Rol colectivo: exploración en la fortaleza

Tras destruir tres filas de esqueletos de hielo caí al suelo arrodillándome, apoyando los brazos en el suelo, entonces fue cuando observe algo volando hacia a mí, fue Piro, entonces apoyándome en mi báculo me incorpore y di un salto agarrándome a la pata de Piro. Entonces observe desde el aire como los esqueletos estallaban en miles de fragmentos de hielo al igual que el manto de escarcha que cubría el patio, entonces Piro descendió al suelo y entonces me solté cayendo en el suelo. Entonces caí junto a Nawin y Piro volvió a su forma humana y nos entrego unas pociones, yo tras mirar el frasco bebí la poción y sentí como me curaba y me llenaba de energías pero soplo temporalmente. Está claro que tenemos un descanso por un tiempo, descansemos y luego adentrémonos en la fortaleza-dije mientras me incorporaba y miraba el patio, no había rastro de hielo, como si nunca hubiera existido.

-Muchas gracias -le dije a Piro cuando nos dio a Alby y a mi aquellas pociones. Sentí como me iba recuperando poco a poco, pero no me bastaba con una poción. Necesitaba descansar. Me quedé sentada en el suelo, un poco lacia, intentando recobrar el aliento.

Mientras entraba por las puertas de la fortaleza se escucho un gruñido muy fuerte-espero no haber llegado tan tarde - dije mientras me apresuraba a entrar.
Al llegar a un patio con varias piscinas observe a varios guerreros y magos, rapidamente senti el edor de varios vampiros por todo el lugar. pero lo mas extraño fue que tambien encontre un olor muy familiar -Otro licantropo Aqui?- me dije a mi mismo.
También encontre algo muy extraño al ver a una chica alparecer vampireza por su olor, no senti deseo alguno de atacarla fue extraño, la chica llevava ropas negras. me hacerque a ellos ya que supuse que serian los que mando el rey.
No era momento para revelar que era un lycantropo por el echo de haber tantos vampiros cerca, no sabria como reaccionarían. Me acerque al chico que al parecer era licantropo cuidando de no hacerme notar mucho por ser nuevo.
-Hola, disculpa espero no llegar muy tarde-dije riendome-¿ustedes también son parte del grupo que envió el rey?dije rezando por que no dijera que también soy licantropo.

Cuando entramos en la fortaleza todo se volvió oscuro y yo hice que mi baculo alumbrara un poco mas fuerte mientras nos adentrabamos. Hacia ya rato que me habia sumido en un silencio inusitado en mi,y es que no me encontraba demasiado bien... Llegamos a un patio con varias piscinas y algunos fueron a refrescarse,entonces yo aproveche para descansar un poco e intentar mejorarme un poco... Mientras observaba la extraña calma que habia alli dentro...demasiada,para ser normal... No estaba equivocada. De pronto todo se congeló y de las piscinas empezaron a emerger esqueletos congelados que nos atacaban,aunque yo podia estar tranquila. El hielo era mi elemento...no podrian hacer nada contra mi. Convirtiendo mis manos en garras heladas atravesaba y hacia estallar a los esqueletos,fue una suerte que estos fueran de hielo... como me encontraba lo menos que queria era tener problemas en la pelea. De repente,tuve un mareo y me tuve que apoyar en una roca para recuperarme un poco,ya que parecia que los esqueletos no cesaban de aparecer... Aprovechando ese momento de mi despiste,un esqueleto apareció y me clavó su espada en el hombro,atravesaándolo. Despues del momento de shock,congelé mi hombro para que no me doliera la herida e hice estallar al esqueleto en mil pedazos solo con un gesto. Al final va a estar bien esto de controlar el hielo... Me miro el hombro,donde quedan algunas gotas rojas de cuando la herida sangraba sin congelar,y me quedo pensando como podria sacar esto de mi hombro antes de que vinieran mas esqueletos. De pronto,se escuchó un rugido de quien sabe que criatura que provenia del interior de la fortaleza... Todos los esqueletos pararon y de pronto estallaron en un fulgor de luces azules y entonces todo el hielo se fundió... Y dirijo mi atencion de nuevo a la espada... cuando veo que mi piel vuelve a ser humana...cuando siento la herida con fuerza y reprimo un grito. Aun asi no emito ningun sonido e intento sacarme la espada,con poco exito...

