kolandriel vs DeathAlquemist

te reto DeathAlquemist sera albitrado por Dragunov. (si no le importa)

Estaba tranquilamente tumbado debajo de un árbol, en mitad del Paso del Este, cuando de repente un elfo apareció ante mi. Le miré con cara de sueño mientras me incorporaba. De repente me miró y me dijo que me retaba a un duelo. De golpe todo mi cuerpo se activó. Hacia mucho tiempo que no peleaba, y estaba desentrenado. Pero de todas formas decidí aceptarlo, ya que aunque mi adversario parecía otro mago del bosque, me parecia tener ventaja en este campo.
- De acuerdo, acepto tu duelo, pero que sea un duelo amistoso, sin muerte, ¿de acuerdo?, si me veo en peligro me rendiré, haz tu lo mismo

Nada mas acabar de decir esto, salté hacia atrás, tomando una distancia de 2 o 3 metros, y saqué del bolsillo mi pluma y mi cuaderno. Ante los ojos sorprendidos de mi adversario, me puse a escribir en mi cuaderno.
Esperé su respuesta.

Tras un urgente recado de parte de un tabernero, me dirigía por el cutre Paso del Este en dirección a Rosbasha. Lo que sucedió fue que un elfo retó a un duelo a un humano, o eso era lo que me parecía. Fui corriendo hasta allá y solicité ser el árbitro. Aceptaron sin rechistar ambos. ¡Al cuerno con el recado, puede esperar! Una pelea individual no se ve a menudo por aquí.

Acto seguido, se pusieron cara a cara y yo, en medio de ellos, hablé con claridad y concisión:

- ¡Se va a proceder a una lucha individual entre los dos aquí presentes! Se prohíben golpes en la entrepierna, así como compañeros de apoyo. Podeis usar cualquier tipo de ataque o defensa, donde también la magia entra en juego. Esta lucha es amistosa, así que no se debe matar al rival - retrocedí un par de metros hasta que mi talón chocó con un peñasco - Señores, ¡cuando quieran!

Me senté sobre la roca y contemplé asombradamente que el que se parecía a un humano empezó a escribir algo en su libro. ¿Era una broma o una estrategia?

mi Adversario para mi sorpresa saco un libro después de retroceder unos 2 3 metros me quede extrañado pero no podía dejar pasar esta oportunidad con firmeza saque y apunte a mi objetivo con mi gran arco saque una flecha que dispare firmemente y sin previo aviso al tendón del hombro izquierdo derriba del corazón. mientras lo sacaba segia pensando que pensaria aser con un libro no era que se viera amenudo.

Para mi sorpresa, mi adversario no dudó ni un segundo en sacar su arco y dispararme. No era un tiro demasiado potente, pero podía atravesarme si me daba, al tratarse de un arco largo. Menos mal que había sido precavido.
Rápidamente interpuse el cuaderno entre la flecha y mi cuerpo, enviando un poco de energía del bosque al cuaderno, haciendo que sus tapas, que eran de corteza de árboles, se volvieran compactas y duras. La flecha, tal y como esperaba, impactó contra mi cuaderno, atravesando tan solo la portada y la contraportada.
- Vaya, mira lo que has hecho, me has roto el cuaderno.

No le di tiempo a guardar el arco, y usando un poco de magia del bosque, le arrojé el cuaderno, como si de una piedra se tratara, pero antes de que llegara a impactar en mi adversario susurré: - Blodau Escupefuego
Y de la tinta que había escrita en mi cuaderno empezaron a salir flores escupefuego, que hicieron estallar el cuaderno en una enorme llamarada, a menos de un metro de mi adversario. Inmediatamente, y sin pararme a pensar si le habia dado o no, use mi capacidad de ocultación, que venia dada por mi sangre de silfo, y me oculté entre los árboles cercanos, volviendome practicamente invisible.
A ver como sales de esta- Pensé confiado.

Los contrincantes empezaron con ataques a distancia. La incitiva, suponiendo yo, la tomó el elfo al disparar aquella silbante flecha. El otro, sin embargo, volvió a dejarme atónito. ¡Había parado la saeta con su libro! Definitivamente, se trataba de un pequeño, pero ''piligroso'' mago. Este no tardó en lanzar su libro como contrataque y pronunció cierta cosa que no llegué a entender. A casi un paso largo del elfo, el libro estalló en llamas. Apenas me di cuenta de la siguiente treta de aquel mago.

Mi flecha quedo atrapada en el cuaderno este estalló en llamas, me impresiono pero no tenía tiempo con mi magia de bosque cree un viento en contra mientras saltaba con el arco hacia la derecha pero entonces lo perdí de vista no lo veía, pero no dejaría que eso me causara problemas sencillamente pedí a los arboles que me dijeran donde se encontraban y ayi dispare una flecha con una gran potencia.

