Clases Especiales de Alby

La tarea que había escogido era bien sencilla, yo me encargaba de enseñar y ayudar a aquellas personas no muy agraciadas en cuanto a los conocimientos básicos y nociones sencillas de la temática y la forma de conducta y actuación. Ya había enviado a mis mensajeros la notificación de que me dedicaría a esto por si algún profesor necesitaba mandar a alguno de sus alumnos con los que iban atrasados.

Me encontraba en los jardines de la escuela, un gran lugar con diferentes plantas de todo tipo además de encontrarse en un cruce de caminos al hallarse en mitad de la escuela, se cruzaban un camino por cada punto cardinal, Norte, Sur, Este y Oeste.

Había pensado que para mejorar el ambiente para el alumnado, una lección al aire libre sería el mejor escenario para la enseñanza. Llevaba conmigo algunas herramientas que me podrían ser útiles para mi alumnado ya fuera como un libro hasta un par de cuchillos ocultos bajo mi túnica, nunca se sabía que se podría avecinar.

Esperaba pacientemente a que mis alumnos vinieran tras hacer un llamamiento y citarlos a todos en el jardín, era un comienzo para mis primeras experiencias como profesorado.

(Off Rol: Duna y los demás que se apunten, esto serán lecciones practicas, os mandaré a hacer una serie de tareas mientras os doy consejos e instrucciones de cómo hacer las cosas, tanto en el rol como escribiendo. Por favor, eviten el spam, no posteen solo para dejar un off rol de ni tan siquiera una línea.)

llegue donde de mi maestro, era bajito así que me tumbe y le dije: yo me apunto.
Esperando a que dijese que debía de hacer

off rol: perdon por ser solo dos lineas.

Nami, has de esperar a que se te acepte la ficha para postear aquí, se paciente.

estaba esperando a que el profesor, estaba algo nerviosa ya que no savia lo que pasaría, me senté y me limite a ver hacia el horizonte y la figura del cual seria mi profesor,
corrí hacia el con unas ganas brutales de empezar y le pregunteporfe que vamos a hacer ?

Mi espera dio sus frutos al ver como se presentaba mi nueva alumna, o eso creía pues m pareció que me llamaba profesor, habla demasiado extraño y ni se había presentado antes siquiera de preguntarme que había que hacer. Tenía mucho trabajo por delante, enseñarle educación, modales, protocolo y mucho más, pero primero debía empezar por lo más básico, mantuve la compostura y me acerqué a ella con una sonrisa y acercando mi cara a su rostro dije:

-Bien, pues empecemos por lo básico, el verbo saber se escribe con b, cuando hablas en primera persona del pasado se pone tilde a cada verbo que realices, observé, expliqué, fulminé. Siguiente, para hablar hay que saltar al renglón siguiente y empezar la frase con un guión, además de cambiarle el color. Por último, cuando haces una pregunta o haces un dialogo, la primera letra después de punto o al empezar siempre va en mayúsculas, y si es una pregunta, se colocan los dos interrogantes, los dos, ¿ ?.

Tomé aire y decidí asignarle la primera tarea que se me ocurría, me aparte un poco y me presenté: Soy Alby Rocnus, líder de los Buscadores de la Luz, tu primera tarea es sencilla, habla, preséntate, añádele acciones como quieras pero habla.

Mientras aterrizaba pronuncie con la voz grave y en un tono de disculpa
-siento haber llegado tarde mi nombre es nami, espero que puedas disculparme por mi tardanza-
En eso que lo decía se tumbo hasta que su cabeza llego a la altura desde el suelo a la cabeza de un personaje que seguramente era humano y casi seguro el profesor.
Además se podía observar a lo que en mi opinión era una elfo oscuro o mas bien una elfa oscura.

Espera, es cosa mía o solo hay una persona allí, solo hay tres opciones, la primera que he llegado tan tarde que aquello ya ha acabado, la segunda que aquello acabe de empezar y llegue demasiado pronto o la tercera y última opción que es que esto ya estuviese empezado y nadie se hubiese dignado a presentarse allí, que podría ser y si era así digamos que sería un alivio pero también que la gente era muy poco considerada, pobre del profesor que nadie se presentaba o pobre de mi que no había ni llegado
-Buenas, ¿llego rematadamente tarde?

