Rol colectivo: Travesía por el desierto.

Para mi era un gran honor ser la jinete de un licantropo,y mas si ese es el chico que me gusta. Mientras avanzamos,llegamos a alcanzar a Valeria,y veo que esta metida en una pelea entre Cole y el infiltrado que vi antes. Mis ojos se volvieron de hielo y observe con los ojos entrecerrados la escena. De nuevo, mis ojos volvieron a la normalidad al ver que la pelea habia terminado y que el chico nuevo no parecia tener malas intenciones. Valeria pregunto que que haciamos,la verdad es que yo tambien notaba la hostilidad en el ambiente. Bueno...quizas el chico aqui presente quiera explicarnos porque esta aqui y quien es. Si no,tambien podriamos seguir lo que estabamos haciendo,preparar la marcha. -digo tranquila mirando fijamente al chico nuevo.

Al terminar la pelea Valeria pregunto qué hacemos, entonces Aira respondió que quizás el nuevo quería explicarnos sus intenciones y si no, también podríamos continuar lo que estábamos haciendo, preparar la marcha, yo asentí pero primero me quede observando al nuevo. No parece muy peligroso… aunque sus criaturas si… si no nos quiere explicar quién es o que hace aquí podéis dejármelo a mí… no he comido mucho desde hace un par de días-dije enseñando los colmillos intentando intimidar al chico aparte de gastarle una broma, no pude evitar dejar un tono de broma en mi voz, quizás con un pequeño susto el nuevo se suelte y hable.

—Si vino de imprevisto tan confiado es porque pertenece al grupo por orden del monarca, pero debería portar algún identificativo de ello ¿no?— mencioné bajo ese análisis de espalda a los demás mientras con mi anillo Obtenebrador golpeaba el árbol frente a mí usando los tentáculos tartáricos en son de entretenimiento-entrenamiento.

Parecía que el chico no iba a decir nada... Así que elegí la segunda opción que dijo Aira. - ¿Y por qué no nos vamos? Parece que no quiere decir nada... Si es parte del grupo, nos seguirá adonde vayamos, supongo... - Dije sonriendo.

Le sonrei de lado al nuevo,con suspicacia y despues acaricie a alby detras de las orejas,como ya me habia acostumbrado a hacer. Si necesitas un brazo para picar o algo... -le dije en broma con una risa ligera. Luego mire al chico del pelo negro,que supuse que deberia ser Morgos,dirigiendole una inclinacion de cabeza. Una buena teoria y una buena pregunta. -mire de nuevo fijamente al chico que nos miraba a todos. Tambien escuche lo que dijo Valeria de seguir preparando la marcha y le sonrei. Yo estoy de acuerdo contigo... Si el chico gusta acompañarnos... -mire a todos por igual.

Escuche lo que dijo Aira y yo también reí, después escuche lo que dijo Morgos, el chico que me había curado la pierna en el banquete del monarca, asentí, era la explicación más lógica, además, no sería casualidad que pasara por aquí y nos encontrara. Entonces escuche lo que dijo Valeria, tenía razón, nada ya nos retenía en este oasis y ya había amanecido, era el momento de retomar la travesía a la fortaleza aunque no había descansado nada esta noche, no lo necesitaba. Nada nos retiene ya aquí, será mejor irnos ya antes de exponernos a los peligros que pueden acechar el desierto por las mañanas-dije mientras empezaba a caminar lentamente para abandonar el oasis.

Con todo el ruido estaba claro que me habían despertado, pero, después de abrir los ojos y ver lo que pasaba, no me moví de mi sitio, aunque si que estuve atenta a lo que ocurría.
Me puse en pie y me acerqué al grupo, pudiendo ver al nuevo chico y a los cambios que habían sufrido algunos componentes del grupo.
-Yo estoy de acuerdo con Morgos, así que voto por comprobar que viene en nuestro grupo y luego seguir la marcha-

Parecían que todos estaban de acuerdo en retomar nuestra ruta, caminé tras Aira y Alby, miré al chico nuev por última vez y seguí caminando, de nuevo, me sumergí en mis preguntas... Entonces escuché que algo se movía por entre los árboles, miré fijamente ese lugar, pero no veía nada, por si acaso me preparé para lo que pudiera venir... Miré a los demás, para saber si ellos también se habían percatado de aquel ruido.

—¿Qué pasa Valeria? pareciera que algo desde la vegetación desértica de este oásis te ha llamado— le pregunto a la vampiresa pues yo bien confiaba en sus agudos sentidos tanto como en los de Aliwen. Cerré mi puño para que mi anillo preparara la defensa, miraba a Ali tanto como a los vampiros en el grupo pues, yo no percibía nada fuera de lo normal.

