Rol colectivo: Reunión con el monarca.

Vaya, así que era una vampiresa... sin dudas yo no era bueno reconociendo a toda la gama de criaturas de la Oscuridad como creí, aunque debí sospecharlo... no, no lo hice.
—Espléndido entonces señorita Valeria, estamos tan justificados uno como el otro— expuse con tono chistoso y una sonrisa —...¿Sabe de qué viene toda esta dinámica de la Realeza? ya me está impacientando la espera, veo a tantas personas llegar y, cada vez me siento más chiquito— adicioné con esa pregunta sin salirme de mi humorístico gesto, todo sea por romper el hielo sin involucrarse.

Para mi sorpresa no era tan fría como los vampiros de los que había oído siempre, yo creí que la eternidad los volvía ariscos, indiferentes y alejados de la realidad de los mortales, como dioses nihilistas observando cucarachas... pero no, ella estaba siendo bastante indulgente frente a mí ¿sería mi apariencia? tal vez el jardín hace grata las relaciones, al menos el tiempo de espera se acortaría en un introductivo saludo.

Sonreí, luego me preguntó que a qué venía esta reunión, le respondí aunque antes me lo pensé un segundo. - Pues... Yo tampoco sé con certeza el por qué de esta reunión. Lo único que sé es que es para una aventura increíble. Y la verdad, pienso que esta espera no será en vano. Pues tengo el presentimiento de que nos esperan muchas sorpresas. -Acto seguido de terminar de hablar le dediqué otra sonrisa, escuché unos aleteos y miré hacia el exterior, mi cuervo había llegado y se había posado en mi hombro. - ¡Oh! Bueno, ya que está aquí, le presento a mi más fiel compañero y amigo. - Le dije con una sonrisa señalando al cuervo.
Luego noté que estaba un poco sorprendido. - ¿Qué ocurre? Os noto un poco sorprendido. - Le pregunté.

Ella notó algo en mis gestos que le demostró sorpresa, no diría exactamente que era:
—Pues... sí, vaya, yo siempre quice tener un cuervo como amigo o mascota; más que nada me sorprendió su aparición aunque yo diría que te envidio— le contesté extendiendo mis brazos en son de exclamación a lo que giré la cabeza hacia donde estaba el comedor...

—...Con tanto charloteo allá adentro tal vez esté por comenzar, de seguro más de la mitad abandonará al enterarse de qué se trata todo, y no es mi caso como puedo intuír que tampoco el tuyo... no es que conozca mucho sobre vampiros pero, te ves muy preparada, tal vez sea el cuervo: te dá un toque de profesionalidad; apuesto a que tu oficio es emocionante ¿no?— dije devolviéndole la mirada extendiendo un dedo para acariciarle la cabeza al hermoso alado, casi divagando ya que era la primera vez que estaba frente a frente con un no-muerto de ese nivel en una charla menos distante, por lo menos alguien que me generaba curiosidad era una excelente manera de llevar con gusto mi impaciencia sin fingir.