Desde mi posición observé como una flecha salía de la explosión directa hacia mi, y no tuve tiempo de pensar en como me había detectado. No me daba tiempo a esquivarla por completo, así que me rozó un poco el hombro, causándome una leve sensación de dolor. Inmediatamente volteé por el suelo, saliendo a su vista, y al mismo tiempo que daba la voltereta, agarré un poco de tierra del suelo y se la arrojé a los ojos. Inmediatamente después agarré una piedra y se la lancé del mismo modo, esperando que la arena le cegara y la piedra consiguiera alcanzarle. Inmediatamente me volví a camuflar, pero esta vez interponiendo un par de árboles entre el arquero y yo. Ya que yo tampoco le veia debido a los árboles, lanzando un chorro de tinta a uno de los árboles mas cercanos al elfo, susurré: -Blodau Observadora.
Asi podría vigilar sus movimientos y observar si la piedra habia alcanzado su objetivo.

¡Y dale con la distancia! Me pillé una pequeña decepción al ver que atacaban así. En fin, no pronuncié palabra y seguí mirando cómo se tiraban cosas. El elfo siguió con su receta de flechazos, mientras que el otro... otra vez volvió a dejarme, lo que se dice, petrificado, ¡pues había tirado una piedra al elfo! Antes de contemplar al elfo, me di cuenta de que el otro había lanzado un chorro a un árbol, del cual salió una interesante flor. Desconocía su uso por aquel entonces, pero seguro que algún efecto haría aquella plantita...

Me echo tierra, estaba seguro de que le rose por desgracia la tierra no me dejaba ver por suerte solo llego a 1 metro de mi pero de ahí salió una piedra inesperada para mí, me tire a la derecha pero me dio en el pie rosándome no era mucho la verdad me sorprendió una piedra, lo volví a perder y volví a hablar con los arboles aun sabiendo su posición desde mi lugar no llegaba a verle dado que unos arboles se interponían .pero se ser paciente lo único que hice fue descansar el pie y fijarme en una extraña flor que ami parecer no estaba hay antes pero le reste importancia prefería seguir observando y descansar.

Desde la Observadora veía a mi adversario descansar. Tal y como creía, la piedra pasó cerca, pero ni siquiera le golpeó de lleno. Bueno, al menos se moverá mas lento- pensé, mientras arrojaba tinta de nuevo al suelo y hacia crecer dos o tres Milenas, cuyo néctar use para curarme la herida del hombro. Poco después de acabar de untarlo, me moví lentamente y procurando que los árboles me taparan, y en mi recorrido agarré tres piedras mas, dos pequeñas y una mediana. Entonces, cuando vi que mi adversario habia advertido que me estaba moviendo, salí corriendo. Empecé a rodearlo mientras me escondia de árbol en árbol, y decidí hacer mi movimiento:
Agarré las piedras pequeñas y se las lancé una detrás de otra, desde distintos ángulos, todo lo separado que pude. A continuación lancé la piedra mediana por su izquierda, apuntando a su cabeza, y usando magia de viento para darle velocidad. Por último, y esperaba que fuera el golpe definitivo, porque estaba agotado, salté y le lancé mi pluma, esperando que diese en su objetivo con su afilada punta. Mientras esta llegaba a su objetivo, me preparé por si no funcionaba y saqué la daga del bolsillo, colocándome en posición defensiva.

La batalla se había apaciguado momentáneamente tras esquivar el elfo la piedra. La tensión se mantenía pero se hacía poco perceptible. El elfo se mantenía atento a su enemigo, mientras el otro estaría haciendo alguna de las suyas. En un lapso menor a un minuto, salió disparado de un árbol, lanzando piedras a diestro y siniestro. La última de las piedras fue con más velocidad que las demás anteriores. ¿Habría sido algún hechizo? Me recomodé un poco más en el peñasco mientras proseguía observando...

Me tiro otras piedras más bien pequeñas de distintos ángulos pero una grande y hacia mi cabeza no se por que pero mi reflejo fue generar un escudo semicircular de ramas para protegerme pero una pluma lo atravesó y se me clavo en el pi por suerte no tenía mucha potencia y era una herida superficial.

