Misión: Recuperación real

Después de haber recibido la misión en tierra elfica habían llegado a tierra de los dragones, tierra volcánica en la que las temperaturas eran altas además de vivir todo tipo de dragones, habían llegado los aventureros por un motivo concreto, el fénix del rey elfo había posibilidades de que había sido secuestrado y enfermado en algún lugar de la extensa llanura de esta región.

Estaban en una zona con una hierba que llegaba casi a las rodillas, podría aparentar ser seca pues estaba amarillenta, en el aire se podía oler algo de azufre, debían encontrar un lugar por donde comenzar pues no podían ir dando vueltas por toda la llanura pues tal vez debían recurrir a algún viajero que transitara la llanura o algún dragón.

Tal vez preguntando alguna pista o buscando por alguna cueva encontraban al fénix o tal vez alguna pista para ver donde estaba este.

Después del viaje realizado, llegamos al reino Dragón, un lugar en el que yo jamás había estado. Acostumbrada a las suaves temperaturas del reino Elfo, aquel calor me resultaba sofocante, y casi conseguía doblegar mi férrea voluntad de encontrar el fénix.

No sabía donde nos encontrábamos, aunque esperaba que mi compañero supiera nuestra situación con más exactitud que yo. Lo cierto era que andaba un poco perdida.

-¿Sabes dónde estamos y hacia donde nos tenemos que dirigir?-pregunté mientras lo escrutaba todo con mis penetrantes ojos.

Vole hasta llegar casi al sitio donde se encontraba el Fenix, descenci, temiendo a que los dragones u otras criaturas pudieran atacarnos desde el cielo, asi que baje a una hora del sitio indicado en el mapa, solo se debia de seguir recto y llegar a una cueva, pero estaba bien marcada, posiblemente hubiera algun peligro en este lugar... Tras eso, mire a la chica que me hablaba y le respondi.

Descendi a una hora del sitio a buscar, debemos de seguir recto y llegaremos a una cueva en una hora aproximadamente, evite volar por los cielos aparte de que estaba algo cansado, para evitar que dragones o criaturas malhumoradas nos devoraran...

Tras eso me dispuse andar con la funda de la katana sujetada con la izquierda y la derecha libre, por si debia de empuñar mi arma en un momento dificil, mi paso no era muy ligero, pero nos adelantaria hasta llegar al sitio donde se situaba el Ave Fenix.

La llanura parecía tranquila mientras los dos aventureros conversaban tranquilamente, una ligera brisa que arrastraba el olor a azufre agitó las plantas que crecían en la llanura, parecía que no había nadie en todo el lugar pero eso no se podría saber si era verdad o no pues podría estar cualquier criatura acechando bajo la alta hierba.

Tras un rato caminando se escucharon como el crujir de la hierba seca, parecía que alguien o algo se os estaba acercando, podría ser amigo o enemigo, los crujidos se oían cada vez más cerca hasta que de pronto delante vuestra salió un humano con una mochila de viaje y una esfera en la mano.

Por fin te encuentro… encontrar algo aquí que se te cae es bastante difícil-dijo el humano que parecía ser un simple viajero, os echó una mirada de curiosidad pero después se marcho silbando, parecía que llevaba prisa.

Asentí ante las palabras de mi compañero, para luego ponerme en camino, abanicándome con una mano mientras seguía andando sin pararme ni una sola vez. El calor me mareaba y sentía como si el suelo bailase bajo mis pies. Debería haberlo pensado mejor antes de decidirme a venir, pero ya no había marcha atrás.

-No soporto este calor-musité-Me sienta fatal, incluso me mareo un poco por su culpa. No debería haber venido de forma tan impulsiva...

Continué el camino, pese a todo, cuando un sonido diferente al que habíamos venido escuchando me hizo pararme en seco, mientras que escrutaba lo que nos rodeaba con un toque de recelo.
Finalmente se presentó el causante de aquellos ruidos, un humano que se marchó al poco rato de alcanzarnos. A mí, personalmente, no me dio buena espina.

-Es un poco raro, ¿no te parece?-inquirí mientras que con una mano acariciaba mi arco.