La sala iba llenándose de gente y el monarca no aparecía, la preocupación se respiraba en el ambiente, seguramente por el retraso del monarca. Entonces los sirvientes aparecieron por una puerta que casi no se distinguía de la pared pues eran del mismo color y la puerta carecía de adornos lo que hacía que pareciera una parte de la pared. La puerta se había abierto con un ruido de desplazamiento de una piedra, un sonido que dejo en silencio a la sala, entonces por la puerta que daba a un inmenso y oscuro pasillo que descendía empezaron a salir un grupo de caballeros con armaduras plateadas, en sus manos sostenían lanzas con pañuelos de color rojo, azul, amarillo… un color por cada caballero que había. El pequeño grupo se situó la mitad en un lado de la puerta y la otra mitad en el otro lado, entonces se empezaron a escuchar pasos por la escalera. Entonces del interior de la escalera emergió la figura del monarca, un hombre alto, con el pelo marrón liso, una barba no muy grande, más bien corta. Llevaba una corona de color blanco, con destellos dorados, vestía una camisa larga azul con una espada blanca, vestía una capa negra y una cota de malla debajo de la camisa. Tenía unos pantalones negros, entonces después de dirigir su mirada por toda la sala, observando a cada uno de los aventureros, entonces fue cuando avanzo con elegantes pasos hasta el que sería su asiento, el más bonito y decorado. Hermanos y hermanas goldmitas, por favor, sentaos, espero que disfruten del banquete. Por favor sentaos todos, vamos a elegir quienes participaran en esta travesía e importante misión, iría yo mismo de no ser que hay asuntos de palacio que reclaman mi plena atención, queridos invitados, estos son mis magos particulares, ellos analizaran vuestras energías y determinaran quienes son los más indicados para la contienda-dijo mientras los sirvientes de antes se acercaban, eran magos con túnicas blancas que impedían verles las manos y la cara- irán pasando por cada uno de los asientos he irán comunicándoos quienes participaran. Entonces los magos se dividieron en dos grupos y fueron pasando uno por cada lado.
---------------------------------------------------------
Posteareis una última vez para responder a las preguntas ente PJ y os sentareis en la mesa, no podéis determinar el veredicto de los magos ni controlar lo que dicen. Cuando pase el turno, se volverá a postear con master para decir quienes participan, si para entonces no se han unido los que se han apuntado tendrán que unirse directamente en el viaje por el desierto.
Para los que no tengan imaginación aquí una foto del monarca:

Spoiler:

Unos magos me hicieron unas pruebas de las que yo las termine primero y a continuación me se senté en la mesa,me puse las manos detrás de la cabeza y me tranquilice.Espere a que todos terminaran y que el monarca diera su veredicto.Cogí una copa de vino y mi cabeza empezó a maquinar si pasaría o no la prueba.

Cuando dijo lo del dios blanco y los buscadores de la luz hice una mueca de asco inperceptible. Tal vez sirviese a Selian, pero tambien al dios oscuro, por lo que odiaba al dios blanco.
Para mi suerte, pregunto si yo tambien estaba alli para embarcar en la aventura que se nos ofrecia.
-En efecto, no me iba a perder algo que probablemente se la aventura mas interesante del año-
Cuando acabé de hablar otro de los chicos que estaban al principio se presentó. Y yo le dije mi nombre y apellido acompañado de una leve reverencia.
Poco despues se abrio una puerta en la pared y empezaron a salir guardias vestidos con armaduras y, al fondo de todo, el rey.
Hice otra reverencia, esta vez al monarca y mas profunda, tipica para ese tipo de situaciones. El rey dijo unas palabras invitandonos a sentarnos.
-Con vuestro permiso, voy a tomar asiento-
Me despedí con una leve inclinacion de cabeza y me fui a sentar en una silla.

Habiendo terminado la prueba me senté a distancia del sujeto confiado y la que parecía ser una elfo. Tuve que camuflarme bastante por las dudas ya que, aborrezco al Dios Blanco y, esa aventura la acepto para acortar distancias con el monarca, si me gano algún tipo de confianza podré servir mejor al Oscuro... tal vez me lo agradezca alguna vez invirtiendo mi maldición de ''curar gente''.

—Y bueno, ¿qué tan mal me pudo haber ido?— pensé y enseguida viré mi atención a Valeria —...creí que terminaría antes que yo con ésto.

Cuando llegué ya había mucha gente, ya tomando asiento. Creo que había llegado un poco tarde. Me había entretenido demasiado, y como consecuencia no había tenido tiempo de conocer a los demás asistentes. Llevaba el báculo conmigo; la experiencia me había enseñado a no ir sin él a ningún lado. Me pasé la mano por el pelo con nerviosismo. Allí estaban las personas más importantes de Gold. Carraspeé un poco e intenté mostrarme más serena. Era la representante de la noble casa de los Elfos de las Brumas, y no quería dejar a mi familia en mal lugar. Dí un rodeo visual, y me encontré con mis antiguos compañeros. Me relajó verles allí. Tomé asiento en la primera silla que ví,dejando apoyado el báculo contra la mesa y deseando que fueran al grano pronto.