Un descanso me vino muy bien, después de una lucha como esa me hacía pensar que era lo siguiente que nos encontraríamos en la fortaleza, la verdad es que visto este peligro, solo pensaba que a lo mejor había algo más peligroso dentro de la fortaleza. En ese momento sentí un olor, un olor familiar, levante la vista y vislumbre a un nuevo personaje que se había introducido en la fortaleza, estaba claro que era un licántropo, su olor era similar al mío, iba a decir algo pero de pronto me fije en Aira. Estaba en un lado del patio con una herida en el hombro, corrí hacia ella con todas mis fuerzas hasta llegar a su lado, examine la herida que había producido la espada de algún esqueleto. Lo siento, debí de estar más atento y esto no hubiera pasado, ahora aguanta un poco, voy a curarte-dije mientras agarraba la empuñadura de la espada con mi mano derecha y con mi mano izquierda la ponía encima de la herida pero sin tocarla. Entonces mientras curaba la herida con la mano izquierda, extraje la espada con la mano derecha, entonces fue cuando saque por completo la espada, la tire al suelo y coloque la mano derecha junto a la izquierda, curando la herida, una vez acabe mire a Aira a los ojos y dije: creo que va siendo hora de ir adentrándose en la fortaleza. Entonces esperando que ella me siguiera avance por el patio hasta el interior de la fortaleza.

Todo había pasado muy rápido y yo iba muy lento.Necesitaba seguir adelante así que avance sin ninguna necesidad de esperar.Las paredes se descomponían poco a poco convirtiéndose en polvo, durarían unos años más deduje.Me dí la vuelta puse mi bolsa en el suelo la abrí y saque a Spayk mi nueva mascota que llevaba durmiendo varias horas, se poso en mi hombro volví a coger la bolsa y seguí avanzando.-Spayk, ¿ves ese agujero? pues revisa a donde lleva y mantenme informado de que caminos encuentres y si son seguros, corre.Dije mientras lo soltaba cerca del suelo y iba hacía el agujero a seguir mis ordenes.

Comenzamos a avanzar hacia el interior de la fortaleza. Estaba agotada por el enfrentamiento con los esqueletos, pero gracias a mi cabezonería y a que habíamos llegado demasiado lejos como para rendirse no desistí. Pero había algo que me inquietaba... Sentía que había alguien observándonos desde las sombras, y mi algo hervía en mi sangre... instintivamente, levanté mi cabeza hacia los altos muros de la fortaleza, a tiempo de ver una alta silueta que conocía demasiado bien.
El tiempo pareció detenerse por un instante.

En el momento que el chico iba a decir algo corrió hacia una, al parecer semi-elfa, se notaba preocupado por ella, no quise interrumpir.
Me sentía muy extraño tan cerca de vampiros y sin atacar a ninguno, en ese momento pensé que todos estarían algo cansados o preocupados por otras cosas. Sentí la presencia de una vampiresa que nos observaba desde la oscuridad su simple olor me causaba tanta hambre de carne y pelea. pero me tenia que resistir, tenia que soportar sentir el asecho de esta criatura.
Camine de la manera mas natural que pude para pasar desapercibido por todos, me senté en una de las piscinas a tomar un poco de agua, y para intentar relajarme saque una de mis barajas rojas de mi mochila y me puse a barajarla, esperando a que algo pasara -cualquier cosa es mejor que estar sentado sin hacer nada- pensé.
Después de darme un respiro me adentre con los demás a al interior de la fortaleza, algo atrás del grupo.

Todo había terminado, vi en silencio lo que hacía cada uno del grupo, entonces me fijé en que Nawin estaba algo inquieta, miró hacia arriba y yo seguí su mirada. Vi de nuevo a esa odiosa vampiresa, fruncí el ceño y suspiré, con una rapidez increíble me puse al lado de esta. - Gracias por tu ayuda. - Le dije irónicamente y acto seguido le di un pequeño pero fuerte empujón hacia el vacío. - ¿Por qué no te unes al grupo de nuevo, y nos honras con tu molesta e inútil presencia? - Le dije con una picarona sonrisa.