La clase se hubiera terminado por suspender por la ausencia de alumnado puesto que en un abrir y cerrar de ojos mi alumna se había esfumado, como si se hubiera escapado sin tan siquiera brindarme su nombre, era bastante extraño. Di un suspiro para después fijarme en mi otra alumna que también se había marchado, hace poco una paloma había dejado caer una carta de transferencia a otra clase, Nami era llevada a la clase del otro profesor de turno, menuda organización teníamos en esta escuela.

Primero estaba que llegaban alumnos y se fugaban, ahora que cuando parecía que podía dar una clase normal, un pájaro se lleva a mi pupila, tal vez era una señal para que hoy no diera clase, una casualidad o tal vez simplemente hoy era día de mala suerte. Harto de esperar tumbado en el césped del patio de la edificación me rendí, no hacía nada esperar allí, solo estaba perdiendo el tiempo, nadie vendría, solo era cuestión de mecanismo el dar la señal para que las campanas funcionaran y con ello, el final de la jornada escolar.

Cerré los ojos y me quedé un rato escuchando la brisa, pero algo alteró el sonido, mi sentido del oído era cautivado por el mismo sonido, unas pisadas sobre el césped de la escuela, por último, una voz femenina preguntando si había llegado tarde. ¿Era posible? ¿Una nueva oportunidad de enseñanza tras dos fracasos consecutivos?

Abrí rápidamente los ojos mientras mi cuerpo estallaba en cientos de luciérnagas luminosos que revoloteaban y se esparcían por el jardín mientras resonaba una carcajada de alegría, en un árbol cercano a la recién llegada, mi nueva alumna. Mi cuerpo se recompuso encima de las ramas de los árboles, poniendo las piernas en el lado contrario a mi cuerpo me dejé caer de la rama quedando colgado por mis piernas de la rama del árbol sobresaltando a mi invitada.

-La pregunta no es si llegas tarde, la pregunta es ¿Crees que llegas tarde?-dije con una sonrisa, siempre me habían gustado los juegos complejos y las conversaciones acerca de las ideas y la lógica de cada persona, era fascinante descubrir que no siempre es lo mismo lo que se guarda bajo la apariencia física.

Había alguien, o al menos hasta hace un momento había una persona, porque en cuanto abrí la boca la persona que allí había se desintegró por completo en un montón de pequeñas y... bueno te diría que bonitas, pero a mi todos los tipos de insecto me parecen un poco repelentes, el caso, que no me gustan. Para variar al menos aquello era digno de ver, una persona que se esfuma convirtiéndose en luciérnagas y justo unos momentos después aparece colgado de sus piernas en el árbol mas cercano, haciendo que yo pegue un pequeño salto por la sorpresa.
Solo con lo que ya había visto afirmo que es alguien extraño, y que siento decirlo, pero siendo así no me extraña que no halla nadie, seguramente se fueron asustados o ni han llegado, es un enigma por resolver. A lo que importa, el extraño del árbol, puesto que no se su nombre de alguna forma tendré que llamarle, me preguntó que si yo creía que había llegado tarde, esa si que era una buena pregunta.
Me llevé un dedo a los labios la respuesta a aquella pregunta la había estado pensando antes, pero sin llegar a una conclusión, quizás me lo aclare si le respondo
-Bueno, está la posibilidad que halla llegado tarde, también que lo que ocurra es que nadie ha llegado aún-aunque mirando las horas que son, me da a mi en la nariz que eso ya no es probable, pero sigue siendo una opción-y luego también esta la posibilidad de que no halla venido nadie o todos se hallan ido por un motivo "X", si resulta ser lo último me parece muy mal, aunque le veo bastante sentido.
Fue un respuesta bastante simple que no sabía si era lo que esperaba o no, pero de todas formas no le podría haber respondido de otra forma.

Su respuesta hablaba de posibilidades y probabilidades, matemáticas que me recordaban a mi juventud en la casa de mis padres donde todos los días venían profesores particulares a darme clases, con tal de que yo no saliera al exterior, al final comprendí que mis progenitores lo hacían por miedo a que yo resultara lastimado pero eso era demasiado sobre-protector.