Nada mas verlo aparecer este queria seguir pero puse mi mano izquierda parandole, agarre su camisa y le mire fijamente, despues me fije en la bola que tenia, le mire nuevamente y dijeEso es ave fenix¿Verdad?...Entreganoslo, es nuestro, le pertecenece al Rey Elfo.
Tras eso, mire a la chica y le hice un gesto de si con la cabeza para que le apuntara con una flechaDanos ahora mismo ese Ave...

La forma que estaba usando de violencia no me gustaba, pero este sitio me daba mala espina, y jamas fracasaria ante una mision, era mi deber de comportarme como es debido, sin mas vacilaciones ni tonterias mire con ojos de asesino al humano, esperando respuesta inmediata.

El viajero que caminaba tranquilamente parecía que le sorprendiera de pronto le agarrara un ángel, el viajero parecía asustado, de pronto en sus ojos se vieron reflejados la extrañeza y como que no sabía de lo que hablaba el aventurero, parecía asustado y mucho más cuando el ángel le indicaba que le apuntara con su flecha.

¡Socorro, unos bandidos intentan quitarme mi Dragonato, después de cavar tanto ahora que me roben!-gritaba el viajero, o era muy buen actor u os habíais equivocado de persona, el pobre viajero humano forcejeaba para soltarse mientras algunas lagrimas caían por su mejilla- ¡Soy padre, por favor, debo cuidar a mis hijos, no me matéis!

Estaba armando bastante jaleo y hasta algunas criaturas salieron espantadas al oír los quejidos y lamentos de aquel humano, no parecía mentir, aunque claro tampoco se podía sabe r de donde había sacado la esfera de Dragonato, era de color verde parecido casi a la esmeralda.

El comentario de Kris hizo que desenfundase el arco, mientras que tomaba una flecha del carcaj y la colocaba, lista para dispararla en cuanto fuera preciso. Había algo en todo aquello, como antes claramente había señalado, que me escamaba, pero no estaba del todo segura de lo que se trataba.

Cuando Kris cogió al Humano, yo ya me encontraba lista para disparar, pero los gritos de aquel Humano me hicieron vacilar levemente... ¿y si realmente decía la verdad? ¿Y si nos habíamos equivocado?
Pero por escrutar aquella esfera no nos pasaría nada, y si era inocente tal y como perjuraba, lo dejaríamos marchar.

-Deja de armar barullo-le espeté de malas, debido a que no me encontraba precisamente bien en aquel lugar-Tan solo será un momento y si eres tan inocente como dices, te podrás ir tranquilamente.

Sin bajar la guardia, tomé la esfera que el hombre tan fervientemente defendía, para examinarla concienzudamente. A primera vista no encontraba nada fuera de lo común, pero no estaba del todo segura, necesitaba comparar opiniones.
-¿Qué piensas de esto?-repuse mostrándole la esfera a Kris, siempre con un ojo puesto en el Humano por si las moscas.

Quieto, si de verdad eres inocente podrias callarte¿No crees?

Mire a Arwen como inspeccionaba la esfera, viendo al tipo como estaba tan asustado, tras eso, entre pensando si podia haber dicho la verdad o mintio, llegaron las dudas¿Y si el de verdad era bueno y esto no tiene nada que ver con el Ave Fenix? aun asi, este tipo estaba bastante cerca de la cueva donde residia esta, y no estabamo demasiado diferenciados en lo que respecta tiempo, a la par que pense que su forma de actuar era bastante nerviosa, impulsiva y despistada, haciendo saber que intenta ocultar algo...

Tu vendras con nosotros, porfavor, a causa de las molestias te protegere de camino a casa¿Trato echo?

La elfa le arrebato la esfera de la mano al hombre que seguía forcejeando intentando liberarse sin ningún éxito, entonces se calmo un poco al oír las palabras de aquella chica, también se calmo mas al oír lo que le decía aquel ángel que parecía ser un poco violento, en hombre observaba como mirabais la esfera con interés pues habíais creído que ahí estaba el ave fénix del rey de los elfos.

