Misión: Caza al rey del pantano

Aunque era mediodía, en el interior del pantano difícilmente llegaba un fino rayo de luz, en el pantano se respiraba un aire cargado de humedad y había un poco de niebla, un grupo de exploradores elfos se encontraban en una barca en la costa, era iluminado con una linterna iluminada por un cristal mágico. Los elfos eran cuatro que esperaban a su mercenario para indicarle por donde solía cazar o viajar la criatura a la que se debía cazar y entregar pruebas al príncipe. Uno era un anciano elfo con el pelo blanco, llevaba una túnica gris. Otra era una alta elfa con un traje de cazadora y un arco en la mano, los otros dos eran unos elfos, seguramente una escolta pues portaban espadas y armaduras de cuero.

Llegué al lugar de encuentro, tenía a Bloody Moon bien afilada y lista para cortar el hilo de la vida de aquella monstruosa criatura. Me encontré con cuatro elfos, uno anciado, una elfa y los dos elfos. Me acerqué a ellos. Mi cuervo estaba, como siempre, siguiendo cada uno de mis pasos. Les sonrié. - Buenas tardes, soy la que se ocupará de que la criatura no os amenace más, llevaré a vuestro principe uno del os dientes de sus mandíbula y todos las crías que pueda. - Les dije, iba a ser bastante dificil, pero tenía que ayudar a aquella pobre gente.

Saludos joven, puede que parezcas débil, pero me parece que eres lo suficientemente poderosa para hacer frente al monstruo que acecha el pantano. Creemos que es una mutación de la serpiente de pantano, suele viajar por el canal del agua aunque es anfibio sale pocas veces del agua. Tú sigue este canal y tarde o temprano te cruzaras con la criatura o con alguna criatura desdichada que cayó ante su poder-dijo el anciano elfo señalando el rio que se dirigía al corazón del pantano- No te recomiendo que le ataques en el agua, sácalo fuera y acaba con él en tierra.

El anciano me dió toda la información que debía saber, fui al interior del pantano, era bastante dificil de avanzar, pero lo conseguía. De repente oí un grito monstruoso. "Ya te tengo." Pensé y fuí corriendo hacia este, cuando sentía que estaba más y más cerca, me paré en seco y lo vi despedazando a un animal. "Dandote un festín, ¿eh?" Pensé y corriendo fuí hacia él, le clave la espada en el cuerpo, pero dápidamente me dió con su enorme cuerpo y me hizo retroceder varios metros hacia atrás, vi como la criatura, enfadada iba a por mí. Yo la esquivé, pero su cola me volvió a dar y me lanzó al agua. Vi que la criatura se lanzó también, fui hacia ella. Pero era demasiado rápida, me dió de nuevo, me choqué contra unas rocas, rápidamente reaccione y subí a la superficie, lejos de la orilla, miré al pantano, esperando a la criatura.

La criatura era una enorme serpiente semejante a un basilisco pero más pequeño, la criatura estaba despedazando y engullendo a un ciervo descuidado que había sucumbido ante sus ataques, cuando te lanzaste contra la criatura clavándole la espada pero que casi no atravesó las duras escamas de la piel de la serpiente. La serpiente cabreada te golpeo haciéndote retroceder y volvió a lanzarse hacia ti golpeándote con la cola que te tiro al agua, la criatura contenta de que cayeras en su elemento se lanzo también y empezó una danza de ataque. Cuando conseguiste escapar del agua la criatura empezó a girar en el agua serpeando, al rato la sombra del agua se siguió la corriente a gran velocidad intentando escapar.

Vi que deseaba escapar, pero yo fui nadando hacia ella rápidamente, volvió la vista y volvió a cargar contra mí, afortunadamente había una piedra y me cubrí en ella, la rompió como si hubiera sido papel y yo rápidamente retrocedí, fui hacia ella y volví a clavarle la espada, su piel era dura, pero mi espada estaba lo suficientemente afilada como para poder dañarle, la serpiente se enrrolló alrededor de mí, empecé a forcejear, era tremendamente fuerte, pero con un esfuerzo fui capaz de librarme de ella, necesitaba aire y me disponía a ascender, pero la serpiente me cogió por el pie y me sumergió, mis pulmones empezaban a arder, le dí varias patadas, pero ni se inmutaba, le di un poderoso tajo en el interior de la boca y esta me soltó en seguida y soltó un gemido, yo fuí rápidamente hacia la superficie y cuando llegué cogí profúndamente aire, la vi de nuevo cargar contra mí, necesitaba ir a tierra firme, fui hacia ella, solo llegar a la orilla la serpiente se enrolló en mi pierna, yo clavé la espada y resistí, sentí como apretaba más y más, yo empecé a quejarme. - ¡Dej de incordiarme!- Le dije y acto seguido le volví a cortar la boca, esta volvió a soltarme, y se fue rápidamente, la volvi a seguír y después de un rato, llegamos a lo que parecía ser su nido, vi los huevos, aún no habían nacido sus crías, la serpiente se dirigió a mi, estabamos en un lugar húmedo, en tierra era mucho más lenta, pero aún era fuerte, cargó y al intentar bloquear su ataque con la espada me dió de nuevo con la cola y me empujó hacia una pared, acto seguido me mordió el brazo, sentí como un veneno recorría todo mi cuerpo. "¡Maldición!" Pensé, pero entonces ví que su gran ojo estaba desprotegido, cogí la espada del suelo y se lo clavé en el ojo. Este me soltó, su ojo empezó a sangrar, usé el poder de la espada y empezó a absorver la vida de la criatura, empezó a zarandearse, pero yo aguanté, hasta que me recuperé, ahora la criatura estaba débil, pero ahora sería más fuerte... Antes, corté por la mitad a todos los huevos, y vi a las crias, aún en el interior de ellos, mover la mitad de su cuerpo agonizando.

