Clases matutinas

(Off Rol: Bien, ahora mejor vale, continuemos y ten cuidado )

De repente Nami alzó el vuelo, y me tuve que agarrar para no caerme y que tampoco lo hiciesen mis cosas. Miré hacía abajo y al paisaje, y me estremecí de vértigo. Aun así sería una experiencia inolvidable, por lo que empecé a escribir todo en mi cuaderno. El viento en la cara me hacía sentir a gusto y reconfortado, mientras que con mis ojos veía el horizonte y los campos, al mismo tiempo que cerca podía ver Rosbasha. Entonces escuché la voz de Nami alzandose por encima del ruido de su aleteo preguntandome si me gustaba la vista. Me acerqué un poco a su oido y le dije: - Me encanta Nami, de verdad muchas gracias. Ahora podríamos bajar, que como me vea algún otro profesor o el director subido a lomos de una alumna en vez de darle clase me echan la bronca.- Con esto, me agarré con las dos manos al cuello de la dragona para no caerme en el descenso.

Parecía que le gustaba el paseo, y así fue, me dio las gracias, ( yo me alegre de que le gustara) luego me dijo que sería mejor bajar ya, (por los otros profesores, o si el director le veía a lomos de una alumna envés de dar clase).
Cuando se agarro fuerte descendí hacia la escuela, (pero esta vez lenta mente) no se notaba que fuese un descenso bruto, sino todo lo contrario era agradable y se podía contemplar bien las vistas, al llegar abajo volví a poner el ala para que pudiese bajar y decir que arriamos a continuación.

- ¿que aremos ahora, profesor?-

Una vez habíamos bajado, me deslicé de nuevo por su ala para llegar al suelo. La bajada fue lenta y agradable, cosa que agradecí. Una vez en el suelo, Nami me preguntó que era lo que íbamos a hacer a continuación, a lo que respondí no muy convencido: - Pues a ver... se supone que tengo que enseñarte a luchar, asi que acompañame.- le dije mientras me dirigía hacía uno de los campos de entrenamiento más grandes, uno lleno de rocas enormes. Una vez allí le dije a Nami: -Bueno, aquí será donde luchemos. Pero no lucharás conmigo, sino contra el vampiro que habita en mi interior. Su nombre es Lían.- después de decir esto, me transformé en la pérfida criatura casi sin pelo, con el poco que le quedaba blanco, la piel reseca y llena de arrugas y dos alas de mariposa negruzcas y marrones llenas de mordiscos.
-Bien, pelearás conmigo, y las normas son fáciles: el primero que se rinda pierde.- después de esto Lían esperó por si Nami tenía alguna pregunta, dispuesto a empezar el combate.

Me dijo que nos tocaba pelear pero no estaba muy seguro por su tono de voz e inseguridad ante sus palabra, cuando llegamos a ron d batalla pude contemplar que era bastante espacioso y rocoso, pero al parecer lucharía contra lían una personalidad separa total mete de death,
Lían me pregunto si tenía alguna duda después de a verme dicho las normas, al no tener ningunas me eleve del suelo unos 6 metros del primer aleteo y subí hasta una altura de 20 metros desde allí arriba eche una bocanada de fuego en el lugar donde lían se hallaba, mientras el viento estaba a mi favor asiendo que la llama se expandiera un poco más.

La dragona fue rápida, pero Lían también lo era. La bocanada de fuego no le pilló desprevenido, se lanzó contra una de las rocas grandes, cubriéndose en ella. No era muy adecuado luchar contra ese fuego directamente, y menos un vampiro. Además, estaba tan alta que Lían no podría alcanzarla fácilmente, por lo que cuando la llamarada cesó, Lían salió a campo descubierto entre las rocas, para incitar a la dragona a que lanzase mas llamaradas, hasta que esta se quedase sin energía mágica, y por tanto tuviese que bajar. Lían esperó ansioso otra nueva llamarada.

Mi ataque no tuvo efecto, o… si, después de esconderse salió a campo descubierto, no sabía que pretendía pero mientras salía baje en picado con una de mis garras por delante aumentando la velocidad de caída en picado, si llegaba a darle le dolería de demás en cuánto se desplazara y yo tocara el suelo le lanzaría otra bocanada de fuego esta vez mucho más fuerte y grande

Off rol: si esquivas o no el zarpazo te lanzare en tu dirección la bocanada de fuego.

