Misión: Recolecta de Especímenes

En un pequeño puerto cerca del Mar Prohibido se encontraba un barco en el cual se encontraba una gran red, unos polvos para mantener vivos a los tiburones fuera del agua y un mago había conjurado una especie de pasta para que al comerlas pudierais respirar bajo el agua. El mar estaba más o menos tranquilo y los solicitantes de la misión aún no habían llegado. Por si acaso el mago os recordará que la pareja de tiburones deberían ser macho y hembra y capturarlos vivos. Esta misión duraría dos días, en el primero navegareis mar adentro, descansareis por la noche o pescareis para cenar y al día siguiente buceareis para capturar a los tiburones intentando no dañarlos. El barco tenía dos camarotes perfectos para que pudierais descansar tranquilos.

Off: El orden será por el que habéis pedido la misión.

Hacía tiempo que había querido coger una misión y por fin me decidí por la de Recolecta de especímenes, que me parecía bastante interesante y bien recompensada. Me acerqué al mago que me había contratado, que me repitió los términos de la misión. Una vez todo aclarado, me dijo que partiríamos en cuanto llegase el otro contratado. Al oir esto, me entró curiosidad, por que no sabía que alguien me fuese a acompañar en esta aventura. De repente el mago me llamó la atención y me dijo que el otro participante ya había llegado. Me fijé en él, y de repente mi corazón dió un vuelco.
-¿Striker? ¿eres tu?- era uno de mis antiguos conocidos, con el que había vivido numerosas aventuras, y que con su ayuda había conseguido escribir una de mis mejores obras. Me acerqué a él y le tendí la mano, sonriendole, y le pregunté como le había ido todo.

El mago les interrumpió en su cordial saludo para decirles -Discúlpenme pero solo quiero desearles buena suerte y indicarles que la comida que os permitirá respirar bajo el agua se encuentra en un viejo baúl es cada uno de sus camarotes. Dio unos pasos atrás y con una elegante reverencia quitándose el sombrero dijo -Un servidor os esperará impaciente a vuestro regreso- una vez termino de decirlo se puso el sombrero tapando su cara y despareció en una nube de un color morado.

El viento soltó la vela del barco dejando ver un símbolo muy chulo de una espada con forma de tiburón, ese era el símbolo de unos antiguos pescadores que pertenecían a este gremio "Los tiburones Asesinos". ¿De que os sirve esta información? Ya lo veres más adelante, por que esto es cosa de "piratas".

Después de los saludos y de que el mago se despidiese de nosotros, el barco zarpó y nosotros con él, rumbo a nuestra misión. Durante el viaje, Striker y yo nos pusimos al día de todo lo que nos había ocurrido en los años que no nos habíamos visto. Para mi sorpresa descubrí que Striker era el jefe del Clan en el que yo me encontraba y del cual yo era el portavoz. Me alegré mucho de oir esto, ya que estaba de acuerdo en la mayoría de los ideales que Striker tenía. Después de la agradable conversación, y viendo que estaba anocheciendo, me disculpé ante Striker y me dirigí a mi camarote, a escribir sobre mi reencuentro con mi viejo amigo, a la luz de una pequeña vela, y viendo el mar a través del ojo de buey de mi habitación. Las olas y el agua me relajaban, me recordaban a cierta persona... Con este pensamiento me fui adormeciendo.

A la mañana siguiente el había un enorme barullo fuera del barco, los aventureros aún no se habían despertado, y un barco con mala pinta se acercaba. Cuando ya el barco estaba justo al lado del vuestro un viejo pirata salió de su camarote, los camaradas no podían soportar el ruido de su pata de madera chocando contra el suelo. Se paró delante del mástil y gritó a viva voz -¡El gremio de los tiburones asesinos debe desaparecer! Vamos chicos preparad los cañones- dio una señal con la espada que tenía en vez de mano para que cargaran los cañones.

Lamentablemente en vuestro barco no había ningún arma así que tendríais que apañaros las para sobrevivir ante esta panda de rufianes que intenta destruir vuestro barco.