Entonces cuando oyó lo que le dijo el ángel la extrañeza invadió su rostro. ¿A dónde se supone que debo acompañaros? Si ni tan siquiera os conozco y me amenazáis de buenas a primeras-dijo el hombre pensativo mientras intentaba librarse del agarre de aquel ángel. Entonces un leve crujido se oyó entre las hierbas secas, esta vez parecía un poco más fuerte, entonces fue cuando una criatura escamosa de posible origen reptil apareció entre la alta hierba de la zona.

Tenía las escamas amarillas y dos ojos verdes, media tanto como un caballo, parecía una combinación entre un cocodrilo y una serpiente pues carecía de alas y era tan serpenteante como una serpiente pero poseía cuatro pequeñas patas. Tu. Ladrón, devuélveme la esfera que me robaste-dijo el dragón mientras su lengua bailaba entre sus colmillos asomando de vez en cuando, cuando tenía la boca cerrada.

La aparición del Dragón hizo que en mi rostro, habitualmente sereno, se dibujase una expresión perpleja y un tanto alarmada... habíamos cometido un error al sospechar del Humano, aunque ¿quién nos aseguraba que iba a ser inocente de verdad? Por lo que conocía, su raza era más dada a la mentira que la nuestra.

-¡Ay, cielos, la hemos cagado a base de bien!-exclamé. No era muy dada a usar tales palabras, pero el nerviosismo y mi mal cuerpo me influían en demasía como para preocuparme de usar un lenguaje más correcto.

Miré al Dragón sin saber qué hacer, pero sin perder el contacto con mi arco. No le habíamos hecho nada, pero no sabía si se podría volver contra nosotros.

Vi como el dragon aparecia, entonces, con mi pulgar de la mano izquierda levante la katana un poco, para un mejor desenvaine, cuando este termino de salir, y hablar, despistandose con Arwen di un potente sprint despues con un salto e hice un corte para separar su cuerpo por la mitad, un tajo lateral con la katana mientras decia...

Espero que esto sea suficiente...

Tras eso intente mantener la guardia, cosa que me pareceria imposible.

El dragón observaba la esfera que levaba Arwen en la mano, había dicho que el hombre le había robado así que posiblemente la esfera perteneciera a uno de los legendarios tesoros de los dragones, entonces fue cuando Kris intenta matar a la criatura cortándola por la mitad pero esta táctica resulto fallida ya que la katana nada mas golpeo la dura piel del dragón, un arma normal y corriente no lograría atravesar esas escamas que podrían fácilmente confundirse con una coraza pues eran bastante duras y protegían casi por toda la parte superior.

No os entrometáis desconocidos, ese ladrón me ha robado mi tesoro-dijo el dragón avanzando hacia el viajero que estaba reptando intentando escapar, pero de pronto una de las patas del dragón agarro la pierna del viajero. ¡Yo no he robado nada, me encontré de casualidad esa piedra por el camino!-dijo el viajero girándose hacia el dragón, estaba asustado e intentaba escapar pero de pronto el dragón le apretó las fuerte la pierna y se oyó un crack. Mentiroso, una de mis crías te vio como le arrebatabas a uno de sus hermanos la esfera y le dabas patadas hasta cansarte-dijo el dragón apretando incluso más fuerte, el viajero gritaba de dolor y en la mirada del dragón se veía la furia y el odio hacia ese humano.

El hecho de que Kris hubiera intentado decapitar al dragón le conllevó una dura mirada por mi parte. Sabía de sobras que el animal podía ser peligroso, pero al mismo tiempo no nos había hecho nada, por lo que no teníamos motivos para querer dañarle.
-¡No seas bestia!-exclamé, mientras que mis ojos seguían la trayectoria de la espada en el aire, la cual rebotó en el cuello del animal-¡No quiere atacarnos, al menos no a nosotros!

Era lógico que intercediera por él, pues los Elfos teníamos la costumbre de amar la vida y de intentar no anteponernos a cualquier acto llevado a cabo sin pensar, como Kris había hecho. Mientras tanto, el humano seguía mirándonos, un tanto nervioso en mi opinión.