Escuche la respuesta de la chica y asentí, yo también creía que sería la aventura del año pues no se descubren fortalezas en el desierto todos los días, ni tampoco se come en el hogar del monarca en presencia de él. Entonces fue cuando escuche un ruido y dirigí mi mirada hacia un lado de la habitación, la pared se había movido dejando un hueco por el que salieron los sirvientes del rey seguido de lo que serian sus guardaespaldas, unos guardias con lanzas y armaduras que daban destellos plateados. Entonces por el pasillo avanzo una figura, el monarca de Rosbasha, entonces observe como la gente empezaba a sentarse, entonces vislumbre varios sitios libres, uno junto a unos enanos, otro junto a la chica, Aliwen de los Isïldär, prefería sentarme junto a un conocido que sentarme con un completo desconocido. Asique avance hasta el asiento libre junto a Aliwen y tras sentarme escuche el discurso del monarca para después esperar que los magos realizaran la prueba.

Entré en el salón con paso decidido, observándolo todo a mi alrededor. Todavía no llegaba a comprender por qué me había invitado... cosa que pensaba averiguar. Me acaricié el labio inferior, pensativa. Allí había gente de todas las razas, muchos de ellos de familias influyentes. Tomé asiento cerca de una joven elfa. Me fijé en su postura, su mirada, su indumentaria, hasta en el báculo que descansaba junto a ella. ''Una maga blanca...'' pensé. Parecía algo nerviosa. Mejor, así sería más fácil de manipular. Estaba aburrida y sedienta. Tal vez cuando acabase la reunión... No, mejor no tocar a gente de familia noble. Comenzaron a llegar los sirvientes del rey. Los miré sin interés, con indiferencia. Ya les prestaría atención. Pensé en dedicarme a hablar con alguien, y la que estaba más cerca era la elfa. Le dí un golpecito en el brazo, para que se volviera hacia mí.
-Hola, encantada. Soy Shizuka Hiou, o Hiou Shizuka, si guardas algún respeto por mi familia. ¿Aquién tengo el placer de conocer? -pregunté, sonriente.

Me sobresalté al sentir que alguien me intentaba llamar la atención. Giré la cabeza hacia el otro lado. Una joven, de aparencia unos veinte años, indudablemente vampiresa, con una leve sonrisa en los labios, se estaba presentando. No me dio buena espina, pero aun así, le contesté.
-Yo soy Nawin D'Eliah, de la casa de los Elfos de las Brumas -dije, titubeando. No me gustaba la forma en la que me miraba, con aquellos ojos rojos, del color de la sangre... Un escalofrío recorrió mi espalda. ¿Acaso tenía intención de convertirme en su cena? Me alcé un poco el cuello de la túnica, intentando tapar un poco la piel de mi cuello. Intenté desviar su atención, su... aquella escalofriante sonrisa.
-¡Oh, vaya! Ya ha llegado la escolta del rey... tengo una ganas de que vayan ya al grano... - comenté.

Entonces, con tanta charla, se me hizo al menos a mí un poco tarde. A Morgos decía que tenía envidia por el cuervo que poseía y lo acarció mientras me preguntaba si mi oficio era bueno, antes de que pudiera contestar vi que unos magos me hacían unas pruebas. Las superé con facilidad, y vi que los demás de la sala también. Entonces vi a la realeza, hice una reverencia a esta. - Un placer conocerle su alteza, tomaré asiento si me lo permite. - Y me senté junto a Morgos, lo miré de reojo y le sonreí, luego nos preguntó quién se uniría a la aventura. - No os defraudaré su alteza. - Le dije, estaba segura de ir. Entonces vi que venía otra mujer, mi cuervo la miró mal, yo le llamé la atención y con un gesto de mi mano le ordené que se fuera. Este lo hizo, luego me fijé en los ojos de la mujer. Parecía una vampiresa, pues los tenía rojos y fríos, además era bastante elegante. Se sentó junto a Nawin, y ella también parecía un poco incómoda, estaba pensando en ir a desviar la atencion de la mujer de Nawin, pero luego pensé que estaría a salvo en un lugar como ese. Si intentara hacerle algo a Nawin la detendría antes de que se diera cuenta.

me isieron las preguntas respondi y me que de quieto la berda avia mucha jente.

