Interfectorem el forajido II [Libre]

Aly tenía sus dudas y por ello Othara respondió con firmeza:
—Haré un Pacto de Sangre con Abysso y así demostraré mi intención, dos demonios pactando son como...
—...Excelente, en el pacto debes jurarnos que no habrá traición.
—Y tú que al final de cuentas ayudarás con el tema de mi hermana si las cosas no me salen bien con Lord Averno.
Las dos manos se estrecharon con una herida por palma: ella y Blake no podían traicionarme, era su responsabilidad, y yo debía procurar intervenir en auxilio de su hermana si las cosas se complicaban. En Delork'kas era muy común el Pacto de Sangre entre demonios (y el Pacto Demoníaco con humanos) porque por naturaleza somos traicioneros y ambiciosos y... sí, todo eso que genera inseguridades; por eso se necesita de un método que refuerce alianzas y fidelidad.

En ello interviene Alby con una magnífica estrategia mágica, fue una sorpresa más para mí sinceramente, ese sujeto estaba lleno de trucos y tácticas útiles...
—Bien, que así sea, Alby.— respondí dándole mi daga. Era un 'plan B' muy oportuno.

A lo lejos podía denotarse por la geografía plana de la pradera como arribaban a nuestra posición los soldados y vasallos de Interfectorem, podíamos huir si queríamos pero nos abstendríamos al plan, claro, sólo faltaba rezar por ser capturados y no asesinados, luego rogar que mi hermanastro quisiera algo sano con mi presencia y no una de sus locuras.
Entre los jinetes me pareció ver a Bellum, ¿era él? ¿Bellum estaba en el bando de mi medio hermano!?
—Ayah hablando del Rey de Rosbasha, vaya, no tenemos nada mejor, oren a sus dioses porque todo ésto no sea un suicidio colectivo ¿eh?— inferí con tal frase positiva que de seguro no le daría ánimos a nadie, pero a Blake le pareció gracioso y rió casi silente, ¡el primero que se reía en toda la misión de un chiste que hacía! y no puedo creer que haya sido él.

Un momento... ¿entregarnos?

- ¿Es que acaso te has vuelto loco mago?- le dije sin dejar de masajearme la espalda hasta donde me llegaba la mano- ¿acaso crees que nos darán caricias? ¿y si hay trampas mágicas? Entonces nuestros intentos por ocultar las armas será del todo inútil. No creo que después de tanto trabajo el hermano de Abysso sea tan imbécil...- entregar mis armas... los puños no se me daban mal, pero no contra demonios precisamente o cosas peores.

Vi cómo Abysso además de hacer un pacto de sangre con Othara para tener más confianza entregaba después su daga que aún estaba impregnada de la sangre de Loren. ¿Es que todos estaban locos? Parecía que las miradas se dirigían hacia mi... La verdad no estaba contenta con la cosa, pero empecé a ver algo de polvo en el horizonte y no quise arriesgarme a perder todas mis armas por pura cabezonería.
Entregué mi espada corta al mago y dejé el arco a la vista. Total, de poco me iba a servir allí, en una prisión maloliente, rodeada de demonios,...

- Ahora sí que no sé si confiar en alguien...- dije por lo bajo, con el morro torcido y el ceño fruncido mirando al suelo, masajeándome la espalda y alejada a cinco pasos del resto. Decidí sentarme en el suelo para que los que venían, del cuál ya reconocí la figura del que me pateó el culo de aquel carro de dracónicos, esperaba que llegaran, aprisionaran a Abysso y me cortaran el cuello... Que futuro más negro me esperaba.

Abysso me entregó su daga voluntariamente, parecía fiarse de mi plan, era lo único que podíamos hacer pero Alywe no estaba del todo de acuerdo, parecía ver todo mucho más negro de lo que era suponiendo que habría trampas mágicas y que no nos darían caricias, después suponía que el hermano de Abysso no sería tan imbécil. Reí un poco y le respondí.

-Si algo puedo afirmar d la familia de nuestro compañero demoniaco, sin ofender, pero están TODOS locos, pero en un grado rozando la enfermedad, además-dije mientras veía que se masajeaba la espalda ¿estaría herida? De ser así yo podría curar, por lo que le puse una mano en el hombro para sanarla con mi magia mientras continuaba hablando- las trampas mágicas o no, se pueden desarmar, simplemente se necesitan los conocimientos necesarios. Además, tengo una prueba más que evidente de que nos querrán coger vivos… he matado, bueno, le he arrancado sus poderes a uno de sus siervos, seguro que querrá torturarme personalmente-reí mientras apartaba la mano del hombro de Alywe, en el momento en el que varias figuras encapuchadas aparecían en el horizonte.

