Nombre: Ragnak
Frase que lo representa: "La muerte es solo parte del camino"
Raza:No-muerto (Undead)
Genero: Masculino
Edad: Muerto a los 30, revivido hace una semana
Deidad: Ninguna
Descripción física:
Ragnak es, como el término popular lo denomina al resto de su clase entre los no-muertos, un zombie aunque no de la clase que los aldeanos suelen encontrar levantándose de sus tumbas y arrastrándose pesadamente por los lares. A diferencia que la mayoría de sus pares carnosos cuyos cuerpos son pliegues de carne roida su cuerpo es fuerte, musculoso, alto y firme. De un tono ligeramente amarronado de piel está cubierto por las que una vez fueron su ropa y armadura que protege su pecho, muslos, hombro y antebrazo derecho. En la hombrera y las partes de los muslos la armadura está adornada por unas cuantas púas que se alzan hacia arriba y el peto tiene tallada una cara demoniaca en el centro aunque lo que siempre causa más pavor es su rostro, siniestro y poco amigable rostro carente de labios y nariz, lleno de puntiagudos dientes y varios mechones de largo pelo castaño. Por lo general su rostro emite una ténue luz de color verde que es poco perceptible desde su boca y ojos aunque cuando siente ira o frustración u otra emoción negativa la intensidad de la luz suele aumentar.
Una verdadera máquina del terror sin contar con el hecho de que va armado de una vieja lanza y de filosas garras que con gusto empleará para desgarrar lo que se le ponga enfrente.
Foto:
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Descripción psicológica:
Mentalmente pués no se le puede considerar un no-muerto corriente. Posee un gran intelecto y ambición además de no padecer la común necesidad inconciente de perseguir seres vivos para arrancar pedazos de carne de sus tibios cuerpos, eso lo hace de puro placer.Egoísta, insensible, ególatra, falto de toda empatía por todo ser vivo y todos los demás calificativos que lo podrían señalar como un asesino consumado desde el momento de su creación aunque cabe destacar que también es un manipulador y embustero que no dudará en ocultar sus verdaderas intenciones y de valerse de los medios necesarios para sus fines por lo que siempre aparenta estar calmado por más que la furia desborde de su interior.
Fobias: Por alguna extraña razón que no puede explicar siente una aversión a los gatos con diferentes colores de ojos.
Miedos: En lo más profundo de su no-latente corazón teme el morir definitivamente.
Gustos y Aficiones: Su hobbie es velar por la erradicación de todo ser vivo, nada muy complejo.
Habilidades:
Racialmente al ser un no-muerto no siente el dolor ni el cansancio en la misma escala que el resto de los seres vivos, de la misma forma pasa con sus limitantes; sin embargo esto es un arma de doble filo ya que no se percata por sensación de lo grave que puede ser una herida para la movilidad de su cuerpo. Además de esto y aunque no lo parezca tiene un muy buen sentido del olfato y habilidades de rastreo, en especial cuando se trata de cazar seres vivos. A pesar de esto la habilidad que posiblemente sea la más interesante es que al alimentarse de carne viva (de un ser vivo o apenas muerto al momento de consumirla) es capaz de regenerar sus heridas siempre y cuando devore el doble de carne que la perdida.
Una cualidad que posee es que es muy hábil en el uso de artes marciales para combatir, conocimientos que se mantuvieron de su otra vida trás su deceso, lo que le da una buena agilidad y velocidad al momento de combatir; además es habil al tocar la guitarra o la flauta.
Defectos: Pues a parte de no ser muy atractivo a veces, cuando la situación se vuelve muy frustrante y contra sus planes, puede perder el control y cegarse por esta. A pesar de no tener esa necesidad fundamental y psicológica de consumir carne todo el tiempo es un requisito para su existencia debido a que al ser el suyo un cuerpo muerto este no se mantiene estable y suele entrar en un estado de descomposición acelerada que reduce sus capacidades a menos que se alimente una vez cada semana y en cantidad considerable equivalente a la mitad de una persona adulta, o sea unos 40 kg de carne como mínimo.
Historia:
1er Nacimiento
En aquel entonces poseía otro nombre, Asgurd, el pequeño hijo de un simple herrero humano de Rosbasha. Nacido a finales de la Segunda era vivía tranquilo, viendo con constante y creciente interés a los grandes guerreros que asistían a la forja de su padre para reparar sus armaduras y partir a épicas batallas de ensueño. Así creció y tras cumplir la edad necesaria se embarcó en su propia aventura, armado con una lanza y la armadura que su padre había forjado para él. Numerosas fueron las contiendas en las que participo, batallas y enfrentamientos que lo llevaron a unirse a sus congéneres en las santas batallas de la Tercera Era, en donde perdió la vida.
2do Nacimiento
Se dice que las almas encuentran la paz una vez que dejan este mundo pero para Asgurd la historia era diferente. El no encontró paz, sino frustración por haber caido en batalla, por no poder seguir con la que debía ser su historia, solo deseaba volver y terminarla. Es imposible saber cuanto tiempo pasó pero lentamente su alma fue corrompiéndose y maldiciendo su fortuna, a los Dioses, a los Humanos por los que había luchado, a las razas con las que había combatido, a todo ser vivo en la faz de su mundo cuando sintió que era arrastrado de vuelta y nuevamente pudo abrir sus ojos. Ahí estaba, en medio de un mausoléo con un grupo de personas de raras túnicas frente suyo alabando a quién sabe quién; alzó sus manos y palpó su rostro, apenas podía sentirlo, ya no poseía nariz, ni labios, ese ya no era su rostro.
Los hechiceros le hablaron, explicaron cosas que no le importaban sobre dominio mundial, el primero de muchos, no-muertos y demás; solo se interesó por una palabra... venganza... trás escucharla saltó en el aire y uno a uno fue desgarrando y matando a los hechiceros; en un momento intentaron deshacer el conjuro y por poco es devuelto al vacio de la muerte pero su alma se aferró al cuerpo y el deseo superó la maldición, librándose de esta y terminando su labor. Ahí se encontraba, entre cuerpos roidos y desgarrados, sangre y víceras a sus pies.
En silencio se abrió paso a travez de tanta muerte hasta la que una vez fue su tumba y que ahora no era más que un hueco en la tierra con una lápida de roca sobre ella en la que decía:
"Aquí yace Asgurd". Se inclinó y tomó su lanza, que había sido enterrada junto a el, se incorporó y de un gran giro rompió la lápida en pedazos con su vieja arma.
Asgurd ya no existe, ahora solo queda Ragnak- Dijo en un susurro y partió de aquel lúgubre lugar con una única misión en mente. Terminar su historia...
Maestrías
Nivel 0: Manejo de lanza básico, mágia negra básica, artes marciales básicas
Arma inicial: Lanza, identica a la que figura en la imagen presentada más arriba, la vara es de dos metros y termina en una cuchilla curva de medio metro de largo, adornada en la unión por puas de metal.