Alby echó a andar y yo aun subida encima de el mire al muchacho extraño una ultima vez. La chica que habia visto en el banquete,al lado de alby,se acerco a nosotros y decidio investigar quien era el chico,si lo habian enviado para ayudar. Nosotros seguimos delante hasta que a Valeria le llamo algo la atencion y a mi tambien,un extraño ruido proveniente de la maleza. ¿Que fue eso....?- pregunte retoricamente mientras con mi mano agarraba la funda del baculo,lista para desenfundarlo. ¿Mounstruos de nuevo? Habrase visto...ni siquiera nos dejan emprender la marcha. Esperemos que no fuera de esto de lo que las manticoras escaparon...podriamos tener problemas controlandolos...

De repente sentí que la tierra empezaba a vibrar ligeramente, y el ruido se dirigía hacia nosotros, desenfundé mi espada y entonces apareció una Sierpe del Desierto gigantesca, nunca había visto a una bestia tan grande... Puse mi espada en horizontal y segundos después cargó contra mí, afortunadamente paré sus gigantescas pinzas a un centímetro de mi cara, me empujaba hacia atrás, era increíblemente fuerte. - Es demasiado fuerte... No podré resistir más así. - Les dije a mis compañeros, esperaba que pudieran ayudarme, pero entonces la serpiente se dio la vuelta y me golpeó con su cola, haciendo que saliera despedida a varios metros, una roca me paró, me dolía mucho el costado... Parecía que me había roto las costillas...

Mientras caminaba escuche un ruido, no fui el único que lo oyó pues también lo oyeron Valeria y Aira, esta había desenfundado su báculo y yo me gire en la dirección de la que provenía el ruido, de pronto de la espesura salió una sierpe del desierto, una gigantesca bestia. La criatura ataco a Valeria con sus afilados colmillos, esta nos dijo que era demasiado fuerte y que no podría resistir mas así, yo empecé a gruñir, entonces la bestia golpe a Valeria con su enorme cola. Aira… agárrate fuertemente…-dije mientras empezaba a correr hacia la bestia, primero me dirigí a la parte trasera, la criatura me intento golpear con su enorme cola pero antes de casi golpearme salte por encima de la cola. Volví a saltar y me subí encima de la sierpe, entonces empecé a correr sobre el serpenteante cuerpo de la sierpe que se agitaba intentando tirarme, una vez sobre su cabeza, me agarre a esta y le mordí las duras escamas, un alarido de dolor salió de la bestia que de pronto me tiro de su cabeza. Caí sobre mis cuatro patas, con mis garras clavadas frene parte del lanzamiento y empecé a observar a la bestia.

La mayoria tambien habian oido aquel ruido y por un momento pense que el volver de nuevo a la calor del desierto por la mañana despues de una noche fria nos hacia tener alucionaciones pero... una -por los libros que lei- sierpe del desierto,y le dio con la cola a Valeria. Saque el baculo totalmente y alby me dijo que me agarrara fuertemente,y empezó a correr y atacar al mounstruo. Cuando la sierpe lo tiró desde su cabeza,salté antes de que cayera y con el baculo di de refilon,pero saqué mis garras de hielo y le congele. Parecia muerta,pero no se sabe... con una patada la hice saltar en pedazos. Esperemos que solo fuera una rezagada... -dije mirando hacia atras donde habian quedado los demas. Fui hacia Valeria ,parecia que se habia roto las costillas,por el aspecto que presentaba. Le puse mi mano fria en el costado para aliviarla un poco mientras llamaba a los demas para que la ayudaran.

Aira acabó pronto con la serpiente congelándola y rompiéndola en mil pedazos, luego vino hacia mí, puso su mano en la parte dolorida, sentía como poco a poco el dolor iba menguando, pero igualmente estaba bastante dolorida. - Menuda suerte la mía. - Dije un poco bromeando, me intenté levantar apoyandome en mi espada, pero era incapaz de moverme y caí de nuevo de rodillas. - Argh... No puedo moverme... - Dije un poco molesta. - Siento ser una carga para el grupo... - Me disculpé de nuevo, me habían pasado muchas cosas y solo acababa de llegar al desierto...

Cuando me tiro la sierpe de su cabeza, Aira salto antes de que yo cayera y congelo a la bestia para después darle una patada y romperla en mil pedazos, entonces se acerco a Valeria que parecía incapaz de moverse, de pronto Aira le puso su mano en el costado y yo me acerque. Valeria dijo que no se podía mover y que sentía ser una carga para el grupo, yo en unos segundos volví a ser humano, me acerque a ella y me agache. No te muevas-dije mientras extendía mis manos hacia ella pero sin tocarla, empecé a realizar varios conjuros curativos hasta que termine, después me levante y le tendí la mano para ayudarla a levantar.

Alby curó mi herida, me toqué el costado y ya no me dolía, acepté la mano de Alby y me levanté, luego les hice una reverencia a los dos. - Muchas gracias a los dos, sois muy amables conmigo. - Les dije con una gran sonrisa. - Supongo que deberíamos irnos de aquí cuanto antes, quizás haya más Sierpes. - Les dije mirando hacia la Sierpe muerta, hecha pedacitos, cogí mi espada y la enfundé de nuevo.