Jinetes, de caballos negros y decorados con trozos de metal imitando a un esqueleto por encima de la piel, busqué entre mis ropas el símbolo de mi clan y susurrando informé a mis compañeros que se hallaban en las llanuras de fuego, susurré-Están aquí, no sé sus intenciones pero puede que nos lleven a donde se encuentra Interfectorem, si es así volveré a informar.

Guardé mi comunicador mientras las figuras encapuchadas ya empezaban a estar encima de nosotros… nos rodearon, en círculo, los jinetes corrían a nuestro alrededor sin frenarse, se podía ver en el interior de sus capuchas, todos ellos tenían la piel pálida como una hoja de papel al igual que sus cabellos. En la lejanía podían recordar a aquel antiguo compañero de Abysso del que no había vuelto a ver desde que estuvimos a las afueras de aquella taberna en las Llanuras de fuego, pero ahora que estaban cerca la familiaridad había desaparecido, se asemejaban más a Abysso, sus ojos amarillos y fondo negro.

Avancé sin temor hacía la línea de jinetes, había devuelto las armas a sus dueños y yo tenía mis propias armas para entregar por lo que dije sin vacilación- Yo, Beyond Birthday, me entrego voluntaria y pacíficamente sin ningún problema, supongo que nos querrán vivos, de nada os servimos muertos, supongo que nos querrán torturan o por el contrario, recompensar por mantener a salvo a Abysso hasta este momento.

Las figuras acababan de terminar de dar vueltas y ahora estaban estáticas, yo había sacado mi espada y daga de dentro de mi capucha y se las ofrecía con las manos extendidas, si algo sucedía siempre podía convertirme en luciérnagas o descargar una tormenta eléctrica sobre sus cabezas, aunque esperaba que esto terminara pacíficamente.

...

Por un lado Alywe tenía razón, la fortaleza de Interfectorem por más que fuere una guarida improvisada de seguro tenía sus enredos y cepos, habría que esperar a no activar cebos; por otro lado, como mi medio hermano era muy demente tal vez hasta Alby tenía razón y el que no arriesga no gana. Pero todo era y sería muy impredecible, como él, como yo, así que no había certezas.

Alby había escogido sus palabras, pero Ténebri no sincronizaba de esa manera con aquellos a los que se dirigía que no eran Lord Interfectorem, su Amo y Señor...
—Cierra la boca humano repulsivo— expresó con su voz grave, ronca, áspera, destemplada y profunda, atestada de rudeza, así le abrió paso a Mors para comunicar:
—Abysso, finalmente te vuelvo a ver, has cambiado: antes eras un pequeño mocoso, ahora eres un mocoso con estatura ¡Vendrás con nosotros!— se presentó Mors de esa manera acercándose a nosotros sin miedo (tal cual lo recordaba) con la misma forma física que le gustaba usar para esconder su amorfismo letal.
—Ellos también vienen con nosotros Mors, recuerda lo que dijo El Grande, ¡entreguen sus armas o perezcan!— ordenó Ténebri y siguendo el plan todos cedieron las armas visibles, sobre las que escondió Alby éstos no sabían nada.

—La verdad que sí, Mors; te extrañé mucho, qué suerte que llegas a tiempo para guiarme hasta mi querido hermano.— le dije colocando mi mano en su "hombro".
—¿"Querido"? Jamás lo fuiste a rescatar, ni siquiera a visitar— respondió a mi palabrería.
—Ah, ya sabes, las defensas de esa prisión son muuuuy mucho para mí.
Mors colocó su extremidad en forma de mano en mi espalda y me guió hasta el animal que me transportaría a Averno.
—¿Sin apresarme las manos, Mors?
—No necesito que vayas amarrado, soy muy poderoso ahora que le sirvo al Amo, como no quiero molestos contratiempos en el camino serán tus acompañantes los que viajarán encadenados hasta el cuello.

No entendía si iba a ser productivo o dañino encontrarme con mi hermanastro, pese a lo obvio todo era muy confuso, pronto me enteraría si la propuesta de Averno era sólo benéfica para él y sus locuras, o si yo obtendría algo positivo al final; al menos teníamos un plan, la tripulación no podía fallar.

[CONTINÚA....]☠