-Despejar la X, la X soy yo.-dije riendo mientras empezaba a notar que mi cabeza le subía la presión y que mi costoso peinado se quedaba completamente de punta mientras estaba suspendido en el aire- Pues sí, has llegado tarde, el alumnado ya se ha marchado hará un rato, una hora, tal vez tres cuartos y la jornada escolar está a punto de acabar, pero aun se puede hacer una cosa, quedarse para las clases de la tarde y las nocturnas.

Descolgando un pie del árbol bajé un poco más hacia la tierra, lo justo como para hacer lo que me proponía realizar, le tendí la mano boa abajo en gesto de presentación- Soy Alby, Alby Rocnus, Líder de los Buscadores de la Luz, Señor del conocimiento arcano y profesor de esta escuela-terminé esperando una presentación similar a la cual yo había hecho.

Acto seguido me fijé un poco más en mi nueva alumna, era bastante peculiar, totalmente distinto a lo que había tenido hasta ahora entre el alumnado, aunque claro, teniendo en cuenta que eran tres personas distintas no sabría qué decir. Parecía una chica normal y corriente, de las que te podrías encontrar en cualquier calle de Rosbasha paseando, salvo por la vestimenta, de cintura para arriba predominaba el color rojo, en cambio para abajo, el negro además de que el traje era extraño, la supuesta falda se abría por delante mostrando lo que se asimilaba a los trajes de baño de cuerpo entero que había visto en la Tierra, cubrían por completo el torso y luego dejaban al aire libre piernas y brazos. Aunque claro, también podía ser mi cabeza que estaba empezando a alucinar por la alta presión y la cantidad de sangre que se acumulaba en ella.

Pero aun con la sangre subida a la cabeza, mi instinto de mago blanco no podía ser engañado, en su interior guardaba una parte de la esencia demoniaca, seguramente era una mestiza puesto que de ser un demonio “puro” mi juego de luciérnagas lo hubiera alarmado estrepitosamente puesto que la luz dañaba las sombras.

También cabía destacar que en la parte superior, o inferior desde mi punto de vista, llevaba un accesorio un tanto peculiar ¿era una corbata? Bastante extraño, si poseía aquello solo había una manera de que lo hubiera conseguido, que hubiera ido a la Tierra, puesto que en Gold no existían. Destacando otras características eran los botones dorados de sus dos chaquetas, una encima de la otra, además de que al igual que yo, su pelo era ligeramente rizado en las puntas, la verdad es que podría contar con los dedos de la mano de un pirata manco con cuantas personas de pelo rizado sin contarme a mí me había encontrado.

Ya bastaba de momentos de análisis, por el camino del jardín se aproximaban un grupo de cuatro personas, ¿más alumnos? Una idea se me pasó por la mente.

-Quiero que me describas con total libertad a detallar a cada una de esas cuatro personas-dije señalando al grupo estudiantil que se nos acercaba.

Creo que mejor dejaré las cosas de probabilidades, las matemáticas nunca han sido mi fuerte yo solo hablaba de sucesos que se podían haber dado, pero bueno supongo que nunca fue una buena idea, al igual puede que no fuese una idea brillante venir a la hora que me fuese bien, ahora pasemos a una explicación mas detallada de las razones de decir esto ahora.
Básicamente me acaba de hacer recordar que soy la pequeña de tres hermanas y a la que siempre le suelen salir mal las cosas, es decir, la mayoría de las veces siempre acababa siendo regañada por alguna de las otras dos, como llegas tarde y cosas así, es la clase de cosas que no te gusta que te recuerden solo queda una cosa que hacer, esta claro que tengo que dejar pasar eso
-Pues no será ningún problema estar en la clase de la tarde o en la de la noche- me cruzo de brazos, si le molesta lo siento por el, pero si es profesor deberá aguantarse.
Después de aquello se medio descolgó del árbol para ofrecerme un presentación bastante elaborada, mas de lo que se podría esperar y mas de lo elaborada que será la mía, puesto que yo no tengo gran cosa que decir de mi misma, o mejor dicho no suelo decir gran cosas de mi misma y mucho menos lo elaboro tanto, simplemente lo digo y ya esta-Zhalia, Zhalia Moon, desempleada por el momento- pues eso que ya esta, no hay nada mas que decir salvo describir a las cuatro persona que se acercan hacia aquí, que pretende con eso, no lo se pero sera mejor que lo haga así cuanto antes lo haga antes acabaremos
-Bueno, pues una de ellas es una chica al que podemos considerar alta, es de cabello morado, corto, que solo le llega a la barbilla, totalmente liso y el cual lleva peinado siempre hacia el lado derecho con un mechón que podría hacer de flequillo, sus ojos son verdes, viste con un vestido verde oscuro, un saco rosado y zapatos blancos. Luego hay un dos chicos uno de ellos tiene el pelo rubio oscuro y el otro lo tiene de color negro ambos dos lo tiene corto aunque les sobra algún mechón largo, aún así son bastante diferentes el primerolleva una camisa azul y una sudadera roja y el segundo lleva una camisa blanca con chorreras y una chaqueta negra, el de la camisa azul tiene los ojos azules el otro los tiene color miel. De la cuarta persona es una chica de pelo largo y moreno, de piel de un tono claro y ojos también marrones pero mas oscuros que el color de su pelo y lleva una blusa oscura con algo de escote.