No sabia como,un emisario real me dio una carta del rey en la cual me invitaba a la reunion que celebraba. Aun asi,alli estaba yo,en medio de una reunion social viendo como gente de todas las razas y de todas clases esperaban,la mayoria sentados en una mesa. Me encaminé hacia esta y tomando mentalmente nota de todos los presentes,y me senté en una silla cualquiera,esperando ver algun cambio en la sala o algun comunicado del rey. Cerca mia habia una chica de ojos rojos... parecia una elfa,pero no una elfa corriente... no se. Todo el mundo hablaba entre si,pero yo solo esuchaba fragmentos de conversaciones aqui y alla... no soy muy lanzada para esto de iniciar una conversacion,que digamos.

Acababa de llegar una nueva chica, s ehabía sentado, mientras que el rey había entrado, y había hecho un par de anuncios.

Los magos habían terminado de hacer las pruebas y ahora se habían agrupado cerca del rey susurrándole al oído algo que ni un elfo podría oír, entonces se levanto y proclamo: las pruebas han sido completadas, ahora nombraremos a los que participaran en esta contienda, nombraremos a la gente por su nombre y apellido, si desconocemos este se dirá vuestra raza. Entonces tras unos momentos de silencio el rey empezó la lista.
Morgos Gurthorum, Aliwen Isïldär, Nawin D'Eliah, Cole el vampiro, Valeria la vampiresa, Alby Rocnus, Aitor el vampiro, Piros el dragón, Hiou Shizuka, Aira la semielfa,
Estos serán los participantes en la contienda, por favor, los demás, coged la comida que queráis y abandonad la sala-termino el monarca mientras la gente empezaba a abandonar la sala refunfuñando, muchos querían participar y que esos pocos lo hicieran les molestaba. Queridos escogidos, la travesía será larga y dura, os hacemos entrega de estos trajes que evitaran la mayoría del calor del desierto, podéis abasteceros de comida y bebida en la bodega, se os hace entrega a cada uno, un mapa del desierto del pesar, cuidadlo pues solo tenemos un número de copias reducidas. Marchareis una vez os hayáis abastecido de provisiones, quiero que lleguéis a la fortaleza, que la descubráis sus secretos y volváis para contármelos-termino al tiempo que sus sirvientes os entregaban a cada uno un mapa, unas prendas compuestas por una túnica ligera y un turbante, entonces uno de los sirvientes pregunto quién se abastecería de comida, el acompañaría a la bodega a aquellos que quisieran abastecerse.
-----------------------------------------------------------------------------
Podéis rolear uno, dos y hasta tres veces mas antes de abandonar este lugar, una vez abandonéis esto, master creara un post en el desierto para continuar, podéis describir que comida y bebida os dan al igual la forma, color y demás de las prendas, el monarca abandono la sala asique no podéis preguntarle ni manejarle. Una vez abandonéis esto, este post se convertirá en un tema para dudas sobre el evento, los que no se han presentado en la sala tendrán que presentarse en la travesía por el desierto.
Suerte…

lo avia logrado pasar igual que vastante jente medi cuenta de que avia muchos de mi rasa encuanto me dieron el mapa me fui.
dejo post

Escuche los que dijo el monarca, sentí alivio al ser nombrado aunque no me hacía mucha gracia que usaran mi apellido, hacia mucho que no usaba mi nombre completo, había renunciado a mi apellido cuando abandone mi hogar, ahora lo había vuelto a usar, seguramente los magos habían sabido que era de la familia Rocnus por sus tratos comerciales. Una vez me entregaron la ropa y el mapa observe esta, era de colores blancos y rojos, la guarde y mire a los que serian mis compañeros de viaje, entonces observe a otra mestiza, seguramente semielfa o cualquier otra raza. Posiblemente seria Aira, no quería ser grosero así que me levante de la silla y me acerque a la joven. Permítame, joven dama, que me presente, mi nombre es Alby, al parecer por un tiempo seremos compañeros ¿podría darme la posibilidad de saber vuestro nombre?-termine con una reverencia en señal de respeto.

