Parto en el bosque (Alby, Akira, Arwen Undomiel)

Off Rol: No se me ocurre nada más que esto, lo siento.

On Rol:
Miraba a los cazadores esperando que alguno lanzase la primera fecha para proteger a Aira con mi cuerpo si hacía falta, si aquellos elfos eran consientes no dispararían por temor a herir a Aira, en eso me dio tiempo a observarlos, arcos de madera con dibujos decorativos, prendas de vestir hechas de cuero o de la piel de algún animal, algunos portaban tatuajes en la cara con motivos ceremoniales o para simbolizar alguna cosa de la que desconocía. Algunos parecían asustados, eran los más jóvenes que parecía que nunca se habían enfrentado a un licántropo, seria porque ninguno se acerba a Erenh o al menos en forma animal.

En ese instante llego Arwen a lomos de su caballo para ordenarles que no dispararan, que no era un lobo si no un humano perteneciente a mi clan, entonces amenazó a los soldados con que serian castigados si osaran disparar una flecha. Tras eso Arwen nos condujo por una escalera bastante extraña que era la primera vez que veía, seguía bajo mi forma de lobo con Aira agarrada a mi lomo, notaba que estaba profundamente dormida y eso me alegraba, solo esperaba que pudiera dormir bien.

Las palabras de Alanna crecieron en mi interior despacio, como si fueran brotes jóvenes que escalasen hacia la luz... me tomaba mi tiempo para comprenderlas, para almacenarlas en mis recuerdos, pero al mismo tiempo repitiéndomelas una y otra vez, como si al decirlas más veces fueran a tomar otro sentido que el que tenían. Pero no había vuelta de hoja, pues solamente dejaban cabida a una interpretación, y era la que le había estado dando desde que ella me lo dijese...

Al parecer no estaba aquejada de un problema estomacal, o los nervios no me estaban jugando malas pasadas. La respuesta a mi malestar siempre había estado ahí, aunque yo nunca la había visto, o no la había querido ver. ¿Cómo no me había dado cuenta de que me encontraba así desde la boda? ¿Cómo no me había percatado de los leves cambios que mi cuerpo estaba experimentando, los cuales eran un aviso más que claro?

Estaba embarazada. Algo que siempre había deseado, pero que ahora me daba cierto respeto, pues había visto el sufrimiento que suponía traer un hijo al mundo. Además, no debía olvidar el hecho de que mi hijo sería un heredero al trono élfico, pero sería mestizo... y no estaba segura de que a mi pueblo le fuera a hacer mucha gracia que alguien que era mitad humano, mitad élfico, fuera a gobernarles.

-Embarazada...-musité, mientras que habría paso a la pequeña comitiva que formábamos Alanna, Alby y yo; para entrar en el palacio y dejarme caer algo sorprendida sobre un diván-¿Tan pronto? Nunca imaginé que...

Al entrar Arwen se dejo caer sobre un diván y murmuró algo, me acerqué a ella y arrodillándome a su lado le sonreí:

- ¿No querías ser madre? Me acuerdo de que cuando era pequeña, tu más que una hermana para mi fuiste una madre, si soy como soy ahora, si vuelvo a estar bien, es gracias a ti, reconoce que me he convertido en una buena persona-dije en broma para luego volver a hablar enserio- Arwen, estás lista, te lo aseguro, yo estaré a tu lado en todo momento por si necesitas cualquier cosa, esté donde esté si tu me llamas, lo dejaré y vendré a ayudarte, porque para eso está la familia.

Le sonreí y le apreté la mano, luego le di un abrazo.

Arwen nos había abierto un pasillo que daba a una estancia con a típica decoración élfica, algunos divanes, sofás, estanterías, mesas… Arwen se sentó en uno de los divanes mientras yo seguía bajo mi forma de lobo con Aira a mi espalda, empecé a buscar un lugar donde dejar a Aira para que descansara, a cuatro patas avanzaba por la estancia mientras la nueva elfa y Arwen charlaban. Por culpa de mi oído más agudo no pude evitar escuchar la conversación, al parecer Arwen estaba embarazada, entonces volviendo a mi forma humana con Aira en brazos, la deje suavemente sobre uno de los sofás, diciendo casi como acto reflejo con permiso, y tras pasarle la mano por la mejilla poniéndole el pelo tras la oreja me reincorpore para después mirar a Arwen y a Alanna.

Vaya, vaya, vaya… ¿Los embarazos son contagiosos? Bueno, ahora en serio… felicidades, quiero decirte que yo también quiero decirte que si me necesitas te ayudare en cualquier momento, tu acudiste y ayudaste a mi esposa por lo que estoy en deuda con vos, alteza-dije mientras avanzaba dando aplausos para después pararme delante de Arwen y arrodillarme en signo de respeto, para después volver a reincorporarme para recoger a mi hija recién nacida. Una vez en brazos la apye contra mi torso mientras con una mana se la ponía bajo la cabeza y la otra bajo el cuerpo, aun estaba en vuelta en mi túnica por lo que yo estaba sin túnica, con una camiseta rota, unos pantalones semi rotos por lo que estaba empezando a sentir frio.