Parecía que la idea de asistir a clases nocturnas o por mediados de la tarde no le desagradaba, bien, algo se empezaba además de que me había dicho su nombre, Zhalia Moon, un apellido poco común y que me recordaba a la palabra que usaban los terráqueos para referirse a la luna, ¿Cuál idioma era? ¿Ingles tal vez? Daba igual, no era importante ahora.

Tal como le había pedido, ella describió a las cuatro figuras que avanzaban por los jardines, aunque no fue como yo esperaba puesto que simplemente comentó una vista por encima de lo que vestían o su peinado, sin variar en vocabulario, repitiendo una y otra vez la misma palabra, no era armónico, no llevaba ritmo, se asemejaba más a una reverberación que a un bello análisis.
Alcé el dedo índice a la altura de mi cara delante de ella y con un sencillo hechizo di forma a un cuchillo luminoso, de bordes dorados y transparencia en el centro del mango y el filo.

Observa-le pedí mientras mantenía el puño de mi brazo izquierdo cerrado a excepción de este dedo, entonces abrí la mano y tres cuchillos más aparecieron sobre cada uno de mis dedos salvo en el pulgar. Me giré hacia el grupo estudiantil sin apartar la mano de delante de mi alumna, la alcé por encima de mi cabeza y detrás de mi espalda para después estirarlo por delante mía lanzando mis creaciones.

Silbaron en el viento durante unos segundos antes de alcanzar a cada uno de ellos en la frente, fracciones de segundo después, las cuatro figuras se desplomaron sobre el suelo, inconscientes. No les había hecho daño con esos proyectiles, no eran más que ilusiones, simplemente había lanzado cuatro cuchillos falsos y sus cerebros habían hecho el resto. Cuan sencillo era engañar a la mente, hacer que una situación completamente onírica se convirtiera en realidad para ellos, si uno sabía qué hacer, cuando y como, era bastante más fácil coger desprevenido a alguien para que cayera en una trampa ilusoria.

Me giré hacia mi acompañante para darle la siguiente tarea- Ahora que no hay nadie que nos moleste es el momento de tu siguiente trabajo, quiero que describas los alrededores, puedes hacerlo en voz alta o si lo prefieres, hacer una descripción mental, eres libre de elegir, pero no será tan bonito como lo planteo ahora, puesto que deberás hacerlo mientras escapas de mí. Ahora ¡Corre!

Volví a alzar mi mano y cuatro dagas doradas aparecieron sobre mis dedos, esperando a que yo hiciera cualquier gesto para lanzarse sobre la chica, realmente solo eran simples proyectiles, pero cualquier mago, incluso un novato es capaz de moldearlos para que aparenten otra cosa, todo ello estaba limitado por la imaginación de cada persona.