En ese momento la dragona bajó en picado contra Lían. Esto no se lo esperaba. Entonces Lían se tiró hacía un lado con una voltereta, pero en el momento en el que esquivó el zarpazo, Nami le lanzó una bola de fuego, esta vez más grande. Para esquivarla, Lían se lanzó hacía un lado, impulsándose con las alas para aumentar la velocidad. Pero, debe ser que no fue suficiente, pues el pie izquierdo de Lían no consiguió escaparse del todo y recibió algunas quemaduras. Entonces Lían, que aprovecho que Nami estaba en el suelo, se lanzó hacía su pierna trasera, y agarrandose a ella, trepó encima suyo. a continuación uso su hechizo de Cleddyfau para hacer aparecer sus espadas, la de hielo y la de fuego. Entonces intentó clavar la espada de hielo en el muslo trasero de Nami.

Logro esquivar mis ataque aunque no del todo la bola de fuego le dio en el pie, pero se lanzo hacia mi pierna y trepo pero mientras trepaba lo me eleve del suelo unos 10 metros de un aleteo y otros 5 de otro muy rápido creando una fuerte corriente en mi espalda, entonces lían, invoco lo que parecían ser dos espadas con intención de clavármelas, esperaba que con la corriente al ascender se callera, además use mi cola para intentar golpearle desde arriba por la derecha.

En el momento en que Lían estaba a punto de clavarle la espada, Nami empezó a aletear y a subir, lo que hizo que Lían se desequilibrara. Entonces, se vio venir la cola de Nami desde la derecha, y para esquivarlo tuvo que lanzarse al vacío, desplegando sus alas para planear. La fuerte corriente de las alas de la dragona le impulsó hacía abajo, pero consiguió agarrarse a una de sus garras antes de caer. Deshizo el hechizo de las espadas, ya que con ellas en las manos le era más difícil agarrarse, y esta vez trepó por la pata delantera hasta el cuello, donde agarrandose a las escamas mas sobresalientes de Nami, empezó a golpearle con sus sucias garras.

Se cayó, pero volvió a trepar (se había agarrado a mi pata delantera) cuando subió al cuello me empezó a golpear.
-quitaaa, que ascooo- (chille)
Me golpeaba con sus sucias garras mientras le decía que se quitara, le intente espachurra como si de un mosquito en mi cuello se tratara. Atrapándolo y apretando para espachurrarlo y que callera al suelo, mientras tanto seguíamos subiendo ya a 50 metros sobre el suelo, además donde me pegaba me empezaba a picar un poco como si tuviera raspones.

Parece que el ataque de Lían, pese a ser débil contra aquella piel tan dura, poco a poco iba causando efecto. Eso si, la dragona se defendía bien, e intentó agarrar a Lían con la garra, pillando a este desprevenido. Cuando le agarró, empezó a apretarle con fuerza, a lo que este, sintiendo dolor en las costillas, le mordió en la pata, clavándole los afilados colmillos en los huecos entre las escamas. Tan solo fue un mordisco, y no le inyectó la enfermedad del vampirismo, ya que para eso tenía que inyectar un líquido. Esto hizo que Nami le soltara, y este, aprovechando el momento, planeó hasta una de las patas traseras, e invocando la espada de hielo, le lanzó un pequeño tajo que el muslo, que si impactaba haría que se le congelase parte de la zona circundante al corte.

Me había mordido ya era suficiente cuando invoco una espada de hielo yo baje en picado girando la cabeza hacia mis patas traseras lanzado un choro de fuego esperando que así se soltara, pero la espada empezó a tocar mis escamas sentía frio, pero por ahora no había penetrado en la carne, al estar ya sobre 80 metros me daría tiempo de remontar el vuelo cuando lían se soltara si no lo hacía estamparía la pata donde este estaba contra una roca.
Off rol: si te sueltas remonto el vuelo si no estampo la pata contra una roca XD

De repente, Nami empezó a lanzarle un chorro de fuego a Lían, mientras este se colocaba detrás de la pata para bloquearlo. Pero en ese momento Lían se dio cuenta de que estaban bajando en picado, en dirección a una roca, seguramente sería un golpe mortal o muy grave, por lo que Lían decidió lanzarse al vacío. Uso las alas para caer más lento, y cuando llegó al suelo, de una voltereta se escondió detrás de otra piedra, observando como Nami remontaba el vuelo. Esto se estaba alargando mucho, y Lían empezaba a cansarse, ya que no estaba acostumbrado a pelear con gente que volara. Se sentó de cuclillas detrás de la roca y se puso a pensar mientras esperaba que Nami hiciese el siguiente movimiento.