El elfo, se cubrió de mis múltiples ataques con un escudo de ramas, pero en el último momento, mi pluma atravesó el escudo y le hirió levemente el pie. Inmediatamente me relajé, ya que la tinta de mi pluma se había introducido en su herida del pie. Gracias al destino, mi estrategia de distraerle con las piedras para asestarle un golpe con la pluma, había funcionado, y por poca que fuera, habia dejado tinta en la herida al clavarse.
-Blodau Tempano Eterno- Susurré, e inmediatamente, del pie del elfo surgieron varias de esas flores, que le congelaron rápidamente las dos piernas y la parte de abajo de la cuerda del arco, por lo que este no podría disparar más.
- Ríndete, y todo quedará en Tempanos Eternos, si no lo haces, esta vez haré que florezcan Escupefuegos y podrías salir un poco chamuscado, y ni pienses en liberarte del hielo y huir, mi tinta ya esta en tu pie, y por mucho que corras seguiré pudiendo hacer florecer plantas.

Esperé impaciente su respuesta.

Casi me caigo de la piedra al ver esa locura. Tras clavarse en el pie del elfo, su rival pronunció algo y de repente su pie se fue congelándose buena parte de las piernas y un poquito del arco, y todo a causa de unas flores de nada. Me deslicé suavemente y me quedé apoyado en la piedra. Esto se ponía interesante. ¿Sería ya el golpe final o al elfo aún le quedaba algo que planear? ''Nota mental: No dar rodeos con los magos...'', pensé.

Nunca no pienses que me rendiré ni que tienes las de ganar por que las cosas cambian copo el curso natural del tiempo.
tenia que ser agil mental mente cree con la mano que me sobrava levante viento y un par de hojas que fueron a rodearle y luego como dagas agran velosidad lo atravesarian me encontraba exsauto.

El siguiente movimiento del elfo me sorprendió, ya que levantó viento y lo usó para arrojarme unas hojas a gran velocidad, que me abrían atravesado, de no ser porque yo también era un mago del bosque, y levantando las manos todo lo rápido que pude, creé una corriente de viento a mi alrededor. Pero eso no fue suficiente, ya que el elfo debía de haber puesto toda su fuerza en ese ataque, y no logré detener las hojas, pero si frenarlas lo suficiente como para que el daño fuese menor. Noté como las hojas se me clavaban en mis brazos y piernas, llegando incluso a rozar los músculos. Una de ellas también se me introdujo un poco por el costado, y caí de rodillas.
-Tu... ganas, me rindo.

El tío de las plantas cayó pesadamente de rodillas y abandonó el seguir batallando. Bajé del peñasco y me fui acercando a la zona de lucha, hasta situarme a dos metros del elfo. Mientras caminaba, dije:

- Esta pelea la has ganado, elfo, por abandono de tu rival - miré un poco serio al tío de las flores - Espero que volvamos a encontrarnos, buenos días.

Me limité a girar y encaminé mi marcha hacia Rosbasha, sin olvidarme del encargo del tabernero.

[OFF-ROL: Tema cerrado y que se reparta la exp y el dinero correspondientes]

Me temo que aun no ha acabado mis jóvenes compañeros-pronunció una voz de entre las ramas de los arboles, un observador que desde el principio estuvo presenciando el combate. La figura de un chico encapuchado por una túnica blanca descendió desde lo alto de un árbol cercano colocándose junto a los tres presentes.

Puede que el veredicto se halla decantado por una rendición, pero el duelo ya estaba decidido en el momento en el que Dielf acertó su último ataque-dije explicándolo, no me sentiría bien si me marchaba de este duelo sin decir mi punto de vista.

Las flores echaron brotes y crecieron en tu herida, elfo, los extractos de los témpanos eternos producido por las raíces se debieron de mezclar con tu sangre, causando un efecto bastante letal, provocando congelación que en pocos minutos se extenderán por todo tu cuerpo acompañados por una gangrena, que por lo visto, ya está presente-dije mientras con la punta de mi báculo me apoyaba en una de sus piernas para ver como se retorcía de dolor- acabas de aprobar las pruebas mágicas ¿No? Eres un novato, estando en un estado como este no deberías ser capaz de realizar ni el hechizo más sencillo, aun tienen muchas cosas que hacer y practicar con la magia.

Me acerque a su adversario y le tendí la mano mientras le aplicaba un hechizo de curación para curar sus magulladuras, una vez en pie le susurre al oído: Puede que te hayas rendido pero claramente este duelo lo tenias ganado, en el momento en el que heriste a tu contrincante el ya era un cadáver, practica un poco tu magia y puede que logres un día volver a hacer esto pero sin necesidad de herirlo, puede que incluso con simples esporas hacer que germinen.

Una vez terminada mi opinión, con una sonrisa estallé en cientos de luciérnagas blancas que se perdieron entre los arboles.

[Duelo Cerrado]