían.

-Id vosotros, no creo que haga mucho sin acostumbrarme a mis poderes- grité desde el árbol. Cogí una manzana que colgaba encima de mi cabeza, la limpie con la manta y la dejé a mi lado.-Ya me la comeré luego, ahora tengo que descansar un poco- susurré con las pocas fuerzas que me quedaban. Mientras dormía tuve una pesadilla horrible, presentía la presencia de un monstruo... ¿pero?... ¿sería solo una pesadilla, o había alguna criatura malvada hay fuera con la intención de atacarnos? Aunque mi pesadilla fuese cierta, yo no tenía fuerzas para avisarlos a todos.

La Llanura de Fuego, un bonito sitio de excursión, pensé. En un pequeño zurrón llevaba los escupe-fuegos que un herrero precisaba y que me había pedido que hiciese el favor de traerle un poco de esa planta.

En un principio, me habían dicho que este lugar era insólito y peligroso, pero aún no tuve la ocasión de toparme con ninguna mala bestia. Tras varias horas andando, descubrí los escupe-fuegos junto a un matorral. Conforme avanzaba, la planicie iba aumentando su vegetación y, desde mi perspectiva, el grado de predadores. La noche estaba muy tranquila, lo que me hizo sospechar.

A lo lejos, escuché ciertas voces y pude vislumbrar una fogata. Sin pensármelo dos veces, fui hacia allá. El zurrón lo oculté bajo mi manto y coloqué derecha mi espada pesada en el caso de que no fueran buena gente.

En cuanto llegué, eché un ojo al grupo circundante. Parecían un par de aventureros descansando a la luz de la hoguera. Advirtieron mi presencia, pero no les importó demasiado. Lo que ignoraba en esos momentos era que yo era el único humano. Si no fuera por el pelo de uno en particular, no me hubiera fijado en que había uno dormitando sobre un triste árbol:

- Holas, me pueden decir cómo se ha teñido el pelo de rosa ese tío - dije en tono sereno y expectante, nada más colocarme al lado del árbol en el cual estaba aquel tipo...


[OFF-ROL: Me ha dicho un pajarito que esto ha pasado de ser privado a ser libre]

El olor se percibía, era una mezcla entre humano y licántropo, no sabía, era demasiado confuso para captarlo con claridad pero al final tuve la tranquilidad de saber que ya se había marchado al ver que el olor se perdía, por lo que le comuniqué a Aslanyan que empezaba alterarse al ver mi reacción que no pasaba nada que ya se había ido.

En ese momento hace acto de presencia un compañero que no habíamos visto durante el combate, Alderun decía que se había quedado inconsciente y nadie se había dado cuenta de ello, me sentí mal por ello así que me acerque a él y le dije-Disculpe, hijo de los bosques, pero cuando uno aplica todos los sentidos de los que dispone en un combate, se aísla de lo que pasa más allá de la pelea, siento si le haya podido molestar.

Piro nos comunicó que no quería asistir a la caceria en la que se habían apuntado gran parte del grupo pero antes de que emprendiéramos nuestra empresa en busca de alimento se presento el… sexto… ¿Séptimo tal vez? Un hombre que a apariencia parecía amenazador, tal vez un guerrero, pero cualquier temor a él se desplomo de pronto al escuchar que le preguntó a Piro que como se había teñido de rosa el pelo.

Reí de buena mientras murmuraba- Y yo que creía que había visto presentaciones extrañas.

Después de presentarme y darme cuenta de que había mucha Mucha más gente, y de presentarme a los que no conocía y saludar a los que acababa de conocer y a Alanna, quien me había reconocido e imprudentemente había añadido mi verdadera identidad, dije - ¿Entonces, vamos a cazar ya? Aviso, no voy a traer nada a nadie que no vaya a si que quien quiera cenar... - avisé. Acababa de recordar que había oío a Alby decir que era el jefe de los buscadores de la luz y aprovechando que estaba cerca de mí porque se había disculpado por olvidarme, le dije - Yo también soy un buscador de la luz, me uní hace tiempo, por lo que seguro que no me recuerdan... - dije. Acababa de destaparme la cara, pues el sol ya no me podía dañar.