Logre libarme de él y remonte el vuelo, estaba cansada de subir y bajar, cuando me encontraba ya a unos 30 metros del suelo decidí no hacer nada quedarme quieta hasta que él se moviera solo volando, pero pensé que sería mejor bajar aunque sabía que él se encontraba allí una roca de unos 10 metros de alto y 5 de ancho se hallaba a unos 20 metros de lían asique me pose hay esperando a que hiciera algo si venia me daría tiempo a salir volando por derriba de él y lanzarle un chorro de fuego mientras me elevaba.

Off rol: si vienes, cuando estés a 5 metros me lanzare a volar mientras te escupo una ráfaga de fuego.

Parece ser que Nami había aterrizado en una de las piedras cercanas, una bastante alta. Lían la miró de reojo, y pensó que esta sería un buena oportunidad. Aunque todavía le dolía el pie que se había quemado con la bola de fuego, decidió que debía atacar. Eso si, la dragona parecía alerta, y seguramente ir de frente sería un suicidio, por ello, Lían decidió transformarse en polilla, y rodeando las piedras sin acercarse a Nami, llegó a sus espaldas. Una vez allí empezó a acercarse a la dragona sin que esta percatase que estaba allí, cuando estuvo a unos 2 metros, se volvió a transformar en Lían y le saltó a la cola, agarrándose a ella y mordiéndole de nuevo.
(Off Rol: Si no me has visto acercarme no me tiras el fuego ni echas a volar XD)

Note un mordisco en la cola y eche a volar mientras estampaba esta (la cola) contra una roca, el susto hiso que se me acelerara el pulso y grite
-no me muerdas más-Entonces mientras echaba a volar y estampaba la cola contra la roca pude observar que era lían entre la polvacera que causo el impacto de mi cola no veía a lían, pero igualmente lance donde mi cola una ráfaga de fuego mientras echaba a volar.

Nami, al notar el mordisco de Lían, lanzó la cola con este agarrado a ella, contra una roca. Lían estaba preparado para el golpe, pero no esperaba que la dragona fuese tan fuerte, y al chocar contra la roca, Lían recibió bastante daño en el costado y la espalda. Entonces, cuando se levantó entre la polvareda, vio venir a toda velocidad una llamarada enorme. Lo único que pudo hacer para defenderse, ya que le dolía demasiado el golpe como para esquivar, fue invocar la espada de hielo, y con ella intentó detener las llamaradas. La espada brilló con un poderoso tono azul mientra chocaba contra las llamas carmesís de Nami, desembocando en todo un espectáculo de colorido. Cuando la llama cesó, Lían tan solo tenía leves quemaduras en los brazos y los dedos congelados del frío que provenía de la espada. Entonces, cuando se dispersó la polvareda, Lían cayó de rodillas al suelo, y la espada desapareció. A continuación Lían se levantó lentamente y dirigiéndose a Nami le dijo: -Me rindo, has ganado y por tanto has aprobado.- después de pronunciar esas palabras, cambió de cuerpo conmigo, y volví a ser el Dielf de siempre. Entonces me acerqué a Nami y le dije: -Enhorabuena, Nami, has aprobado la clase de lucha. Si no te importa acompañarme un momento...- le dije sonriendo mientras me dirigía de nuevo al edificio principal.

Se había rendido yo me alegraba pero notaba algo raro en mi cola era una herida provocada por una roca, por suerte no era para tanto, y yo me alegraba de que hubiese acabado pues me empezaba a cansar, cuando cambio de personalidad dielf me dijo que le acompañara y yo lo hice aunque un poco preocupada por si se encontraba bien a mitad de camino le dije con un tono (enel cual se notaba que estaba preocupada)
-¿te encuentras bien?-

A mitad de camino, Nami me preguntó preocupada que si estaba bien. La miré sonriendo y después continué caminando mientras le explicaba: -Claro que estoy bien Nami. El que ha resultado herido ha sido Lían, no yo. Parece raro, pero te lo puedo explicar, escucha: Lían es un vampiro, con el que me hibridé, y por tanto, podemos cambiar de cuerpos cuando queramos, por lo que todos los daños que sufra un cuerpo no los sufre el otro, ni tampoco el gasto mágico es compartido, cada uno tiene su magia y habilidades distintas. Ahora bien, mi hibridación no es como las demás, ya que en una hibridación normal, una de las dos almas domina a la otra, pudiendo cambiar de cuerpo cuando quiera, mientras que el alma que originalmente pertenecía a ese cuerpo muere. Pero en el caso de Lían y mio, ambos conservamos nuestro cuerpo y alma, por lo que somos personas distintas. Me atrevería a decir que nuestro caso es único en el mundo.- Una vez acabé de explicarle, ya habíamos llegado a la academia. Me planté delante de la puerta y dirigiendome a Nami le pregunté: -¿Quieres preguntarme algo más? Lo que quieras, puede ser sobre la flora y la fauna, la historia de Gold, sus heroes, las magias... o incluso cosas personales mias-añadí sonriendo- Lo que quieras.-