Mi cabeza daba vueltas, como si dentro se hubiera metido todo el aire huracanado de lo más alto de las nubes. Embarazada... me daba algo de respeto pensar en ello, pues aún no me había mentalizado a la idea de que sería madre. No me veía con un niño en brazos, ni cuidando de una criatura que dentro de unos meses correría por los pasillos del palacio, seguramente sacando de quicio a más de un criado. Hacía mucho que unos piececitos infantiles no corrían por el palacio, pero aún me costaba imaginármelo. ¿Yo, la Princesa Arwen, madre? ¡Ni suiquiera había accedido al trono, y ya iba a tener un segundo heredero! Pero... ¿aceptarían los elfos a un mestizo como rey?

Alby me dio felicitaciones por haberme quedado encinta, pero no me encontraba con muchas ganas de festejar tal cosa, al menos de momento. Tenía que mentalizarme y prepararme para la venida de la criatura, y eso me iba a costar lo suyo. Viendo como el humano se encontraba con frío, ignoré mis cavilaciones por unos momentos para ordenar a un sirviente que trajera algo de ropa para él.
-Es algo... sorprendente, si he de ser sincera-dije cuando me hube calmado-Quiero decir, nunca me había imaginado como madre, y ahora me entero que tengo un bebé en mis entrañas... es algo que sorprende... y asusta al mismo tiempo.

Estaba por animar a Arwen cuando un hombre entró corriendo diciendome que me necesitaban en un pueblo algo alejado, miré a las otras personas que estaban en el cuarto y dándole un beso en la frente a Arwen para animarla y asintiendo dándole la certeza de que podía contar conmigo me giré y mientras salía corriendo dije:

-Encantada de haberos podido conocer a vos y a su familia Alby, por favor cuidad de la princesa en mi ausencia, siento haberme podido quedarme tan poco tiempo, haced que me avisen si hay algún cambio en su estado.

Salí y cogiendo un caballo de las cuadras marche al lugar donde se me requería.

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Observe como Arwen parecía sorprenderle bastante el hecho de estar embarazada, entonces Alanna le dio un beso en la frente para después despedirse diciendo que estaba encantada de haber conocido a mi familia y que cuidara de la princesa en su ausencia, que sentía no haberse podido quedar más tiempo y que la avisáramos si había algún cambio en el estado de Arwen.

Yo observaba a mi hija casi hipnotizado en sus ojos azules mientras ella empezaba a cerrar los ojos signo de que estaba cansada, eche un leve vistazo por detrás de mi hombro para ver que la madre también estaba agotada y ya se había quedado dormida. Yo también estaba agotado, hoy había sido un día que nos había dejado muy cansados a todos, tanto física como emocionalmente, había sido un día con demasiados acontecimientos y ya empezaba a notar mi cansancio.

Lo siento Princesa Arwen, pero me gustaría retirarme junto mi familia a uno de los dormitorios, ha sido un día cansado para todos los presentes aquí, si requiere de mi presencia puede hacerme llamar sin importar si estoy o no despierto- dije con una reverencia algo lenta y cuidadosa pues llevaba a mi hija en brazos. Acto seguido me acerque a Aira para recogerla y cargarla a mi espalda mientras le susurraba que se agarrara. Y así fue como cargando con mi mujer a la espalda, agarrada a mi cuello y mi hija recién nacida en mis brazos, las lleve hasta una de las habitaciones que se me habían dejado tras preguntarle a uno de los criados.

Tras atravesar el umbral de la puerta de nuestra habitación casi no me fije en su decoración, solo me fije en un par de muebles de la sala, una cuna de madera donde coloque a Samantha sacándola de mi túnica para envolverla en algunas sabanas de la cuna y dejándola durmiendo plácidamente en su cuna. Yo deje suavemente sobre la cama a mi esposa para después yo tumbarme a su lado para descansar de ese día tan cansado que había sido.

A la mañana siguiente algo había cambiado, Aira ya no estaba en la cama, no nos había dicho nada, tal vez se habría ido un momento hasta que le pregunte a un criado por ella y me dijo que se había marchado del Reino de los elfos durante la madrugada. Eso para mí fue como si me cargaran sobre la espalda una gran losa de piedra, me había abandonado dejándome solo con mi hija, estaba triste y sombrío pero no podía transmitirle eso a mi descendiente.

Si esa chica había decidido abandonarlo, mal por ella, pero no iba a dejar que mi hija le faltara amor por lo que decidí tragarme el orgullo y cogerla para llevármela de vuelta a mi hogar en la capital del reino humano. Me despedí de Arwen y abandone Erenh con mi hija en brazos.

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