Vi como Valeria y Nawin miraban hacia arriba, yo les seguí con la mirada, y descubrí aquella maldita vampiresa. Valeria fue hasta ella y le empujó, preguntandole por qué no se une de nuevo al grupo con su inutil presencia.
Solté un resoplido, puse los ojos en blanco y bajé la mirada, exasperado, maldita vampiresa, a ver si nos dejaba en paz.

Le dirigí una fría mirada a Valeria, con una media sonrisa.
-No he venido aquí a haceros el favor de disfrutar de mi presencia, querida, simplemente vengo por curiosisdad.
Le dí un poco la espalda antes de añadir:
-Me sorprende de que aun continueis con vida.
Acto seguido, salté del muro al suelo, quedando agachada. Me incorporé con agilidad, y dirigí una calculadora mirada hacia el grupo.

La siguiente sala del camino era una gran habitación que se componía de doce puertas a derecha e izquierda de una especie de camino con losas de mármol blanco, este camino iba desde la entrada hasta una gran puerta al fondo de la sala, todas las puertas a derecha e izquierda estaban repletas de arena, tanta que salía por cada puerta. Solo la puerta enorme del fondo no estaba llena de arena pero estaba cerrada… la sala estaba alumbrada por unos extraños cristales en palos a las paredes, serian similares a las antorchas pero solo se diferenciaba de que tenia cristales en vez de llama, pero alumbraban exactamente igual que una llama.
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Las reglas serán sencillas… podéis moveros entre el patio y la sala, no podéis encontrar objetos en la sala o abrir la puerta, podéis buscar objetos como la llave de la puerta o intentar abrirla a la fuerza, la cuenta master determinara que encontráis cuando crea conveniente… no podéis encontraros monstruo s o enemigos, es tarea de master... podéis postear cuantas veces queras pero respetando la norma de doble posteo… suerte.

Volvía a encontrarme con la vampiresa que más había odiado en toda mi larga vida, suspiré para contenerme y volví con los demás, luego empezamos a caminar, de repente llegamos a una sala, había bastantes puertas y una que resaltaba sobre las otras, me acerqué a una de ellas, intenté abrirla, pero estaba cerrada, entonces comprobé las demás. Todas estaban cerradas, volví mi mirada hacia el grupo. - Todas estan cerradas, ni una abierta... Supongo que habrá que encontrar la llave... - Dije y acto seguido empecé a buscar por esa gran sala.

Mientras avanzaba note como si alguien nos observara, estas sospechas se confirmaron tras darme la vuelta en la entra a la siguiente sala, Valeria estaba hablando con la vampiresa que había convertido a Nawin en otra vampiresa, se notaba en la conversación el desprecio la una por la otra. Entonces Valeria se dio la vuelta y se adentro en la siguiente sala, yo la seguí y me quede observando en el centro de la sala, muchos caminos, pero ninguno abierto eso es lo que decía Valeria tras intentar abrir las puertas. Ella dijo que debíamos encontrar la llave, si, sería la mejor opción, pero esa sala estaba iluminada por algo extraño, algo que no había visto nunca, cristales que desprenden luz cual antorcha encendida. Está claro que nos espera más de una sorpresa en esta fortaleza-dije mientras empezaba a caminar junto a las paredes pasando las yemas de mis dedos por la agrietada pared.

Intentaba sacarme la espada del hombro pero no podia y cada vez se me hacia mas dificil sujetar la empuñadura.Intentaba aun asi reunir fuerzas para volverme a transformar y sacarla cuando estuviera compuesta de hielo,pero Alby fue mas rapido que yo. Ni siquiera lo habia visto cuando acudió a ayudarme. Examinó mi herida y dijo que si hubiera estado mas atento esto no hubiera pasado. Yo,con un ademán de la mano le resté impotancia sonriendo. En todo caso,si yo hubiese estado mas alerta no me hubieran dado... -en ese momento me aguanté encogerme de hombros por razones obvias. Cuando me extrajo la espada me aguanté de gritar pero no pude evitar arañarme las manos por la presion que hacia con las uñas en ellas. Al menos iba curando... Sentía que me iba poniendo mejor y le sonreí. Él se fué y entonces yo le seguí... Llegamos a otra sala con muchas puertas,cerradas,según Valeria. Ésta andaba en discusión con otra vampiresa... Me llamaron la atención las "antorchas" que habia,por llamarlas de alguna manera... eran cristales...tenian un cristal por llama. Me puse a observar una mientras esperaba que remitiera un poco mas el dolor y ponerme abuscar la llave,mientras llegaban los otros...