Cuando estaba ayudando a Val poniendole la mano fria en la herida fue cuando fui consciente de lo que habia hecho. Aria me habia poseido por un instante...aunque solo fuera por ella misma ayudar. Me senti asqueada de mi misma y cuando Alby la hubo curado me levante. No eres ninguna carga...solo has tenido mala suerte al empezar. -le digo sonriendo recordadndo cuando yo mismo estuve a punto de ser aplastada. Ella se levanto y nos dio las gracias que le respondi con una reverencia sonriente. Ella dijo que nos deberiamos de ir no fuera a ser que hubiese mas sierpes. No podria estar mas de acuerdo contigo... -dije con ojos distantes. Hice que los trozos de hielo se apartaran del camino y me quede de pie donde antes habian estado mirando al suelo. Matar a sangre fria... eso era despreciable. Me puse en camino de nuevo hacia donde estaban enfundado el baculo mirando fijamente al suelo.

Valeria nos agradeció ser amables con ella, yo sonreí mientras ella dijo que debíamos irnos pues quizás haya más sierpes, yo estaba de acuerdo, era el momento de retomar la marcha y ahora que había pasado un rato en mi forma de lobo estirar las piernas en mi otra forma me vendría muy bien. Sin más espera abandone el oasis en el cual habían pasado tantas cosas increíbles la noche anterior, sin antes olvidarme de deshacer el conjuro de las esferas de luz, no me gustaría tener un hechizo en funcionamiento si no tiene ningún uso práctico. Seguí al grupo con mi báculo desenfundado junto a Aira.

El desierto por la mañana parecía tranquilo pero las apariencias engañan, es típico que por la mañana se levanten fuertes vientos lo que suele provocar tormentas de arena y eso es exactamente lo que le ocurrió al grupo de aventureros, una tormenta de arena se interpuso en su camino.
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No podéis decidir si salís o no de la tormenta de arena… como ya es típico master dirá cuando lo vea conveniente si salís o no… podéis describir con que os cruzáis dentro de la tormenta de arena… ya sean monstruos, plantas o piedras

De repente, mientras caminábamos, una tormenta de arena nos abrazó, me puse la mano a modo de visera para intentar ver algo, pero me era imposible ver nada, pues todo estaba lleno de polvo, rocas y ramas de hojas... La tormenta cada vez era más y más fuerte, sentía como las ramitas y piedras chocaban contra mi. - Parece que no es nuestro día de suerte. - Dije con cuidado para que no se me metiera arena o ramitas en la boca.

Me sentia algo despreciable aun,pero me consolaba a mi misma diciendo que podria la sierpe haber herido al grupo si hubiese continuado viva... con este pobre consuelo, fui convenciendome hasta casi olvidar el tema mientras abandonaba junto a Alby y al grupo el oasis donde tantas cosas mas que buenas me pasaron esta noche,incluso sonrei al recordarlo. Pero justo mientras caminabamos y empezaba ya el dia,una tormenta de arena nos sorprendió. Converti mis ojos a hielo para que no me molestaran los granos de arena ni las pequeñas ramitas en los ojos,mientras miraba a ver al grupo,que tambien estaban muy molestos por la coincidencia... Ni que estuviese esperando a que abandonaramos el oasis... -seguimos avanzando por medio de la tormenta de arena-

al avandonar el oasis una tormenta de arena asolo para no incomodarmegire lamano desde ariva creando una bola de viento que asia que la arena pasara asia attras sin molestarme a mi i arosa.

—Mientras nos mantengamos cerca no nos perderemos, debemos estar atentos y pendientes del integrante contiguo formando una especie de cadena, nunca falla— me expresé en son de parecer útil a medida que nos movíamos por el peligroso clima; seríamos blancos fáciles allí entre la poca visibilidad y ruidos del viento, al disernimiento lo opacaba la naturaleza.
En el tosco caminar busqué tomarle la mano a Aliwen pues unos ibamos más adelante que otros, era casi mi idea de cadena sólo que adicioné contacto para sentirme seguro.

asia tanto viento que desidi enves de escudarme pararlo a mi arededor asi la arena caeria.

Empezó una tormenta de arena, por lo que me puse una parte de la tela que llevaba para la cabeza cubriéndome todo menos los ojos, a los que les apliqué un hechizo de aire que impedía que me entrase arena, aunque igualmente tenía que ir con los ojos entrecerrados.
Escuché lo que dijo Morgos, y poco después alguien que me daba la mano. Busqué quien era y vi que me agarraba él mismo.
Apreté un poco su mano para no perder el contacto. Yo como elfa tenía buena vista, pero no se podía decir lo mismo de los humanos, por lo que no sabía hasta donde alcanzaba la suya.