Rol colectivo: exploración en la fortaleza

Aquel chico me cogió del brazo y me llevo tras un muro. Estaba paralizada por la sorpresa. Me pidió que lo ayudara a esconderse y que me diría por qué estaba allí. No sabía si estaba haciendo bien... me mordí el labio, indecisa ¿por qué todos los extraños se me acercaban a mi? La última vez había acabado convertida en vampiresa. Aun así...
Me quedé mirando los ojos suplicantes del chico. Acabé asintiendo con la cabeza.
-Está bien, te ayudaré -le dije con una sonrisa.
Entonces sentí una mirada clavada en nosotros. Con disimulo, miré de reojo hasta dar con el dueño de la mirada... y encontré a Shizuka. No se por qué no me sorprendió. Tal vez por la costumbre. Aquella mujer tramaba algo, pero no llegaba a comprender que era. Lo único que sabía era que yo estaba en sus planes. Pero... aquella mirada seria... parecía que me quería decir algo...
Volví a mirar al chico, aquel tal Raven. No parecía extraño. Un humano normal y corriente, ''muy guapo'' pensé. Volví a mirar a Shizuka. Sí, no cabía duda, parecía querer decirme algo sobre Raven.
Sacudí la cabeza. No podía dejarme llevar por aquella vampiresa. Volví a sonreir a Raven, con calidez.

me estaba aburriendo no avia nada interesante pense que ojala ubiese accion pronto lo unico era un chico que estaba con nawin.

Escuche a alguien toser, no le di mucha importancia y seguí jugando con el trozo de cristal que tenia en mis manos.
En ese momento observe a un vampiro en la sala, al parecer estaba aburrido, y a pesar de mi odio por esa raza, me acerque a el ya que no tenia nada mas que hacer y parecía inofensivo, y mientras guardaba mi cristal brillante en la mochila le dije-Hola soy Duran, un gusto o placer o como se diga haha, parece que esto estará algo calmado y aburrido un rato.
dije entre risas y uno que otro bostezo.

jiranndo lijera mente el cuello dije:si parese que me aburrire un ratito mas,perdon donde estaran mis modales porsierto yo soi aitor encantado de conoserte.mientras le estendia la mano como gesto de buenas intensiones.

Estaba exaltado por esas buenas confianzas...
Me parecía raro pero dije:
Hola, encantado soy Raven-Algunos me miraron bien, y otros, pues no tanto.
Pero lo hice fué seguir mirando a la chica del principio... Me parecia tan bella... Pero moví la cabeza porque me quedaba enbobado. Quería pasar desapercibido y no liarla mas, así que decidí "Imitar" lo que algunos hacian, buscar algo en el suelo... Disimulé pero se me calleron Lo Kunais.
Hicieron bastante ruido en el suelo, así que decidí cogerla rapidamente y disimular con la cara...
"Me van a coger manía como siga así..." Pensé...
Pero entonces, cojí a la tal Nawin, la chica del principio y le dije que tuviera cuidado por allí.

Nada pasaba, no había nada por el suelo, ni una triste llave oxidada ni un trozo de jarrón. La habitación iluminada por las antorchas se apago, los cristales se apagaron y fue entonces cuando se dejo ver unas luces en el techo, miles de luces azuladas como las que habían salido de los esqueletos, entonces como si de un enjambre de luciérnagas se tratara las luces bajaron del techo y se colaron por los muros y el suelo…

Corred, a la sala del trono, allí defenderemos de este ataque-sonaron unas voces que parecían venir de todas direcciones produciendo un eco sobrenatural. ¿Cómo ha ocurrido esto? Alguien abrí el portal y las almas han escapado, se están haciendo cuerpos con cualquier material solido.