Mientras tanto, yo os estaba siguiendo desde hacia un buen rato...y sin embargo seguía escondido...pero...algo sucedió de repente...

Cerré los ojos y respiré hondo. La presencia de Hiou me alteraba, pero no podía permitir que esa vampiresa me sacara de esa forma de mis casillas.
Comence a tantear las puertas, con cuidado, por si había algún mecanismo de abertura oculto. Tras un rato me rendí, y junto a Aira, comencé a mirar las extrañas antorchas...no tenían llama... acaso eran ¿cristales?

Seguí a los demás hasta una especie de sala con muchas puertas a los costados, la mayoría enterradas bajo la arena y un gran portón, lo que mas me intrigo fueron los cristales en ves de antorchas.
Me acerque a uno para observarlo bien, me hipnotizo su brillo por unos momentos y con un cuchillo que tenia troce un pedazo y me lo guarde, aun brillaba.
Fingí que no hacia nada, luego al ver que los demás buscaban una manera de abrir las puertas me recosté en un montículo de arena a jugar con el fragmento de crista que había conseguido, esperando a que alguien pudiera abrir una puerta o que pasara algo mas interesante.

Me sentía decepcionado al saber que nadie se dió cuenta de que yo estaba entre ellos, a la vez me sentía orgulloso de mi gran don de la Agilidad, pero aún así, deseaba entrar en esa fortaleza...
Esperaba el momento preciso para colarme y ser "uno mas del grupo"
para poder hacer mi trabajo bien...
Sin querer, entre esas salas oí pasos, corrí hacia un lado sigilosamente, pasó de largo... no me dí cuenta de ni quien era...
Estaba pensando:
"Oh no! Cada vez se acercan mas i mas..." - no podia contenerme y decidí respirar hondo...
Pero, respiré tanto que tragué la arena del suelo...
Me dio tos...

Seguí observando las antorchas, hasta el punto que me parecio que tendria un poco de pinta de ausente. En cierto modo, lo estaba, cosa que era increíble, teniendo a Shizuka tan cerca...
Entonces escuché a alguien toser. No le hubiera dado importancia si no hubiera sido porque no había reconocido la voz.
-¿Quién anda ahí? -pregunté. ''No seas estúpida, no te va a responder'' dijo una vocecita en mi cabeza. Suspiré. era verdad, no podía esperar a que un intruso qu tal vez venía a matarnos se presentara. Con paso ágil, me dirigí hacia el lugar de donde ma había provenido el ruido. Y allí me encontré a un chico desconocido.
-¿Quién.. quién eres? pregunté, intentando no bajar la guardia.

Si no fuera por culpa de la maldita arena, no hubiese tosido, pero, en ese instante no pude hablar, porque una joven chica me vió...
Me quedé mirandola, mientras ella preguntava que quien era.
Yo, enbobado por su belleza, le dije:
-Eh? Ah, si, que quien soy...
Pues soy Raven, llevo ya rato siguiendos...- Dije confiado...
No podia dejar que todos me viesen, solo esa preciosa chica me vio, de repente, oí mas pasos, cojí a la chica del brazo y me la llevé detras de un muro de esa sala.
Le empecé a contar todo lo que hacia ahí, pero, no podia decirselo todo:
- Mira, necesito entrar en esa fortaleza, si me ayudas a esconderme y llegar hasta dentro, te diré para qué quiero entrar...-
La miré con cara de: "Porfavor... "

Tras un rato observando los muros agrietados empecé a notar que la gente se adentraba en la sala y no estábamos solos, oí a alguien toser y me d la vuelta, una nueva persona había aparecido y estaba junto a Nawin. Bueno, al menos no se puede decir que no envían refuerzos, bueno, de todas las personas que había ha escogido a la que si te descuidas y le caes mal te fríe con un rayo-pensé, no debería preocuparme mucho pes ahora lo que importaba era encontrar esa llave para seguir avanzando por esta fortaleza tan extraña, me gustaría ver la cara del que construyo y diseño las trampas y la fortaleza.