-Deja ya de temblar-le espeté-De no haberle robado el huevo, no estarías pasando por esto-repuse, tras escuchar las palabras del dragón. Pero mi rabia se esfumó cuando noté como el ser alado rompió la pierna del humano.
-¡No ha de hacer eso!-exclamé-¡No lo tiene que dañar! ¡Le devolverá su joya!

Es...Muy resistente...
Tras eso, me quede perplejo al ver que mi golpe no le causo mas que un corte, pero todo enemigo tiene un punto debil, y los ojos podian ser una parte de estos, pero preferi dejar en paz con su asunto al tipo ese, tras eso, vi como Arwen me puso una cara de mala uva fuera de lo normal, asi que guarde mi katana y sonrei avergonzado de lo que hice, despues de eso vi como este le rompio una pierna apretando al humano, le grite algo rabioso.
¿¡Por que no coges tu maldita esfera y dejas de romper huesos!?
Odiaba el comportamiento tan brutesco de este, aunque el mio contra el, como acto reflejo fue normal, lo suyo no tenia perdon.

Los dos miembros del grupo discutían pues el ángel había optado por un ataque directo a una criatura que no tenía motivos para atacarlos, las palabras de Arwen hicieron que la mirada lastimera del hombre se posara en ella, mientras tanto Kris exigía al dragón que se marchara y dejara de romperle los huesos a ese ladrón, a lo que se unió Arwen diciéndole que no debía hacer eso que le devolvería su joya.

Una bocanada de fuego salió de las fauces del dragón sin llegar a extenderse más de medio metro fuera de su boca pues se desvanecio casi al instante, la criatura de escamas amarillas soltó la pierna del hombre que como acto reflejo se la fue a agarrar con una expresión de puro dolor, la criatura se volvo hacia Arwen y a paso lento se acerco a ella observándola de arriba abajo. Entrégame la esfera muchacha élfica-dijo el dragón con un tono neutro, podría ser una orden, un consejo, un favor pero no se podía definir exactamente que era, mientras tanto el dragón observaba de reojo al miembro de la raza de los ángeles, de él paso a la katana que le había golpeado- Con un arma tan simple no creo que vayas a poder enfrentarte a muchos peligros, yo que tú iría a buscar un arma mejor.

Cuando el dragón se aproximó hacia mí, no pude evitar retroceder instintivamente, un tanto preocupada por lo que pudiera hacerme. Sabía perfectamente que no podía hacer nada contra tamaño adversario, y ciertamente su presencia me imponía, siendo como era una criatura tan colosal, que podía derretirme a placer, sin que me diera tiempo a despedirme de este mundo.

Pero no me deje amilanar, ni dejé que viera lo asustada que me encontraba en esos momentos. Mi rostro era una máscara hireática, como si llevase puesta una careta que tuviera una expresión fija, mientras que alzaba la joya para dársela al dragón.
-Aquí tiene-dije mientras clavaba mis ojos en los suyos-Pero antes, me gustaría haceros una pregunta. Hemos venido hasta aquí desde muy lejos buscando un ave fénix, y mucho me temo que nos será cuanto menos, muy complicado encontrarla si seguimos como hasta ahora, dando palos de ciego. Dime, ¿has visto alguna criatura que se le parezca a un fénix?

Mire al dragon cuando me hablo de mi arma cuando le pedia la esfera a arwen me quede mirandole fijamente, dijo que con esa arma no afrontaria muchos peligros, a lo que conteste con seguridadEse poder que tienes lo tienes desde tu nacimiento, en cambio yo, tuve que luchar por este, y un arma no cambiara nada si su portador no es fuerte...sobrevalorais mucho un cacho de hierro magico mas que la propia habilidad...
Tras eso vi como la chica hablaba con el dragon mientras este se acercaba, me prepare por si atacaria a Arwen, me alerte mas por cada paso que daba el draconido, arwen empezo a hablarle del ave fenix, pero¿por que demonios le pregunto si sabiamos su localizacion?
No, Arwen, esta mas adelante...Aun no llegamos, pero aun asi, nos agradaria muchisimo su ayuda...Señor...Ehm...¿Como podemos llamarle? Refiriendome al draconido que, desgraciadamente, se encontraba alli con nosotros

El dragón observaba a la miembro de la raza de los elfos mientras esta le devolvía su joya al dragón, este con cuidado acerco las garras de sus manos y como si fueran pinzas cogieron la esfera que cayó sobre la palma del dragón al darle la vuelta a la mano, entonces mientras escuchaba al ángel desvió la mirada hacia este aun con las garras agarrando la esfera mostrando que era un dragón de tres dedos con garras un poco más largas de lo normal.