Entonces fue cuando por las otras entradas que estaban inundadas de arena empezaron a emerger figuras de personas con armaduras grandes, de cuero y con telas parecidas a las que os había entregado el monarca cubriéndoles la cara haciendo casi imposible reconocer que clase de criaturas eran, tenían un tono azul y blanco espectral. Atravesaban todo lo que se interponía en su camino, da igual lo que hicieran para pararlos, parecía que no podían ni vernos ni escucharnos. Corrían y salían de las entradas laterales para entrar en la central, la única que estaba cerrada y sin arena, de pronto se oyó un cuerno de guerra y por el patio emergía una silueta de un ariete, el ariete estaba decorado con huesos y metal, la punta del ariete era el dibujo de un cráneo de esqueleto gigante y avanzaba poco a poco en una edificación de guerra, dos esqueletos como los de antes se encontraban dentro de la edificación, que parecía una torre de asalto, cuatro troncos de madera, uno en cada esquina, que sostenían una plataforma de madera donde estaba un esqueleto con un traje bastante exótico, el ariete estaba iluminado por antorchas lo que facilitaba ver la habitación. Los esqueletos no os miraban, como había pasado antes con esos… ¿Fantasmas?... el ariete avanzo pero este era real por lo que si alguien estaba en su camino debía apartarse, entonces fue cuando el ariete llego a la puerta y los esqueletos cargaron el ariete. Lo llevaron para atrás y entonces empujaron abriendo de par en par la puerta, entonces los esqueletos y el ariete estallaron en arena y volvió la luz de las antorchas y un nuevo camino estaba despejado, unas grandes escaleras en forma de caracol pero del tamaño de un elefante llevaban a la nueva sala.
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Las reglas son sencillas, no os podéis ni cargar a los esqueletos ni a los fantasmas, como antes podéis avanzar entre las dos salas, podéis bajar por la escalera pero no podéis llegar a la nueva sala, esta escalera está iluminada por antorchas. Podeis postear las veces que querais pero sin doblepost. Buena suerte cazafantasmas

.

Nawin se percató de mis miradas. Sonreí levemente. Era menos tonta de lo que parecía ¿se daría cuenta por ella sola de con qué clase de persona estaba tratando? Iba a dirigirme hacia ellos, cuando algo llamó mi atención. De repente, la sala quedó a oscuras y parecieron unas luces en el techo. Alguien o algo dijo que habían escapado almas... Fruncí el ceño. No me gustaba jugar con los muertos. Aparecieron pèrsonas extrañas, que parecían como ausente ¿esas eran las almas?
Me llevé una mano instintivamentea la empuñadura de mi katana, pero no la desenvainé. Me pareció imprudente atacar a esas criaturas sin que ellas hubieran dado el primer paso. Era mejor esperar.
Entonces los esqueleto abrieron una puerta y se consumieron en polvo. La puerta daba a unas escaleras, que sin duda desembocaban en una nueva sala. Esperé a que alguien diera el primer paso. No se me apetecía tener que comprobar el terreno.
Volví a centrar mi atención en Nawin y mi querido asesino. El chico parecía estar advirtiéndola de que tuviera cuidado. Qué tierno para alguien que segaba vidas por dinero.
En esta ocasión, si me dirigí hacia ellos. Llegué por detrás de mi pupila, cogiéndola suavemente por los hombros y asomando mi cabeza por encima de uno de ellos. Sentí su sangre recorriendo su cuello, pero me resistí en esa ocasión. Miré a Raven, divertida.
-Dime ¿qué trabajo te trae por aquí?
Pregunté, sonriendo, mostrando levemente mis colmillos al hacerlo.

Shizuka se me acercó por detrás, acercando peligrosamente su boca a mi cuello. Intenté retirarme un poco, pero me tenía sujeta por los hombros. Entonces dijo lo del trabajo... ¿qué? Miré a Raven confusa.
Pero entonces sentí algo que llevaba acechándome desde hacía tiempo, pero que había logrado evitar. La sed de sangre. Sentí que me golpeaba como una maza. Me olvidé de Raven y de Shizuka y de todo. Solo pensaba en ese deseo... Miré a Shizuka, horrorizada. Varias lágrimas cayeron de mis ojos. Sin más demora, salí corriendo de allí hata llegar al patio de antes. Me dejé caer al suelo sintiendo que me faltaba el aire. Rogué que nadie se acercara... ''por favor, no vengais, por favor...'' ¿Y si llegaba a atacar a alguien?

Ví como Nawin se marchaba corriendo. Suspiré. Todavía tenía que aprender a controlar la sed. Fui tras ella y la encontré tirada en el suelo, como axfixiándose. Sonreí. Me arrodillé junto a ella y la incorporé, sosteniéndola.
-¿Todavía quieres renunciar a lo que eres?
Me retiré el pelo de cuello y la miré fijamente a los ojos. Sabía que lo entendería.

le qite lamano cuando vi ls esqueletos despues vi a nawin correr y detras otra chica me puse en la puerta a escuchar lo que desian paresia interesante.