No sabia como ni porque,pero me habian elegido para la travesia que decian en la carta,nombrandome al final de una lista de unos diez nombres o quizas algunos mas... no pude reprimir una sonrisa con incredulidad. Luego nos entregaron un mapa y unas prendas a cada uno. Casi cuando iba a irme para coger provisiones,un chico se mme acercó,un humano tal vez,con exquisitos modales.Alguien entablando conversacion conmigo...realmente inaudito. Un placer Alby,mi nombre es Aira. -digo con una sonrisa y levantandome para devolverle la reverencia. Le observo a los ojos azules con interes.

Observe los lilas ojos de la mestiza con interés, entonces fue cuando me contesto diciéndome su nombre, Aira, eso me confirmo que era semielfa pues ya había n nombrado que era semielfa. Entonces me fije en que seguramente deberíamos recoger unas provisiones para la gran travesía que íbamos a emprender. Encantado de conocerte, Aira, creo que deberíamos conseguir algunas provisiones para el viaje, sería un honor si me acompañara una dama tan hermosa como es usted-dije con una sonrisa, espere a que me respondiera para después encaminarme hacia la bodega del castillo, una vez allí cogí lo que me parecía más apropiado para climas secos y de altas temperaturas. Rellene mi cantimplora con agua y cogí unos cuantos panes, había una gran variedad de comidas, como fruta, verdura, carne al igual que una gran variedad de bebidas.

Fue entonces cuando me di cuenta de que los dos nos quedamos mirandonos fijamente. Interesante si... Muy sorprendida recibí el halago de Alby, creyendo al principio que habia oido mal,mas era cierto. Abri un tanto mas los ojos pero luego intenté que no se me notara mucho. Sera un placer acompañarte,pero tuteame por favor. -le digo con una sonrisa alegre. Entonces alli cogimos las provisiones necesarias para el viaje,la comida la bebida... Observe a mis futuros compañeros,algunos haciendo lo mismo,otros aun sentados a la mesa... comprendi que iba a pasar con ellos una emocionante aventura...que estaba a punto de empezar.

Era el momento de emprender el viaje al corazón del desierto, a esa fortaleza que se alzaba entre las cálidas arenas, parecía una aventura emocionante y tenía a unos cuantos amigos conmigo y otras personas que aun no conocía. Seguramente no tardaría en conocer a mis compañeros, me extraño que la mayoría fueran vampiros, no era demasiado común ver vampiros por el desierto debido a que había oído que la luz es capaz de quemarles y producirles graves e intensas quemaduras. Entonces mire a Aira, parecía una chica agradable con la que se podría charlar, aunque parecía un poco tímida, esta sería la última vez que vería Rosbasha en mucho tiempo, atravesar el desierto y llegar a una fortaleza posiblemente peligrosa podría ser mortal. Me alegro de formar parte de un grupo como este-pense, estaba en el mismo grupo que un Buscador y junto a otra miembro de los magos blancos, además de una compañera como Valeria y una persona tan agradable como acaba de pensar sobre Aira. Esta seguro que será una aventura emocionante, te deseo suerte-dije dando unas palmadas de animo a Aira en el hombro mientras salía de la bodega.

DEJO POST

Um...cuanto mas miraba a mi alrededor,mas cuenta me daba de lo perdida que habia estado entre arboles y arbustos. Apenas salia del bosque pero eso ya iba a cambiar. La humanidad no estaba tan perdida como creia haber visto... Ahora despues de haber cogido las provisiones,habia que irse ya al desierto. Nada mas habia llegado y ya era el tiempo de irse...bueno,aun me quedaba el consuelo de que podria regresar...si salia viva de todo esto. Al menos ya tengo una motivacion para regresar. La gente se iba yendo poco a poco. Yo tambien a ti... -le dije a Alby distraida mientras el me daba unas palmaditas en el hombro. Bien...ahora adios a la civilizacion...empieza la aventura.
Dejo Post

Me dieron unas ropas marrones, me conseguí sangre, que extraño, allí había sangre, lo tenían todo pensado.