Los huevos estaban rotos y la serpiente estaba malherida, parecía que ibas a triunfar pero se oyó un gran rugido proveniente del otro lado del canal, una enorme serpiente, más incluso que la otra serpiente que se retorcía de dolor en el suelo, parecía que era la madre y la serpiente a la que habías seguido era la cría. La serpiente cargo contra ti destruyendo todo a su paso casi como si fuera polvo, era bastante poderosa y estaba furibunda por lo que habías hecho a sus crías, en sus ojos se veía el odio y la ira, en sus afilados colmillos un brillo verdoso en la punta, parecía que tenía un veneno mucho más letal que el de la cría, también la cría se levanto y se abalanzo sobre ti. Chillaban, gritaban y serpenteaban en una danza de ataque madre e hija.

Vi a otra serpiente, mucho más mayor y poderosa que la que había seguido, retrocedí. -Venga ya...- Dije, me esperaba una gran y dura batalla, esperé a que me atacaran, las dos la hicieron una por un lado y otra por el otro, yo las esquivé justo cuando estaban a centimetros de darme y las dos se clavaron las mandíbulas, rápidamente retrodecieron y se desgarraron las escamas, pero no perforó la piel, me miraron enfurecidas, volvieron a cargar contra mí, volví a esquivarlas, me puso junto a la cría y puse mi espada perperndicular a ella, de la fuerza que llevaba, atravesé parte de su cuerpo con mi espada, empezó a escupir sangre de un color verdoso, le arranqué uno de los colmillos y se lo clavé en la boca, empezó a morir mientras su cuerpo se movía, me aparté, su madre, cada vez más enfadada, comenzó a escupir una baba, que parecía ser ácido, esquivé la mayoría, pero una me dió e hizo que mi piel ardiera, grité de dolor, vi entonces como cargaba contra mí, dí una voltereta en el suelo y dejé que se diera contra la pared de rocas, rápidamente me escondí tras una piedra, la observé para saber cual sería su punto débil

Las dos serpientes giraron a tu alrededor esperando un descuido tuyo para cargar contra ti a la vez, pero conseguiste esquivarlas a tiempo de esquivar lo que hubiera sido tu final, las dos serpientes se chocaron y clavaron las colmillos pero no llegaron a rasgarse la piel, volvieron a atacar y esquivaste los ataques. Te colocaste al lado de la cría le arrancaste un colmillo y se lo clavaste matándola, mientras tanto la madre furibunda por la pérdida de su cría empezó a lanzar un acido verdoso que te alcanzo un poco quemándote parte del brazo. La serpiente inmensa volvió a cargar contra ti enseñando su inmensa y profunda garganta, pero lo esquivaste y se choco con la pared de piedra que estaba detrás de ti. Conseguiste esconderte y la serpiente furibunda por no saber dónde estabas empezó a darse de golpes contra las paredes de la cueva, al poco rato un temblor hizo que se empezara a resquebrajar la cueva, si no salíais de ahí moriríais aplastados.

Me fui rápidamente hacia la salida de la cueva, entonces la serpiente me vio, y cargó de nuevo contra mi, yo la bloquee con la espada, le arranqué un colmillo en la lengua, esta retrocedió dolida y enfurecida, necesitaba pruebas de que había matado a las serpientes, así que volví, rápidamente cogí los dos comillos, el de la madre y el de la hija y la mitad de una de sus crías, lo metí en la bolsa y salí nadando a toda velocidad, un segundo después de salir, ví como las piedras caían encima de las serpientes. - Dios mío... Espero no encontrarme un bicho como estos nunca más... - Me dije a mí misma, entonces fui con los elfos, les dí la bolsa. - Ahí están el colmillo de la madre, el colmillo de una de sus crias y la mitad de otra que aún no había nacido... - Dije mientras mi cuervo se posaba en mi hombro.

Los elfos estaban bastante agradecidos y sus voces parecían un coro de dulces cantos: muchas gracias por haber acabado con esta criatura, gracias de parte de nuestra raza, nos aseguraremos de entregar estos objetos o pruebas al príncipe, gracias Dama de la noche, que Selian guie tus pasos con la luz del conocimiento.
Recompensa: 50 de experiencia y 30 monedas. (Tema cerrado)