Cada vez llegaba más gente, el último un chico de aspecto robusto que se presentó de forma extraña, me reí ante la situación que cada vez se iba más de las manos y me presenté yo:

-Hola, soy Alanna- sonreí hablando al recién llegado, escuché un comentario de Aërendil pero prefería no desvelar que yo también pertenecía a los buscadores por lo que simplemente dije- estábamos por irnos a cazar, ¿vienes o prefieres quedarte?

Luego me esperé a que respondiese mientras empezaba a impacientarme por iniciar la cacería.

"Pelo rosa" fue lo único que hoy y que me despertó, me asomé a ver que pasaba y vi a un humano preguntando me una estupidez. Salté desde la rama del árbol cayendo a espaldas del humano.-Jeje, es que el dragón del otro mundo era daltonico- después me sacudí la ropa y me quité una hoja del pelo. Me estiré un poco y me lo pensé mejor.-No se quien eres, ni tus intenciones, ni si quiera se tu nombre, pero me caes bien, esa valentía que te hace no temer a nadie ni a nada es digna de admirar-sonreí y me acerqué al árbol. Le pegué u puñetazo rápido y seco para que cayera la manzana que había reservado antes. -Bueno... creo que tenemos una cacería pendiente, ¿no es así?.

Eran unas personas bastante interesantes. Al pelo rosa, que despertó y bajó del árbol de un salto, no pareció afectarle que yo hablase así, antes al contrario, incluso dijo que me caía bien. Como respuesta, sonreí un poco ante aquel comentario, pero después volví a poner mi cara de medio dormido y a contemplar a los demás aventureros.

Más de la mitad decían no sé qué de cacería. No me lo pensé dos veces. La elfa que se presentó como una tal Alanna me ofreció ir a cazar, a la cual yo asentí aceptando la propuesta. Ahora bien, no sabía qué es lo que pretendían pillar. Iba a decir algo, pero me mantuve en silencio hasta el último momento...

La intriga daría más emoción a esto, o eso es lo que creí en un principio...

Al parecer la mayoría se apuntaba a la cacería, pobres criaturas eran las que no se esperaban que a estas horas les asaltaran tan diverso grupo de cazadores. Alderun aprovechó tenerme a su lado para comentarme que era un buscador que hace tiempo se unió que por ello no lo recordábamos, siempre me había gustado ver caras nuevas en mi clan, un novato era como una hoja en blanco en la que se podía bendecir el conocimiento de las edades y las culturas.

En ese momento Piro decidió bajar de su árbol para decir algo que me dejó algo desconcertado, solo pude articular en mis pensamientos una única palabra y cuestión: ¿Qué?
Prefería no saber más de aquello por el simple hecho de que no le había encontrado sentido a lo que dijo ¿Qué dragón? ¿Qué me había perdido? Daba igual, ya me enteraría de aquello cuando llegara mi hora, de momento era hora de cacería y la única forma que veía para no perdernos era una idea que se me pasó por la cabeza.

Me parece que ya está decidido. Si queremos ir de cacería habrá que tener a un sabueso experimentado que sepa seguir un rastro-reí un poco para reanudar lo que decía- además de que tengo un método para no perderme de vista durante la penumbra reinante en esta noche y así evitar terminar perdidos en la oscuridad- me aparté un poco de Alderun para empezar a caminar para salir del bosquecito que había creado Piro durante el enfrentamiento mientras mi pelaje acumulaba electricidad convirtiéndome en una luz en la noche.

Cada vez se unía más gente ar grupo, algo un poco raro en medio del desierto... Normalmente, eran razones extrañas las que obligaban a ir a estas zonas... Alby volvió a sacar el tema de la caza que había parecido tapado por las bienvenidas.
- Vamos a cazar, pues - dije sacando mi bello y hábil arco élfico. - Tenemos que cenar esta noche - dije. Algunos antepasados mios, tan solo se alimentaban de bayas, frutas, pero también procedía de los Curwë, por lo que también cazaba.