-ah-

Eso fue lo único que atine a decir, cuando dielf me dio la explicación. Bueno, cuando llegamos a la academia me pregunto si tenía alguna pregunta podía ser hasta personal, yo más que una pregunta era una proposición

-no, pero quiero proponerte algo, cuando se termine la academia ¿por qué no vamos en busca de aventuras ``juntos´´ tú y yo? jejeje-

Me reí por lo bajo

La verdad, la proposición de Nami me sorprendió bastante. Normalmente los alumnos que acababan la academia estaban hasta el gorro de mi y no se les volvía a ver el pelo por aquí o conmigo. Me alegré mucho de que me lo pidiese. Respondí rápidamente: -Claro Nami, me encantaría. Y bueno, si no tienes ninguna pregunta más, solo te tengo que decir que felicidades, estás aprobada. Si esperas aquí un momento, voy a por tu diploma.- diciendo esto, me metí en la academia en busca de un diploma de graduación para Nami. Iba silbando contento, ya que había conocido a alguien que me caía bastante bien, y encima nos iríamos por ahí de aventuras... hacía tanto tiempo que no salía de la academia.

Aun que por fuera no mostrara ningún signo de alegría cuando dielf se iba por dentro daba saltos de alegría, para mi sorpresa (mas porque me dijera que si podríamos viajar juntos y no por el hecho de graduarme) (que también me alegraba bastante) pero bueno no sé porque pero me desmalle mentalmente aun que por fuera estaba estupenda por dentro estaba rodeada de flores cuando, de repente volví al mundo real y me quede esperando a dielf.

Entré en la academia y al llegar a mi despacho empecé a rebuscar por todos los cajones. Me rasqué la cabeza preocupado, ya que no encontraba los diplomas. Siempre tan despistado, si ya me lo decían mis padres, que algún dia perdería la cabeza. De repente abrí uno de los armarios de la derecha de mi mesa y los encontré. Suspiré de tranquilidad, menos mal que los había encontrado. Cogí uno y volví donde estaba Nami. Se lo entregué y le dije: -Enhorabuena, ahora ya tienes pleno derecho para vivir tus aventuras como una aventurera más de Gold. A partir de este momento estás graduada en la academia.- le sonreí felizmente. Además añadí: -Cuando quieras puedes venir a la academia a visitarme, y me iré contigo un tiempo- añadí esto último un poco nervioso. De momento tenía que quedarme en la academia, pero procuraría tener tiempo para cuando Nami volviese a buscarme. Dicho esto me despedí de ella con la mano y me dirigí de nuevo al interior.

Cogí el diploma y lo guarde en mi garra de metal delantera de la pata izquierda, dije
-no te preocupes volveré-

Dicho esto cogí carrerilla y Salí volando pensando en cuando nos volveríamos a ver y a vivir una aventura, los dos juntos, además había salido muy bien me había graduado y le pude conocer a él (dielf)

-ahhh -

Suspire.

Habia pasado mucho tiempo desde que mi última alumna se había marchado de la academia. Yo, a la vista de que no habían más alumnos dispuestos a matricularse, dejé la academia, dedicandome de nuevo a la meditación y a la escritura, esperando siempre a los viejos amigos para irme de aventuras. Hacía un par de dias había recibido un mensage, de parte del director de la academia: Alby. En el mensage ponía claramente que debía volver a encargarme de la académia, ya que se esperaba que un gran número de aventureros se interesasen por las clases y pronto llegarían al edificio. Asi que aquí me encontraba, rememorando los buenos tiempos que había pasado ejerciendo de profesor. La verdad recordaba el lugar mucho mas desastroso y sucio. Suspiré, supusiendo que Alby habría mandado a algún alumno a limpiarla. Atravesé las verjas de hierro con un ruido chirriante y cerrando los ojos me senté en el banco.

-¿Vuelta a los viejos tiempos he compañero?- Retumbó la voz de Lian en mi cabeza.
-Eso parece- le respondí con una gran sonrisa.
Y asi pasaron las horas, esperando que algún intrépido joven necesitase a un maestro.