La epopeya de Striker y Dielf (PRIVADO: Striker, Deathalquemist)

Una vez en el conducto, empezamos a reptar silenciosamente por él, siguiendo el origen de la poderosa aura oscura que sentíamos. A mitad del camino, escuché unos gritos de auxilio, y me acerqué a mirar por unas rendijas del conducto. Lo que vi allí me dejó sin palabras: dos o tres niños, y unas 5 niñas, de edades entre 6 y 15 se encontraban atados de pies y manos, con serias heridas y señales de desnutrición. Además parecía como si les estuviesen drenando la energía con algún tipo de hechizo. Miré a Striker, y haciendo una señal le susurré: -Después volveremos a por ellos, ¿vale?- dicho esto continuamos por el conducto, hasta llegar a una reja que daba a una gran habitación, en el centro de la cual se encontraba un tipo con una túnica morada, recitando extrañas palabras. Le hice una señal a Striker. El mago se encontraba de espaldas, podía ser nuestra oportunidad.

Una vez llegamos a la gran sala o lugar en donde estaba el Mago oscuro haciendo sus encantamientos, tuve una sensación extraña ... había demasiada oscuridad en ese lugar ... la maldad se sentía en el aire pútrido de aquel lugar, mire hacia Dielf y el me hizo una señal, mire en su dirección y observe que el Mago Oscuro estaba de espaldas a una mesa de encantamientos ... interprete que era el momento de eliminarlo ... desenfunde mis dagas y me dirigí sigilosamente hacia el ... .... ya estaba a punto de acuchillarlo, pero estando en su espalda de dije: "Ya casi te tengo ... ...", pero con tal mala fortuna que el Mago Oscuro se giro dando un grito y yo salte hacia atrás ... asustado por su reacción ... el Mago Oscuro, confuso dijo :"¿Quienes sois?, no teníais que haber venido aquí ... os matare por vuestra insolencia ....".

Un Saludo.

Me quedé anonadado... No había escuchado lo que había pasado, pero el mago había detectado a Striker, por lo que debía de ser un mago muy poderoso. Decidí que tenía que salir a ayudar a Striker, por lo que bajé y desenfundado la daga y la pluma me coloqué frente a él, a la derecha de Striker. Antes de darle tiempo a pronunciar ningún hechizo, le arrojé la daga a la cabeza. Pero segundos antes de llegar a impactar, se quedó flotando, suspendida en el aire, como rodeada de una energía oscura, que le hizo que se girara y viniese directa hacía mí. La esquivé por los pelos y esta se clavó en una hendidura del castillo. Inmediatamente el Mago Oscuro silbó, y a su ayuda acudieron 2 gárgolas de tamaño considerable. Teníamos que pelear contra tres enemigos, y parecía que le mago poseía poderes telequinéticos. Iba a ser un combate complicado, por lo que decidí que las gárgolas sobraban. Lancé un chorro de tinta a cada una, y les hice florecer atrapa-venenos, que las mataron inmediatamente. Las criaturas débiles como esas sobraban en nuestra pelea contra el mago. Ahora solo quedaba el enemigo principal.

Observé como Striker paralizaba al Mago, y también vi como no duraría mucho esa presa, asi que decidí dar el golpe final: Me acerqué corriendo, y con un salto le clavé la pluma en el pecho, a la altura del pulmón izquierdo, introduciendo un chorro de tinta en su sangre. A continuación salté hacía atrás, sacando la pluma y alejándome a la otra punta de la habitación. Entonces exclamé:
-!Striker, aparta de él, deprisa¡- en el momento en el que Striker sacó sus espadas del cuerpo del mago, y se alejó lo suficiente, el Mago se levantó jadeando de dolor y abriendo los brazos de par en par dijo:
-¿Acaso creéis que esas heridas o eso que me habéis inoculado en la sangre pueden acabar conmigo?- Al decirlo, observamos como las heridas comenzaron a cerrarse, como si nada hubiese ocurrido y como si el mago incluso pareciese mas joven que antes. Pero yo ya sabía que la lucha había acabado.
-Es inútil, en el momento en que te he atravesado con mi pluma el combate ha acabado. Normalmente nunca abría conseguido impactar ese golpe debido a que no soy demasiado rápido, pero gracias a Striker esto se ha acabado. Ahora sufrirás por lo que les has echo a esos niños.- de repente mis ojos se volvieron rojos, y el cabello, que era marrón, se transformó en un color grisáceo. No sabía por que me ocurría eso, pero cada vez que me enfadaba mucho con alguien, me pasaba lo mismo. Noté como mis escrúpulos y mi amabilidad desaparecían, y hasta mi voz cambió, tornándose fría:
-Muere, criatura despreciable.- dije- Blodau Escupefuego- En el momento en el que pronuncié el hechizo, el mago empezó a convulsionar y de repente explotó en trocitos que salieron en todas direcciones y donde se encontraba antes el Mago, florecieron escupefuegos bañadas en sangre. Una vez ocurrido esto, volví a la normalidad.

Una vez llegamos a la aldea, los aldeanos nos recibieron con gritos de júbilo y lagrimas por ver a los niños a salvo, o por lo menos a la mayoría. Después de compadecer a las familias de los niños que no habíamos podido salvar, narramos nuestra historia en la taberna. La gente nos trató como auténticos héroes, y la verdad es que me gustó mucho la sensación, y parecía que a Striker también. Después de disfrutar de la agradable compañía de esas gentes, me di cuenta de que necesitaba empezar a escribir un nuevo libro, que trataría sobre un dueto de héroes que derrotaban a villanos y criaturas por todo el mundo. Como necesitaba ideas para el nuevo libro, a la mañana siguiente, me dirigí a Striker y se lo comenté: -Oye, ¿que te parece, si no tienes nada que hacer, que viajemos juntos una temporada?

OFF ROL: Alby, NO cierres el tema, que continuaremos aquí con otras historias.