Misión: Ángel guardián. (parte 1)

En aquella torre en las montañas nevadas, donde predominaba el blanco invernal pues las montañas estaban cubiertas de la fría nieve, lo que era típico en el Reino de los enanos, en aquella torre los enanos iban de un lado a otro con libros, tablillas, algunos llevaban objetos extraños que no nos gustaría saber de dónde han sido extraídos.

Mientras tanto en la planta baja en la entrada esperaban un grupo de enanos con túnicas marrones con un martillo rojo en el pecho, eran los acólitos que esperaban al grupo de aventureros que debía escoltarlos hasta el Reino Élfico, debían proteger a los acólitos durante la travesía hasta llegar a tierra élfica, a partir de ahí entregarían la recompensa y continuarían con su viaje.

Los enanos murmuraban y hablaban entre ellos junto a la puerta principal por la que entraba una leve brisa fría más algo de nieve pero en la torre, en la planta baja había una chimenea que mantenía caliente a los que se encontraban en ella, seguro que si estuviera apagada muchos de los presentes aun con pieles de animales invernales estarían tiritando de frio y hasta con la nariz roja.

La sala estaba decorada con arquitectura enana, las mesas estaban atestadas de magos que tomaban algo, estudiaban o simplemente esperaban a que terminara la tormenta para retomar el camino que les había hecho hacer una parada en aquella torre en una montaña nevada.

Un nuevo chico se había adentrado en la estancia por aquella puerta por la que entraba parte del frio y la nieve, los acólitos miraron de arriba abajo a aquel chico preguntándose si era un viajero nada mas o su posible escolta al reino élfico. Tras unos momentos uno de ellos se acerco para confirmar que era él, informo a sus compañeros de que era el que se encargaría de escoltarlos al reino élfico, los acólitos se juntaron a tu alrededor y empezó a habla r el que parecía más sabio y respetable.

Saludos, protector ¿Así que te han enviado a ti a escoltarnos al Reino de los Elfos? Muy bien, mis hermanos y yo estamos deseosos de empezar este viaje y llegar cuanto antes así que ¿Cómo deberíamos viajar? ¿A pie o por algún otro método como alguna montura?-fue diciendo el enano con un tono grave, parecía un enano antiguo, de barba corta pero ya blanca, sus ojos en el interior de la capucha eran marrones con un brillo extraño

Cuanto antes partieran antes llegarían y afrontarían los peligros que les aguardaban durante esta travesía que les obligaría a atravesar dos reinos enteros para llegar a un tercero.

Había llegado con algo de retraso pero por fin ya había llegado la compañera que ayudaría en esta aventura aunque claro, algunos se esperaban algo diferente a lo que paso, la miembro de la raza de los ángeles entro por una ventana pero al final termino rodando por el suelo por culpa de frenar tan bruscamente, entonces tras reincorporarse se acerco al pequeño grupo formado por los acólitos y el otro miembro del grupo, tras preguntar si alguien le pudiera explicar mientras se movían.

Pues la misión es sencilla, mis hermanos y yo queremos viajar a Erenh, pero al formar parte de los acolitos seguramente seamos atacados por bandidos en busca de riqueza, algún depredador de las montañas o alguna que otra criatura-dijo el mismo tipo que le había explicado aquello a Piros solo unos instantes antes de que Elena hiciera su entrada en escena- Estábamos decidiendo ahora mismo en que viajar, si a pie o en alguna montura para facilitar y acelerar el viaje, también deberíamos decidir si deberíamos pasar por la montaña del Golem o cruzar la montaña del Wisiul. La montaña de Golem era el camino corto pero era más abundando por los bandidos mientras que el del Wisiul aunque era un camino largo era más seguro. Vosotros elegid que ruta tomar, nosotros os seguiremos y obedeceremos hasta llegar a Erenh.

Tras explicarle los detalles de la misión a Elena los acólitos dejaron algo de intimidad a los dos protectores para que pudieran charlar, mientras ellos se acercaban a recoger lo que serian sus pertenencias, un par de bolsas en un lado de la pared, marrones tirando a grises, eran distintos tipos desde una simple bolsa para ponerse en el cinturón a una mochila. Ya estaban equipados para emprender la travesía, avanzaron por la sala hasta ya empezar a salir por la puerta para poder ver unas alas demoniacas salientes de la espalda de Piros, algunos empezaron a murmuran entre ellos mientras algunos estaban sorprendidos para después estar desconcertados ante la siguiente pregunta de Piros, que si querían ir en dragón.

Tras unas miradas de desconcierto otra vez el más anciano del grupo dio un paso adelante para hablar con Piros. Vaya, no es típico ver a un equipo formado por miembros de estas dos razas, respecto a lo de viajar en dragón, si usted cree que es lo más rápido para llegar, contadnos done montaremos a una de esas criaturas y que ruta tomaremos para al menos estar informados de donde se supone que estamos y no andar perdidos-dijo el enano mientras observaba a Piros de arriba abajo, parecía un diplomático, seguramente habría recibido lecciones de diplomacia y etiqueta.

Tras un rato de conversación la escamosa cabeza de un dragón negro asomo por la puerta de la torre, era el momento de irse pero algún par de los acólitos se asusto de la criatura, pero en seguida les convenció aquel que parecía el líder de los acólitos diciendo que se tranquilizaran que si era la montura que habían escogido los guardaespaldas, protectores o como les querían llamar, debía ser una criatura o lo suficientemente rápida para viajar pronto o lo suficientemente segura para aunque tardara bastante el viaje hubiera menos complicaciones.

Si estás seguro… Con permiso…-dijo el líder de los acólitos mientras salía por la puerta de la torre e intentaba montarse encima de aquella criatura, aunque por baja estatura le coso un poco al igual que al siguiente, y al siguiente y así sucesivamente hasta que se subieron todos- Cuando quieras.
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Se posteara una última vez ara dejar post y se continuara en la montaña del Golem una vez master abra el tema.