Puede que nosotros tengamos un poder desde el nacimiento pero no tenemos a nadie que nos enseñe, cada uno ha de aprender por su cuenta… Además, por mucha habilidad que tenga el dueño del arma, si esta no resiste en las manos de su portador o no recibe los tratamientos debidos, de nada sirve, es como intentar derribar un muro con una espada completamente oxidada…-dijo el dragón para después volverse hacia Arwen pues le había hecho una pregunta a la que le respondió- Hará uno o dos días vi a unos humanos corriendo, llevaban entre dos personas una gran jaula con un ave fénix, parecía enfermo pues casi no se movía, se refugiaron en una cueva cercana, si queréis os la muestro.

Y respecto a ti, ángel, no tengo un nombre, como mucho un apodo, Garra amarilla… Por cierto, volviendo al tema de tu arma ¿Qué métodos usas para cuidarla? ¿Con que la afilas?-pregunto el dragón interesado, parecía que sabia mas de espadas de lo que supondría una persona de una gran bestia que no necesitaría para nada una cosa así.

Observé en silencio como el dragón hablaba con el ángel, tocando temas de armas y demás, los cuales yo no dominaba demasiado bien. Lo cierto es que Nathan si se las apañaba en ese terreno, pero yo nunca me había interesado mucho por aquellos temas, me parecían algo... abruptos para mí, por decirlo de algún modo.
Así pues, con un gesto algo aburrido, esperé a que terminasen de comentar los pormenores del cuidado del arma, cuando de repente, ante mis ojos, el ángel se desvaneció.

Miré alrededor, algo ida, como si no comprendiera bien lo que acababa de pasar. ¿Cómo era posible que esa criatura se hubiera marchado así, de buenas a primeras? Suerte que se le había caído el mapa, pues sino me encontraba perdida en aquellos terrenos, sin poder orientarme apenas.

Miré al dragón, con algo de preocupación, pues la idea que se me acababa de ocurrir a lo mejor no le agradaba.
-Perdone si le molesto-dije educada, por si acaso-Pero me encuentro aquí por una misión... debo recuperar el fénix de mi padre, y mucho me temo que yo sola no voy a poder hacerlo. Si me ayudase a encontrarlo...

Off Rol: Siento la gran tardanza pero esperaba a Kris el cual al parecer no viene por lo que se continuara la misión.

El ángel había desaparecido antes los ojos confusos de los que estaban alrededor de él dejándolos sorprendidos, ahora la elfa debía realizar la misión ella sola… o tal vez no pues el dragón se giro hacia ella al oír las palabras de la chica.

Ahh… pequeña moradora del bosque, una vez uno de tu raza me hizo un favor en mi juventud así que me parece que esto sería buena forma de devolvérselo, me parece que ese elfo termino siendo rey, vaya acontecimientos deparan a personas tan pequeñas-dijo el dragón con tono melancólico, parecía estar rememorando algún acontecimiento de su pasado en el que conoció posiblemente aun rey de los elfos.

Entonces fue cuando el dragón se acerco a la elfa y sin previo aviso la sujeto con cuidado con la cola, agarrándola por la cintura hasta colocarla sobre su lomo. Agárrese fuerte, dama elfica-dijo el reptil carente de alas, por lo que dejaba un gran hueco en su espalda en el que se podría colocar varias personas como jinetes de aquella montura, acto seguido dio media vuelta girando todo el cuerpo para después empezar a correr en una dirección. Aunque la gran criatura era pesada, avanzaba velozmente, casi como el viento, hasta que llego a la entrada de una cueva a un par de cientos de metros de donde estabais antes.

Aquí es-murmuro el dragón parándose para observar el oscuro interior de la cueva.