Miré asustada a Shizuka a los ojos. No podía estar insinuando que... pero si no lo hacía, podría atacar a cualquiera. Gemí al sentir aquella horrible necesidad...
Cerré los ojos y me acerqué al cuello de Shizuka. Casi con rabia, la mordí. Sentí mis colmillos claverse en su cuellos, y la sangre fluir. por segunda vez, la sangre de Shizuka recorrió mi boca. Apreté aun más los párpados. Solo de imaginarlo me resultaba despreciable... Las lágrimas recorrieron mis rostro mientras bebía... odiaba aquello, me odiaba a mi misma...
Bebí durante un largo rato. Me seperé de ella, aun en el suelo. Las lágrimas seguían recorriendo mi rostro y mi boca estaba manchada de sangre.
Entonces, sentí una presencia. Miré instintivamente hacia la puerta... y encontré a Aitor espiando.
-Aitor... -susurré, conmocionada.

estava apoyado en la puerta cuando nawin mordio a la chica pero nawin noera vampira alguien la avia trasformado escuche que susurro mi nombre tenia la boca manchada de sangre y lloraba me aserque depie mire asia abajo conlos brasos cruasado y dije:que sorpresa dije en un tono ironico.

Aitor parecía divertido. Me separé un poco de Nawin y le dije:
-¿Qué pasa, Aitor? ¿te sorprende que alimente a mi pupila? Es nueva en esto del vampirismo, no habría podido morder a alguien por ella solita... aun tiene demasiados escrúpulos.
Miré a Nawin.
-Pequeña, ¿por qué no te limpias la cara y dejas de llorar? Has hecho lo que tu naturaleza te pide, no tienes que sentirme mal por ello...
Dije, limpiándole con el dedo la sangre de la cara. Después lamí el dedo, probando mi propia sangre.
Con gesto de indiferencia, me levanté del suelo y me dirigí hacia el interior de nuevo. Antes de desaparecer por la puerta me volví y dije:
-Será mejor que volvais pronto al interior. El sol del desierto no es lo más apropiado para un vampiro.
Y sin más demora, me volví a internar en la fortaleza.

pense con que eya fue quien la trasformo jajaja dije dirijiendome a nawin:levanta metamonos adentro delasala agachandome estendiendole la mano.

Cogí la mano que me tendía Aitor, todavía sin saber que decir. Simplemente, le dirigí una leve sonrisa de agradecimiento. Me dispuse a entrar de nuevo en la fortaleza, pero antes me limpié la sangre de la cara con la manga de la túnica. Seguramente parecería triste y malhumorada, y mis ojos lucirían rojos. No quería que Raven me viese así. ''¿Por qué?'' me pregunté. No tenía ninguna razón por la que me importase que Raven viera lo que era... ¿o sí? Entré a hurtadillas, temiendo que me viera.

mientras nawin se limpiava yo volvi a entrar en la fortalesa me sente apoyandome en una pared mirando las escaleras.

Observe apoyado contra la pared los acontecimientos que ocurrían en la sala, un nuevo camino estaba despejado y era obra de las criaturas que antes nos estaban intentando matar, esto se volvía raro a cada minuto que pasaba, fantasmas, esqueletos y ahora un ariete. Entonces vi que Nawin corría decidí seguirla pero me quede en la entrada al patio al ver que estaba con Hiou, esa chica que había transformado a Nawin, le estaba mordiendo el cuello para alimentarse de su sangre y Aitor estaba cerca. Tras un rato observando la gente volvía a la sala para avanzar por las escaleras, yo me interpuse en el camino de Hiou y le lance una mirada de indiferencia y comprensión. Muerdes a Nawin… seguramente por odio o venganza, un vampiro si solo estuviera para buscar una presa descartaría a un posible enemigo mortal, un mago blanco, pero tú no lo has hecho por lo que deduzco que la atacaste por odio o venganza… ahora te comportas como una madre, alimentando a su prole… por lo que deduzco que posiblemente la venganza se haya cumplido o que tu odia a sido remediado con la transformación de una gran amiga para mi… ya le has hecho bastante daño a Nawin, si e atreves a hacerle más daño, no será el odio que existe entre nuestras razas lo que me impulse a abalanzarme sobre ti… te has ganado a pulso un poderoso enemigo y cuento con la ventaja de que no puedes convertirme en uno de los tuyos, y si te atreves a atacarme a mí, a Nawin, a Valeria o a Aira, o incluso a mi familia, me veré obligado a tomar medidas contra ti, de momento no tengo mucho contra ti así que respira tranquila-dije dándome la vuelta e internándome en la sala dispuesto a bajar junto a Aira por las escaleras que habían tras la puerta que abrió el ariete.

