Visitando la ciudad más a fondo.

Nawin dijo que lo podríamos dejar con vida, yo sonreí, luego miré al bandido y le dí un golpe en la barriga, dejándolo inconsciente, lo tiré ante dos guardias. - Encerradlo, ha intentado matar a esta noble elfa. - Le dije a los guardias, ellos se llevaron al bandido, luego miré al mago y a Nawin. - Por cierto, me llamo Valeria, creo que no nos hemos presentado. - Le dije al mago con una sonrisa, luego hice una reverencia

La elfa quería dejar al bandido con vida y cuando lo dijo la vampiresa dejo inconsciente a el bandido de una patada en la barriga, me recorrió un escalofrió por la espalda, no me gustaría tener que enfrentarme en una lucha cuerpo a cuerpo contra la vampiresa. Ella me dijo que se llamaba Valeria y que no se habían presentado. Creo que ya lo habéis escuchado antes pero lo repito, mi nombre es Alby, encantado de conocer a una dama de la noche y a una doncella del bosque-dije dando una reverencia como signo de respeto.

Me sonrojé ante el descuido, sonriendo levemente.
-Perdona mi mala educación. Soy Nawin D'Eliah, perteneciente a la nobleza élfica y maga blanca. Encantada de conocerte.

Mi cuervo empezó a graznar, yo me reí por lo bajo, luego le acaricié la cabeza. - Parece que mi cuervo también quiere presentarse. - Dije entre risas, luego miré a Nawin y a Alby. - Este es mi cuervo, está conmigo desde que era una cría, lo rescaté de un gato. - Dije sonriente, mi cuervo empezó a graznar de nuevo, esta vez de alegría. - ¿Vamos a la Escuela Blanca? - Sugerí.

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-Está bien.- acepté la propuesta de Valeria. Se me apetecía bastante ir.
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Me alegraba conocer a otra maga blanca, normalmente no me cruzaba con muchos magos blancos, por ello la alegría me invadía. Entonces Valeria nos presento a su cuervo, que dijo que lo rescato de un gato. Sentí un escalofrió, no me gustaban mucho esas criaturas pero tampoco las detestaba. Ella nos pregunto si vamos a la escuela blanca. Entonces asintiendo seguí al grupo por las calles de Rosbasha, una ciudad que una vez me vio nacer y crecer, al terminar nuestro viaje ante nosotros se alzaba la más poderosa de las torres de hechicería.

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