Ya había salido el sol, y yo dormía apaciblemente con el cuaderno en las piernas y la pluma a un lado de la cama, mientras la vela se consumía lentamente, desprendiendo un humito de olor agradable. De repente, en medio de esa paz, comenzó un tremendo barullo, y se oían voces gritando a pleno pulmón. Me desperté y cuando miré por el ojo de buey, vi el caso de otro barco y un cañón saliendo de este, apuntando justo hacía mi. En ese momento me acabé de despejar del todo, sobretodo en el momento en el que escuché: !Fuego el primer cañón¡. Algo se movió en el cañón de enfrente de mi camarote, y vi algo parecido a una llama. El tiempo pareció ralentizarse, y mientras me giraba agarré el cuaderno y la pluma, cubriendolos con mi cuerpo, y de espaldas al cañón, asimilé rapidamente el espíritu de un pez armadura, y transformando la piel de mi espalda en las escamas de este duro pez, me arrojé al suelo cubriendome la cabeza. En ese justo momento, se escuchó un enorme ruido y mi camarote se volatilizó por el efecto del cañonazo. Yo sufrí poco daño en la espalda, pero pese a la armadura me hizo algunas contusiones. Deshice el hechizo, me coloqué el sombrero y salí corriendo a la cubierta. Una vez allí vi a un montón de piratas que intentaban llegar a nuestro barco, el cual no tenía defensas. Además, uno con una pata de palo, que parecía ser el capitán enemigo, ya estaba gritando otra vez: !Fuego con el segundo cañón¡. No podía permitir que nuestro barco recibiese mas cañonazos, por lo que lancé mi tinta hacia el segundo cañón, hacía la madera de su alrededor, e hice crecer en él Tempanos helados, que impidieron que se pudiese prender la mecha. Hice lo mismo con todos los otros 5 cañones, inutilizandolos por unos 5 minutos. Por último me puse en guardia para combatir a los piratas que nos asaltaban, esperando que Striker me ayudase pronto.

-Mi capitán, parece que solo hay dos- dijo uno de los camaradas mientras señalaban a vuestro barco. Cada vez salían más y más piratas y encima estaba el problema de que vuestro barco se hundiría en pocos minutos. Ya los piratas estaban cargando los cañones para cuando volvieran a estar operativos. Os quedaban unos minutos antes de saltar por los aires y haber como os las apañabais sin barco en el que transportar a los tiburones. Os estaban retrasando en vuestra misión y a este paso los tiburones iban a ser ahuyentados por el ruido de los cañones, tendríais que hacer algo ya.

Parecía que los piratas estaban muy bien organizados, y no paraban de salir más y más. Me concentré y empecé a pensar en un plan mientras Striker ya había empezado a pelear contra los primeros que venían. La única forma de derrotarles sería hundir el barco, pero si lo hacíamos, la pareja de tiburones se asustaría, y no debíamos olvidar cual era el objetivo de la misión. Suspiré profundamente, solo había una forma de lograr ambos objetivos al mismo tiempo... era costosa, arriesgada y desagradable, pero no se me ocurría otra, por lo que le dije a Striker: - ¿Striker, crees que podrás entretenerlos a todos mientras yo ejecuto mi plan?. Antes de que pudiese responderme, empecé a correr hacía mi destrozado camarote, rezando para que la pasta de buceo siguiese intacta. Justo antes de empezar a bajar a los camarotes, un par de piratas se colocaron en mi camino. -Striker, ¿me los puedes quitar de encima por favor? - le dije poniéndome en guardia por si me atacaban.

Os quedaban aproximadamente unos 30 segundos de vida, o de tiempo para escapar. Ya los cañones estaban cargados, pero necesitaban distanciarse un poco para no resultar dañados con vuestros destrozos. El mar estaba suavemente iluminado por unas algas muy brillantes que se encontraban en un pequeño arrecife debajo de vosotros.

Por suerte os habíais salvado, ya que la pasta hechizada seguía intacta, pero solo en un camarote, el otro no se podía abrir ya que poco después de la explosión una viga de madera que sostenía parte del lateral del barco. Teníais muy poco tiempo para cogerla también, haber como os las apañáis.

Ser me estaba acabando el tiempo para poder ir a coger la pasta. Tenía que confiar en que Striker detuviese los cañonazos mientras yo la recogía. El problema es que el cofre de la habitación de Striker estaba cerrado por una viga de madera que le había caído encima, y por tanto solo había pasta para uno. Me metí en mi camarote corriendo. Dentro de él se encontraba un marinero pirata, intentando robar la pasta que quedaba, pero me acerqué a él y haciendo salir de mi espalda un ala de Wisul, le mandé a volar con un golpe de ala contra una de las paredes del camarote, matándole con el impacto. Entonces deshice el ala y abrí el cofre, agarrando la pasta y guardándola por si Striker la necesitaba más delante. En cuanto la tuve se me ocurrió una idea: agarré al marinero muerto con la derecha, y su espada con la izquierda, dejando antes mi cuaderno en el cofre del camarote y rezando para que se salvara. A continuación hice que mi cabeza se transformase en una cabeza de pez armadura, con branquias, y me lancé al agua junto con el cadáver del marinero. Faltaban ya pocos segundos para la segunda salva de cañonazos, y esperaba que Striker hiciese algo para detenerla.

El barco empezaba a unirse y todas las cosas con el; la red, la pasta que quedaba, todos los baúles con alimentos y luces submarinas. El barco se inclinaba desequilibrando a los piratas enemigos y tirándolos al agua. El capitán os dio por muertos al no tener información de vosotros y subió a coger el timón y conducir su barca de nuevo a su puerto.
-Chicos demos media vuelta, aquí ya hemos terminado. Puede que hoy hayan muerto muchos, pero pensad que la muerte de estos valientes darán nueva vida a más personas.