observe a alby le escuche desde ayi cuando se dirigio la las escaleras me levante me aserque a el i le dije: no deverias vajar aun es mui raro. me jire

Miré largamente a Alby... vaya.. esto se estaba poniendo interesante...
-Pareces creer que me comprendes... que sabes el por qué de mis acciones, el por qué de mi presencia... Pareces alguien a tener en cuenta, un enemigo peligroso... Deberías saber que no estoy perjudicando a Nawin. Hace un momento acabo de evitar que atacara a cualquiera de los aquí presentes y lo dejara seco. En mi tiene reservas de sangre... claro...ella también tiene que darme la suya. Me gustó su sabor -añadí, con una lve sonrisa. Me dí la vuelta para fijar mi mirada en Aitor.
-¿Te gusta escuchar conversaciones ajenas, eh?
Volví a girarme hacia Alby.
-Tendré en cuenta tus palabras, mago. No obstante, quiero que sepas que no tengo interés en convertir a nadie más ni en la sangre de nadie más. Aunque... tal vez si me seais de ayuda llegado el momento...
Dicho esto, seguí con mi camino, dejándolos atrás.

escuchea Hiou no le ise mucho caso solo estava aburrido.

Me fijé en que Shizuka estaba hablando con Alby. Alby estaba muy serio. No me gustó el tema. Corrí hacia ellos, pero Shizuka ya se iba. Me dirigí hacia Alby.
-Alby ¿qué le has dicho? ¿Qué ha pasado?

Escuche lo que tenía que decir Hiou en su defensa, parecía tener tantas habilidades diplomáticas como yo, al parecer me consideraba un enemigo peligroso pero decía que estaba ayudando a Nawin. Nada de esto hubiera sucedido si en un principio dado no hubieras mordido a Nawin, al menos tengo el consuelo de que la vamos a curar-pensé mientras me volvía hacia Aitor que me decía que lo mejor sería que no viajara todavía que aun era raro. Aitor, Aitor, Aitor, líder del clan Luna roja, he oído hablar de ti, antiguo líder de un clan del Dios Oscuro es interesante ver como es abandonado el Dios Oscuro, esperemos que llegue el día de que este problema del Dios Oscuro termine, bueno basta de charla, ahí una fortaleza que explorar y el tiempo es oro-dije mientras me acercaba a Aira y me disponía a bajar por las escaleras cuando vino a hablarme Nawin, me preguntaba que le había dicho-simplemente le he aclarado que si vuelve a hacerte daño, o a uno de mis seres queridos me encargare de acabar con ella, tu tranquila, aun no me ha dado motivos para atacarla, tu tranquila, lograremos curarte.

Quedé alucinado con lo que todos hablaban... sin decir nada miré a nawin antes de que alby llegase...
Entonces me asustó el aspecto de Nawin...
Era una... vampira... commocianado pensé:

"Bueno, yo soy asesino y no se queja..."

Pero pensé... Se lo he dicho acaso?¿ La miré y me miró con una dulce sonrisa... pero entonces dije...
Nawin... lo siento pero soy asesino... siento que no te guste pero lo soy...
Sentí nervios por si me dejaría de hablar... pero le hice una sonrisa bastante acojedora.
Entonces me fijé en su rostro y le acaricié la cara... mi corazon habló por mi:
"Que bella eres...Nawin..." Pero de pronto Hiou se fué ceñiendo el paso toda decidida...
Dejé de acariciarla y seguí las huellas de Hiou...

Raven se me acercó, y pude leer en sus ojos la sorpresa al descubrir lo que era. No me salían las palabras.
Pero entonces él dijo que era un asesino. Mis ojos se abrieron al máximo. ¿Raven... un asesino? No podía ser... Aunque... ¿acaso yo no era una asesina?
-Raven... yo... no es que no me importe que seas un asesino, pero...¿acaso yo no soy tambien uno? Soy una vampiresa reciente, no se controlar la sed de sangre... yo...
Dejé caer la cabeza, a punto de volver a llorar. Pero no quería que él me viese así. Volví a levantarla y le dediqué una leve sonrisa. Me quedé sorprendida cuando me acarició la cara. Ojalá nunca acabara ese momento...
Pero acabó. Me fijé en que Raven seguía las huellas de Shizuka. Lo miré interrogante.