En ese preciso momento no sabía muy bien que decir, el acababa de lanzar lo que parecían unos cuchillos a las cuatro personas que acaban de pasar por allí, por un segundo me dejó la boca abierta, pero apenas me dí cuanta de ello la cerré para que no se notase, es decir, lo que acababa de ver no tenía muchas explicaciones salvo que ese tal Alby, ese que acababa de lanzar lo que parecían cuchillos y el mismo que parecía ser mi profesor, fuese un desequilibrado mental o tuviese un mal día, o simplemente es parte de su forma de ensañar dar ese tipo de sorpresas a los que enseña....ahora mismo no me podía decidir, pero lo que si había sacado en claro era que ese que profesor que se había presentado como Alby era alguien realmente muy extraño, pero sin duda le iba a funcionar, no iba a olvidar aquello en algún tiempo eso lo tenía mas claro agua.
Después de la pequeña sorpresa de las persona llegó otra pequeña sorpresa y digo pequeña por lo ya acontecido, es decir, que me puedo esperar cualquier cosa rara de este profesor, ¿pero realmente es un profesor?, esa pregunta aparece en mi mente, pero queda aclarada en un momento lo es si no no estaría aquí, lo único que usa métodos bastante llamativos...La última novedad me quiere acuchillar mientra yo corro para que no acierte y entre medias de todo aquello le tengo que describir el paisaje y desde luego como me salga como lo anterior ¿que hará?, ¿cortarme en trozos?...no, no le dejaría
-Bueno como quieras-con un breve suspiro me dispuse a hacer lo que había dicho, pero se me ocurrió una manera de no ser un blanco tan..en fin, fácil, al poco de empezar a correr tome el impulso suficiente como para caer en una de las ramas de una de los arboles cercanos, de rama en rama, así sería mas divertido
-Veamos, no es un sitio especialmente espacioso, pero no está mal del todo, seguramente es un jardín o patio, con un césped bien cortado y de una color verde bastante bonito, tiene una serie de arboles por el medio del césped que por lo que parece son resistentes y no parecen tener ningún problema, hay alguna florecilla por aquí perdida, tampoco nos olvidemos que tiene una entrada o salida según como se mire, hacia lo que supongo es la escuela. Oh, se me olvidaba, aquí podemos distinguir dos figuras la de una chica que salta de rama en rama y la de un chico que le va a lanzar lo que parecen cuchillos a la chica

Mi alumna empezó su huida sin delatar ningún síntoma de que se hubiera dado cuenta de donde se encontraba realmente, eso lo haría más interesante, en un mundo onírico controlado por mí, las cosas podrían llegar a ser mucho más divertidas, pero toso ello sin que llegara a darse cuenta de que era un sueño, aunque claro, había estado construyendo esto detallando milímetro a milímetro, la única forma de que se diera cuenta era que se o contara yo, pero eso no iba a suceder, de momento.

Era el momento de que hiciera mi parte, mientras ella saltaba velozmente de rama en rama cual elfo en su hogar, alcé mis brazos al cielo convocando a una criatura que me ayudaría en esta tarea, mi fiel ave lumínica que apareció delante mía con su característico bello plumaje, de color blanco tirando a dorado. Me subí sobre el pájaro convocado que alzó el vuelo a los instantes de yo situarme sobre su espalda, sujetándome a él con una mano mientras con la izquierda trazaba símbolos y figuras, dando forma a varios cuchillos que flotaban a mi alrededor como si yo fuera un Sol y los cuchillos los planetas que orbitaban a mi alrededor.

Persiguiéndola, lanzando proyectiles que se clavaban en la madera sin llegar a acertar a la joven, podía ser rápida, pero mi ave lo era aun más. En un momento dado di forma a un nuevo proyectil algo diferente a los demás, un enorme cuchillo que bien podría ser veinte veces más grande que los que había arrojado hasta ahora, aguardando encima de mi mano, levitando esperó a que yo hiciera el gesto de retroceder la mano y después llevarla hacia delante como si lanzara una pelota con fuerza para seguir la trayectoria y partir un árbol por la mitad, se libró por poco de aquel impacto pero no tendría tanta suerte de aquí en adelante.

Sus palabras aunque ahora había especificado más, seguían cometiendo los mismos errores, repetía demasiado, eran descripciones simples, sin ninguna clase de metáfora, ni un rastro personal, ni una rima, ni ritmo, palabras carentes de sentimiento.

Me adelanté a ella y obstaculicé el paso al siguiente árbol situándome delante mientras los cuchillos se manifestaban a mi alrededor como un abanico-Sigues cometiendo los mismos errores, palabras vacías e insignificantes, repetición tras repetición, ninguna variante, siempre el mismo vocabulario, sin ningún sinónimo, ni un rastro de ritmo, ni rima, ni tan siquiera en verso ¿Crees que puedes seguir así? Yo creo que no.

Acto seguido estiré los brazos para después dirigirlos a la chica mientras que los proyectiles de mi alrededor lo interpretaban como una orden para salir disparados hacia esa dirección.