Off-Rol: No podéis seguir a los piratas ni que os lleven muy lejos por que el hábitat de los tiburones estaba justo en los arrecifes que tenéis debajo. Por cierto, os lo estoy poniendo muy difícil por que me habéis estado presionando para que posteara, además de que solo sois dos.

Parece que Striker no había conseguido detener todos los cañones a tiempo, y nuestro barco se hundía lentamente. Además, y para empeorar las cosas, el barco pirata estaba empezando a virar, con intención de marcharse. Esperaba que Striker estuviese bien, pero no tenía tiempo para buscarle y la misión era lo primero, por lo que continué con mi plan antes de que el barco acabase de girar. Agarré el cadáver del marinero y lo empalé en el casco del barco pirata con la espada, abriéndole la tripa, lo que hizo que saliese mucha sangre, atrayendo a todos los tiburones carniceros que había por los alrededores. A continuación eché una gran cantidad de tinta rodeando el casco del barco gracias a las corrientes que creaba con mi magia de viento, haciendo que la tinta se pegase al casco, impidiendo así que esta espantase a los tiburones carniceros que ya se acercaban. Por último, cogí oxigeno con la cabeza de pez armadura y aguante la respiración mientras deshacía el hechizo. Nadé a gran velocidad hacía arriba, perseguido por un tiburón carnicero que había advertido mi presencia, nada mas sacar la cabeza a la superficie, hice aparecer en mi espalda las alas de un Wisul, y despegué el vuelo por encima del barco justo cuando las fauces del tiburon iban a cerrarse sobre mis piernas. Para finalizar pronuncié: -Blodau Tempano Eterno- y llené el casco del barco de estas flores, que en su conjunto bajaron tanto la temperatura que congelaron el agua de los alrededores del barco, haciendo que este se detuviese. Me posé en el mástil y hice desaparecer las alas, para descansar un poco de gasto magico, y estuve atento por si veía a Striker en algún sitio.

Los piratas que quedaban en el barco avisaron a su capitán que junto a los supervivientes bajaron a por aquel que los había asesinado a todos. No esperaron a nada directamente fueron a atacar sin plan ni estrategia. Después de que consiguierais transporte y llevar los tiburones terminaríais vuestra misión que tango esfuerzo, sudor y barcos os han costado.
No sería tan fácil ya que el capitán tenía un secreto, era un licantropo, del clan "Aullidos plateados" uno de los clanes más grandes y poderosos de este Reino. Su misión como gremio era vencer a aquellos clanes que puedan hacerles algo de competencia.

En poco tiempo descubrí que Striker estaba bien y estaba haciendo de las suyas, por que todos los piratas se lanzaron en estampida a la parte de abajo del casco. El timonel se quedó al timón intentando inútilmente salir del hielo, y el capitán daba vueltas por la cubierta, mascullando maldiciones y gritando órdenes. Estuve descansando un poco en el mástil, ya que parecía que no habían advertido en mi presencia y se habían centrado en atacar a Striker, y cuando ya había reposado lo suficiente, decidí que no podía quedarme de brazos cruzados mientras él peleaba, por lo que decidí acabar con el timonel antes de que este consiguiese mover el barco aunque fuese un ápice. Ayudado de mi magia de viento para afianzarme las manos, bajé lentamente agarrado al mástil. Cuando llegué a la parte de las velas, me coloqué sobre el palomero de la vela mayor y desde allí, por la parte donde no me podían ver ni el timonel ni el capitán, volví a usar las alas de Wisul, lanzándome con ellas encogidas de cabeza hacía el agua. Una vez a punto de llegar a la superficie del mar, que estaba helada, y pasada la altura del casco, las abrí planeando a ras del hielo. Después me coloqué en la popa del barco, detrás del timonel, y ascendiendo a su altura, asomé la pluma por encima del casco. Entonces le disparé un pequeño goterón de tinta en la espalda. El timonel al notar algo semilíquido en su espalda exclamó: -¡Gaviotas de los demonios, ojalá se os caigan los ojos!.
Dejé que profiriese las maldiciones que quisiera, y ocultándome de nuevo pronuncié el hechizo: -Blodau Atrapa-Veneno. Entonces de su espalda, de golpe salió una flor Atrapa-veneno, que abriendo su corola al máximo, se cerró rapidamente sobre la cara del timonel, expulsando el ácido. Este intentó gritar, pero al tener la flor tapándole la cara, el sonido no llegó a salir. Murió a los 2 o 3 segundos. Poco a poco ascendí hasta la cubierta y haciendo desaparecer las alas me escondí entre unos barriles a esperar la reacción del capitan.